Las transferencias de jugadores nunca pasaron por el club, ganancias cuyo origen no se puede identificar, los directivos del Club Sportivo Luqueño leales a Ramón González Daher fueron denunciados por lavado de dinero hace ya siete meses, pero la causa que podría ser clave está parada.
Según documentos oficiales de la dirección de migración, el jugador Felipe Avenatti pisó Paraguay por primera y única el 3 de julio al país y se fue al día siguiente. Juega en el Standard Lieja, uno de los tres grandes equipos del fútbol belga. “No hay registro alguno de que el delantero uruguayo haya participado siquiera de una práctica con un equipo de Paraguay”.
Luego a los días, el equipo italiano anunció la contratación de César Falletti, otro futbolista uruguayo que supuestamente pertenecía a los registros del Sportivo Luqueño. Por ambos jugadores se habrían desembolsado más de US$ 8 millones.
A penas estos son apenas dos casos, de una decena de casos de futbolistas que nunca vistieron la camiseta del Sportivo Luqueño, pero que si figuran en los registros del club a la hora de sus transferencias.
Uno de los denunciantes, Richard Torres, afirmó que “Ni siquiera les conocemos a esos muchachos porque nunca pisaron el club, pero Luqueño supuestamente les transfirió millones de dólares”.
El también imputado Fernando González Karjallo, hijo de Ramón y sobrino del citado exsenador, era síndico del club en esos días. El actual presidente de Luqueño, Celso Cáceres, era entonces tesorero de la entidad. “Todos responden a los González Daher”, refirió Torres.
Según la denuncia presentada ante la Fiscalía por Richard Torres y José Leandro Villalba Baruja, aquel esquema se estaría usando para lavar dinero. En el mundo del fútbol esto se conoce como triangulación.
ABC