Banca panameña defiende esfuerzos para evitar lavado de dinero

 Panamá ha hecho los «esfuerzos necesarios» para no ser incluida nuevamente en una lista internacional sobre blanqueo de capitales y financiamiento del terrorismo, manifestó este jueves la presidenta de la Asociación Bancaria del país, Aimeé Sentmat.

La dirigente abordó el tema en momentos donde el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) evalúa si vuelve incluir a Panamá en su lista de países no cooperadores en la prevención del lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.

«No consideramos que Panamá deba estar incluido en una lista de GAFI nuevamente porque el país ha hecho los esfuerzos necesarios para ir adecuándonos a niveles o condiciones internacionales», dijo Sentmat a periodistas.

GAFI, una institución internacional que lucha contra el blanqueo de capitales, incluyó a Panamá en su lista en 2014. Dos años más tarde, el país centroamericano fue retirado de ese listado, tras comprometerse a realizar varios cambios en su legislación.

El grupo analiza ahora si esos compromisos panameños se han cumplido y si son efectivos para la lucha contra el blanqueo de capitales.

«La asociación considera que al país se le debiera reconocer el progreso y se le debiera dar el tiempo oportuno para demostrar la efectividad» de la nueva legislación, indicó Sentmat.

Sin embargo, Panamá enfrenta la dificultad de su cuestionada imagen internacional tras el escándalo de los «Papales de Panamá».

Esa filtración de documentos reveló en 2016 cómo desde un despacho panameño de abogados se crearon numerosas sociedades opacas, algunas de las cuales habrían sido utilizadas por personalidades de todo el mundo para blanquear capitales y evadir impuestos.

Esa revelación, unida a la aparición periódica de Panamá en distintas listas de paraísos fiscales, dañó considerablemente la imagen del país a nivel internacional, según han reconocido las propias autoridades.

El gobierno panameño ha acelerado una serie de reformas para blindar el sistema financiero, penalizar la evasión fiscal con la cárcel e intercambiar información financiera de manera automática bajo parámetros exigidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Pese a ello, enfrenta la eterna sospecha de facilitar la evasión de impuestos, lo que supone una dificultad para atraer inversiones, ya que las empresas o particulares que quieran invertir pueden ser penalizados en su país de origen.

«Sabemos que todavía tenemos temas pendientes, no tenemos toda la tarea concluida», admitió Sentmat.

ALD/Zeta

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Actualidad

Inscribete en nuestros cursos Online