EE.UU. abre investigación para saber si el Gobierno de Obama espió a Trump

Era de esperar que una vez elinforme Mueller exonerara a Donald Trump de la trama rusa llegara un contraataque del mandatario contra los promotores de la investigación.

Los investigadores, investigados. Su fiscal general William Barr fue más allá el miércoles al insinuar que “hubo espionaje” contra la campaña presidencial del republicano y acusó a las autoridades estadounidenses, por aquel entonces, bajo las órdenes del demócrata Barack Obama, de estar detrás de la operación.

Barr anunció ayer que había formado un equipo para evaluar si la investigación de la llamada trama rusa pudo suponer un “abuso de autoridad” por parte del Gobierno contra el equipo electoral del presidente.

Creo que tengo la obligación de asegurarme de que el Gobierno no abusa de su autoridad”

El fiscal general hizo este anuncio ante el Comité de Apropiaciones del Senado, tras ser preguntado si tenía intención de llevar a cabo una pesquisa sobre la investigación del fiscal especial, Robert Mueller. “Creo que tengo la obligación de asegurarme de que el Gobierno no abusa de su autoridad. Esa es una de las principales funciones del fiscal general”, justificó Barr. Sus comentarios se alinean con las intenciones expresadas por el presidente Trump en un momento en que su independencia se encuentra cuestionada.

El funcionario consideró que la posibilidad de que las autoridades estadounidenses espiaran la campaña de un candidato presidencial “es un asunto serio” y criticó que la investigación se basara en un informe financiado parcialmente por el Comité Nacional Demócrata. Con estas palabras se refería al conocido como Informe Steele, elaborado por el exespía británico Christopher Steel, que revelaba detalles sórdidos sobre Trump.

Barr recela de “las acciones” de algunos de los responsables del FBI

Debido a este documento, el FBI comenzó a sospechar de que Carter Page –por aquel entonces asesor de la campaña electoral del ahora presidente– podía haber actuado como agente ruso, y en octubre de 2016 solicitó por primera vez espiar sus comunicaciones a un tribunal confidencial.

Barr recalcó que no tiene duda de la honorabilidad del FBI, pero dijo que recela de “las acciones” de algunos de sus responsables.

Las declaraciones del fiscal general se produjeron unos minutos después de que el propio Trump se mostrara favorable a que el Departamento de Justicia abriera una pesquisa sobre la investigación. “Lo que me interesaría es volver atrás, al origen exacto de dónde comenzó todo”, expresó Trump antes de partir rumbo a Texas, donde tiene previsto participar en varios actos.

Lo que me interesaría es volver atrás, al origen exacto de dónde comenzó todo”

Tras cerca de dos años de trabajo, el pasado 22 de marzo, Mueller entregó las conclusiones de la investigación a Barr. Dos días más tarde, el fiscal general envió una carta al Congreso en la que indicaba que “si bien este informe concluye que el presidente no cometió un delito, tampoco lo exonera”.

La oposición teme que Barr esté haciendo una interpretación sesgada de la investigación y ha reclamado al funcionario que divulgue el informe en su totalidad, en vez de la versión editada que el funcionario se ha comprometido entregar.

ALD/LaVanguardia

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