El gobierno norteamericano amplió los elementos y acusaciones relacionado al esquema de corrupción y lavado de dinero que se desarrolló entre 2011 y 2014, que permitió la estafa de millones de dólares del estado venezolano.
El gobierno estadounidense demanda al ex presidente de Bariven, Javier Alvarado Ochoa y dos gestores patrimoniales europeos por haber lavado dinero proveniente de las arcas de Petróleos de Venezuela, que rodeó el pago de más mil millones de dólares en coimas.
En la demanda, Javier Alvarado Ochoa, un venezolano y ex presidente de la unidad de compras de PDVSA. Bariven, y los administradores de activos, Daisy Teresa Rafoi Bleuler, (ciudadana suiza), y Paulo Jorge da Costa Casqueiro Murta, (ciudadano de Suiza y Portugal) fueron acusados de conspiración para cometer lavado de dinero.
Los fiscales afirman que Javier Alvarado Ochoa recibió sobornos de los contratistas venezolanos Roberto Enrique Rincón Fernández y Abraham José Shiera Bastidas , quienes acordaron pagar coimas para lograr nuevos contratos con PDVSA, así como el pago de facturas pendientes por trabajos anteriores, ofreciendo una comisión del 10 por ciento en la fraudulenta operación.
Las ganancias del plan fueron lavadas a través de cuentas bancarias en Suiza, Curazao y Dubai, según la acusación.
Diario 16