Margarita Ríos-Farjat, titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), reveló esta mañana que por medio de distintos mecanismos, unas 8 mil 204 empresas “factureras” ha defraudado al fisco nacional y el problema, como el huachicol, estalló con Enrique Peña Nieto.
“Y es una muestra pequeña del universo que hay [de empresas defraudadoras], pero nos da una idea del problema”, dijo.
“Llevamos a cabo revisiones y encontramos que se estaban creando empresas. Encontramos a poco menos de media docena de funcionarios creando empresas sin soporte documental, fantasmas. Esto es presunto todo, no somos una autoridad penal. Estamos preparando el paso siguiente respecto a eso”, afirmó la funcionaria.
De 2014 a 2019, durante la administración de Peña, creció 31 veces el número de empresas defraudadoras. Se tienen detectadas en ese periodo 8 millones 827 mil 390 facturas falsas. El monto de las operaciones se estima en un mil 611 mil millones 418 mil pesos. La suma de las operaciones fraudulentas alcanza los 354 mil 512 millones de pesos, es decir, 1.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“La factura puede referirse a cosas, cifras de dinero nunca pagadas. Cuando el dinero no existe, se paga una factura por evasión fiscal y cuando el dinero sí existió, es por evasión fiscal y lavado de dinero”, explicó Ríos Farjat.
Agregó: “Un señor crea facturas simuladasy tiene la capacidad de contar con los atributos de una factura, la vende. ¿A quién se la vende? A una empresa que utiliza facturas simuladas. las empresas compran las facturas y el fisco pierde”.
Aparte de Ríos-Farjat, estuvieron en la conferencia de Palacio Nacional María de los Ángeles Jasso Cisneros, administradora general jurídica; Héctor Vázquez Luna, administrador general de Recaudación, y Juan Pablo de Botton Falcón, administrador general de Planeación.
“Los impuestos a pagar son mucho menores. Aquí tenemos que el facturador ganó su comisión, la comisión depende de cada facturero”, indicó, al dar a conocer esquemas de operaciones simuladas que han sido detectadas por el nuevo Gobierno.
“El que dedujo, ¿qué gana? La diferencia del precio a pagar y la comisión del facturero. Este tipo de empresas factureras, por regla general, no se encuentran en el domicilio fiscal, comparten el domicilio con otros contribuyentes, los socios no son localizables. Esos suelen ser los rasgos característicos de las ‘EFOS’”, aseguró este martes.
“Las ‘EDOS’ son las empresas que deducen las facturas obtenidas del ‘EFOS’ para disminuir la base del impuesto y, en ocasiones, solicitar devoluciones”, explicó la titular del SAT. “Ocho mil 204 empresas factureras, según cifras actualizadas. De esas, tenemos que se ha aumentado exponencialmente el número de éstas con el tiempo y también la forma de sacarle forma al encuadramiento de ser una EFOS”.
Asimismo, Ríos-Farjat destacó que cada vez se van sofisticando más las operaciones y el tipo de facturación. De acuerdo con las autoridades, el total de sus facturas falsas es de casi nueve millones, un promedio de mil por cada una de las factureras, las cuales implicarían una evasión de 354 mil 512 millones de pesos, suponiendo que toda factura se redujo 1.4 por ciento del PIB.
“El monto ronda 1.6 millones de pesos de operaciones que no existieron, del banco de la fantasía o del dinero que se está lavando a través de este tipo de facturas”, destacó.
En la presentación de dicha información, precisó que 60 por ciento de las EFOS definitivas se encuentran en la Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Veracruz, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Guerrero y Puebla.
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