“Nunca habíamos vivido semejante violencia contra nosotros”, aseguran fuentes policiales. Se observa este comportamiento buscando el cuerpo a cuerpo con la policía, son aproximadamente 1.500 que se suman a los altercados y otras 500 personas antisistema, que la policía divide entre militantes del independentismo la mayoría son jóvenes, que están al frente de los disturbios desde el pasado lunes en Barcelona.
Estos militantes han lanzado a los agentes cócteles molotov, bolas de acero, botellas con ácido, canicas con tirachinas y pirotecnia diversa, también contra el helicóptero. También han quemado un millar de contenedores.
Es la peor crisis de seguridad que han vivido en la ciudad. Nunca los protestantes y ha sobrepasado las previsiones de todos los cuerpos policiales, igualmente sorprendidos por tan alta agresividad.
Los contenedores ardiendo en forma de barricada en la plaza de Urquinaona. “Ni los botes de gases lacrimógenos les detenían…Iban a matarnos”, afirman fuentes policiales, quienes recibieron una lluvia de adoquines y de bolas de acero que les golpearon los cascos y les rompieron escudos.
El consejero del Interior, Miquel Buch afirma que existe una “Violencia organizada”. “Están entrenados”, insisten fuentes policiales.
La mayoría son españoles, otros, italianos y griegos afincados desde hace años en Cataluña. La policía teme que el conflicto se convierta en un polo de atracción internacional y asegura que ya ha detectado a anarquistas alemanes dispuestos a sumarse.
Los policías observan una escalada en la violencia atendiendo a 576 personas, 19 hospitalizadas. Muchos esperan que baje la intensidad de los altercados, que mantienen tensionados a los antidisturbios a diario, con una capacidad de reacción limitada.
El País