Las sanciones aplicadas por Washington y los señalamientos de que el régimen de Nicolás Maduro está involucrado en narcotráfico, prácticas de corrupción y lavado de dinero están llevando a los bancos de Florida a elaborar su propias listas negras para evitar que dinero sucio venezolano entre en el sistema financiero estadounidense.
Cada banco tiene su propia lista, pero una de ellas, elaborada localmente, tiene hasta 180 nombres de personas ligadas a Maduro, explicó Daniel Gutiérrez, Director del Comité de Antilavado de Dinero de la Florida International Bankers Association (FIBA).
Las listas están siendo elaboradas en momentos en que los bancos estadounidenses lidian con el creciente número de sanciones aplicadas por Washington para castigar a un régimen que dice estar controlado por mafias del narcotráfico.
Los bancos locales ha estado tratando de cumplir con las sanciones sin castigar a venezolanos que no se han beneficiado de la corrupción gubernamental, pero la tarea está obligando a las instituciones a invertir grandes cantidades de dinero y recursos en las operaciones de verificación y controles.
Esos costos y dolores de cabeza, hoy vinculados con las cuentas venezolanas, incluso ha llevado a algunos bancos a castigar a justos por pecadores, dijo Gutiérrez.
“He visto bancos grandes, en Nueva York, que simplemente con ver una dirección de Venezuela dicen, ‘mira, devuelve esa transferencia porque no queremos nada con eso’ ”, dijo Gutiérrez en una entrevista telefónica. “Dicen, ‘no queremos el riesgo, ni el costo, ni lo que nos podría traer’. Y he visto transferencias que se han devuelto, eso afecta el día a día los negocios y la economía”.
Las listas negras están siendo recopiladas por empresas privadas dedicadas a recoger datos de inteligencia empresarial, y que tienen mucha más experiencia de la que podría tener un banquero estadounidense sobre las jerarquías internas del chavismo.
Gran parte de la información es recopilada de fuentes abiertas, haciendo uso de material publicado y luego clasificado para establecer sus nexos con los líderes del régimen de Maduro.
Acudir a esas compañías privadas se ha tornado esencial para los bancos locales que aún trabajan con dinero venezolano, dijo Gutiérrez.
“Yo soy banquero, yo no trato en temas militares, ni se quienes están en los comandos. El régimen es muy ambiguo y lo que necesitan los bancos en este caso es inteligencia y una lista de quienes conforman el régimen, desde el presidente Nicolás Maduro hasta abajo”, dijo.
Hasta el momento, la administración de Donald Trump ha sancionado decenas de compañías y funcionarios del régimen de Nicolás Maduro, incluyéndolos en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), unidad del Departamento del Tesoro.
Esas sanciones, que congelan los activos que las personas mencionadas pudieran tener bajo jurisdicción estadounidense, han sido aplicadas contra individuos o entidades del régimen acusadas de destruir la democracia venezolana, violar los derechos humanos o estar implicadas en delitos de corrupción o narcotráfico.
Y en lo que complica aún más la situación, las sanciones de Washington también han sido aplicadas contra bancos estatales venezolanos, en los que miles de venezolanos tienen cuentas corrientes y cuentas de ahorros.
Entre los sancionados se encuentra el Banco de Venezuela, uno de los mayores del país.
“Cuando salen cuatro bancos sancionados, incluyendo el Banco de Venezuela, mi debida diligencia es prevenir que cualquier transacción de esos bancos llegue al banco mío porque me lo prohibe el gobierno”, dijo Gutiérrez.
“Pero además, ahora mi deber es conocer un poco más sobre la relación que mis cuentas habientes puedieran tener con esas instituciones financieras”, dijo el experto.
Pero las sanciones han dejado a la banca estadounidense con la difícil tarea de rastrear quienes están detrás del dinero que proviene de Venezuela, particularmente ante el hecho de que las mafias venezolanas hoy cuentan con amplia experiencia en las operaciones de lavado de dinero.
“Los del régimen son muy vivos en crear compañías fantasmas, donde el nombre no es el nombre en la lista. Muchas de ellas tienen composiciones accionarias complejísimas, donde tienes que pasar por siete bandas de compañías, o diez bandas de compañías, antes de llegar al beneficiario final”, explicó Gutiérrez.
ALD/Elnuevoherald