Cómo actúan las mafias chinas que trafican fentanilo al amparo de Beijing

Innecesario adentrarse en la dark web. No hace falta. Para conseguir una de las drogas más mortíferas y prohibidas del planeta sólo hay que visitar algunos sitios de venta online en China. Sí. Únicamente se requiere un mouse, un puñado de criptomonedas y una dirección postal. Sin intervención ni control del férreo y onmipresente régimen de Beijing. ¿O con su complicidad?

Se trata del fentanilo, un sintético similar a la morfina «pero entre 50 y 100 veces más potente», de acuerdo a la definición que publica el National Institute on Drug Abuse de los Estados Unidos sobre uno de los narcóticos más mortales que se expande como epidemia entre la población de ese país, la de Canadá y la de Europa.

El drama en salud es de tal magnitud que cada día -sólo en suelo norteamericano- mueren 130 personas producto de sobredosis de opioides. Los datos son de enero de este año. En 2017 -último censo consolidado- se registraron 47 decesos diarios en aquel país. El costo humano es cada vez mayor.

El fentanilo es utilizado por prescripción médica para paliar los dolores de enfermedades en proceso terminal o cirugías. En términos más específicos es un agonista narcótico sintético opioide. Su consumo continuado provoca una dependencia muy difícil de combatir. El comercio ilegal de autorizaciones apócrifas ha aumentado en los últimos años provocando una verdadera plaga. A ello se suma el descontrolado delivery proveniente de China que sustituyó la necesidad de los adictos de buscar un permiso para su compra.

Pero además de la facilidad de comprarla directamente por internet -cada vez con mayores restricciones en los Estados Unidos-, ahora las mafias orientales se unieron a carteles de AméricaLatina, sobre todo México. «Es un gran negocio porque los chinos la producen y los cárteles crean un vínculo directo con los productores y no tienen que transportarla, como con la cocaína desde los países andinos», explicó Tania Molina, experta en seguridad del Centro de Estudios Hemisféricos en Defensa William J. Perry.

«El tráfico es simple porque las dosis son más pequeñas y las mafias mezclan el fentanilo con medicamentos para camuflarlo. Es un gran negocio; un kilo del opioide puede valer USD 2 millones en los EEUU. Lo mezclan y aumentan las ganancias», agregó Molina en conversación con el sitio Diálogo.

Es mortalmente potente: dos miligramos pueden resultar en una dosis letal para un adicto. Sus consumidores lo suelen mezclar con heroína, cocaína o metanfetamina camuflándolo en envoltorios de pastillas legales para no ser sorprendidos por las autoridades. El que se consume ilegalmente se vende en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados.

Estas pastillas cruzan el Océano Pacífico por correo público o privado –US MailFedEx o UPS– y arriban a las viviendas de sus consumidores. Sin ningún tipo de prescripción médica. En dosis pequeñas, estos «micro-envíos» -como se denominan- resultan imposibles de rastrear para las autoridades. La forma de pago también es dificultosa de seguir: los adictos utilizan bitcoins para su intercambio.

El pasado 1º de diciembre el régimen de Beijing había prometido al mundo que controlaría y daría caza a aquellos laboratorios clandestinos y a los responsables de traficar el poderoso estupefaciente a centenares de ciudades americanas y europeas. Sin embargo, las medidas -si es que fueron tomadas- parecen inocuas. Al menos 160 mil laboratorios químicos operan legal o ilegalmente en todo China. Los controles son mínimos.

Un informe del Centro Wilson publicado el 11 de febrero pasado advierte sobre la situación: «Las empresas chinas producen la gran mayoría de los precursores del fentanilo, sus análogos y el fentanilo, pero México se está convirtiendo en un importante punto de tránsito y producción de la droga y sus análogos, y los traficantes mexicanos parecen estar desempeñando un papel en su distribución en los Estados Unidos». No obstante ello, el gigante asiático lleva la delantera en cuanto a producción: más del 90 por ciento se genera al amparo del régimen de Beijing.

«El papel de China en el suministro de la mayoría de los opioides sintéticos al mercado estadounidense está directamente relacionado con su vasta y mal regulada industria farmacéutica y química. A lo largo de los años, China se ha convertido en la segunda industria farmacéutica más grande del mundo después de Estados Unidos, con unos ingresos anuales de 122.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, China se ha transformado en el exportador número uno de productos activos del mundo. ingredientes farmacéuticos (API’s) y sustancias inertes», indica el reporte del centro de investigación y análisis radicado en Washington.

Una de las mafias más conocidas es la que responde al todopoderoso Clan Zeng, en Shangai. En un inicio la organización de narcotraficantes no era clandestina, según Los Angeles TimesAquella red de delitos vendía sintéticos en sitios web muy reconocidos en aquella nación. Producía 16 toneladas de químicos al mes. Sus promociones online aparecían en 35 idiomas: para que ninguno quedara afuera. Incluso, abiertamente, se mostraban orgullosos de sus capacidad de acción: «Podemos sintetizar casi todo«.

Su negocio prosperó como pocos en los últimos 10 años. Vendió sus productos ilícitos a 25 países y a 35 estados norteamericanos. ¿Cómo hicieron para eludir la maquinaria represiva del Partido Comunista Chino? La falta de una respuesta lógica despierta suspicacias.

En los últimos años han ganado también otras amistades. El Cartel de Sinaloa -la organización criminal que alguna vez respondió a Joaquín «El Chapo» Guzmán- se ha asociado a sus negocios para poder ingresar el producto a los Estados Unidos y a Europa. Es mucho más redituable y fácil de traficar que los volúmenes que representa la cocaína o la marihuana.

«Aunque se trafica en pequeñas cantidades, el fentanilo enviado por correo desde China se encuentra en su mayor parte en forma de polvo y tiene una pureza media del 90 por ciento, lo que lo hace mucho más potente y probablemente más rentable que el fentanilo traído a través de la frontera suroeste, que tiene un promedio del 7 por ciento de pureza«, explica el Wilson Center en el informe. Pese a sus promesas, el régimen de Xi Jinping todavía no ha dado claras señales de haber puesto fin a estas mafias. Tampoco muestra interés por hacerlo.

ALD/Infobae.

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