Son los pesos pesados de la economía global y los que, probamente, se le unirán -o aspiran a hacerlo- en un futuro cercano.
En sus países habitan las dos terceras de la población mundial y, en conjunto, producen más del 85% de las riquezas de todo el planeta.
Es el Grupo de los 20 (G20), el mayor espacio de deliberación política y económica del mundo que vuelve a reunir por estos días a líderes de los cuatro confines del orbe.
Desde este viernes y hasta el sábado, los mandatarios de una veintena de países (más la Unión Europea) se reunirán en Osaka, Japón, para, de cierta forma, discutir el curso financiero del planeta.
México (cuyo presidente Andrés Manuel López Obrador decidió no asistir) será el gran ausente por América Latina, la región donde se celebró la pasada cumbre en 2018 (en Argentina)
El cambio climático, la guerra comercial entre China y Estados Unidos, las tensiones con Irán, la situación en Corea del Norte y la crisis en Venezuela serán alguno de los temas que, se prevé, marcarán las conversaciones por estos días.
¿Quiénes lo integran?
El G20 está compuesto por 19 países más la Unión Europea.
Los estados miembros son: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.
La Unión Europea como bloque también está representada a través de la presidencia rotatoria del Consejo de Ministros y por el Banco Central Europeo.
El país que ocupa la presidencia es responsable de organizar la siguiente cumbre, así como otros pequeños encuentros el próximo año.
También pueden optar por invitar a países que no son miembros como invitados. España siempre está invitada, por ejemplo.
¿Cuál es su importancia?
Para sus defensores, se trata de un espacio único para reunir a grandes potencias y países emergentes del orbe y promover la cooperación y el desarrollo,además de generar un foro de discusión sobre la economía mundial.
Otros resaltan que, más allá del foro, su verdadera trascendencia está en sus encuentros bilaterales informales, en los que los mandatarios asistentes se reúnen muchas veces para tomar decisiones o decidir conflictos que marcaron sus relaciones durante el año previo.
De hecho, todos los ojos están puestos en el encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, tras la guerra de aranceles entre sus países que ha marcado el comercio global este último año.
¿Cuándo y por qué se creó?
El G20 nació en 1999 como una respuesta a la crisis financiera de fines de los años 90.
Su primera reunión se realizó el 15 y 16 de diciembre de ese año en Berlín, Alemania.
Su surgimiento estuvo motivado por el reconocimiento de que los principales países emergentes no estaban adecuadamente representados en los organismos financieros internacionales.
El existente G8, el club de las economías más ricas del planeta fue expandido para incluir a economías en rápido desarrollo como China, Brasil o Arabia Saudita, pese a que desde entonces el G8 sacó a Rusia del grupo y ahora es el G7.
En un inicio, al G20 acudían mayoritariamente ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales.
Pero eso cambió a raíz de la grave crisis financiera de 2009. Tras el colapso de los bancos, el crecimiento del desempleo y el estancamiento de los salarios, la organización se convirtió en un consejo de emergencia para presidentes y primeros ministros. Desde entonces, siempre asisten a sus cumbres.
¿Por qué causa controversia?
El pequeño tamaño del grupo ha motivado alabanzas pero también críticas.
Por un lado, el limitado número de miembros puede llevar a que se consensuen decisiones más rápido.
Sin embargo, desde algunos sectores critican que el G20 excluye un gran número de países de discusiones cruciales y consideran que no es justo. Alrededor de 170 países no están invitados a los encuentros.
Dado que las conclusiones de sus encuentros no son vinculantes, algunos también critican la incapacidad del G20, más allá de sus acuerdos, de resolver algunos de los principales problemas de la humanidad.
En cualquier caso, los expertos consideran que si este foro no existiera, habría que inventarlo.
A menudo, se producen protestas en el marco de la cumbre.
El año pasado, en Buenos Aires, miles de manifestantes protestaron por las políticas económicas del G20.
Este año, manifestaciones contra la polémica ley de extradición de Hong Kong ya fueron organizadas con motivo de la cumbre, con el objetivo de que el foro presione al presidente Xi Jinping,
¿Cuál es el papel de los países emergentes en el G20?
Los países emergentes, entre los que se incluyen a Argentina, México y Brasil, representan una parte significativa del comercio y el producto internacional y tienen un papel cada vez importante en la solución de los conflictos globales.
Por otra parte, se considera que muchas de estas economías, especialmente China e India, constituyen polos de crecimiento importantes y pueden contribuir a que los demás países estimulen su crecimiento al estimular la demanda mundial.
¿Qué pasa con los países latinoamericanos este año?
La «troika latinoamericana» en el G20 -Argentina, Brasil, México- ha generado titulares por distintos motivos este año.
El presidente Mauricio Macri, que fue el anfitrión de la pasada cumbre en Buenos Aires, viajó a Japón para la que será su última cumbre como jefe de Estado de Argentina.
Pero tras el considerado éxito de la celebración del G20 en su país, la nación sudamericana se ha continuado hundiendo en una profunda crisis económica, con el peso cada vez más devaluado y un creciente descontento social.
Por su parte, Jair Bolsonaro, que el año pasado se perdió el foro por el ataque en el que lo acuchillaron, acudirá a su primer encuentro del grupo entre críticas de quienes le reprochan no haber logrado llevar a Brasil al crecimiento económico y la prosperidad que prometió.
Por su parte, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que tampoco participó en la pasada cumbre por coincidir con su toma de posesión, decidió no viajar a Japón.
La decisión responde, según dijo, a sus medidas de austeridad, que han sido duramente cuestionadas en el país. El mandatario optó por enviar una carta a los asistentes a la cumbre con un mensaje que -según dijo- se referirá al problema de la desigualdad en el mundo.
El canciller Marcelo Ebrard será el máximo funcionario en representación de México.
La decisión de López Obrador fue criticada por numerosos analistas que señalan que su ausencia en Osaka constituye una oportunidad perdida para México.
El diario Financial Times, por ejemplo, señaló en un artículo que acudir a la cumbre de Osaka le habría permitido al mandatario mexicano impulsar alianzas internacionales en temas de su interés, incluyendo las migraciones.
El gobierno, por su parte, asegura que se trata de ahorrar fondos que pueden ser destinados para mejoras sociales.
ALD/BBC