Cristian Ortiz (42) era buscado por ser capo de una organización con sede en Río Cuarto, cuyo líder, Claudio Torres (43) fue acribillado en enero pasado. Lo relacionan con un cargamento de 3500 kilos de marihuana. Su esposa está presa desde junio.
Por Puntal/ALD
El crimen, de claras características mafiosas, terminó por revelar la existencia de una organización narco -liderada por la víctima- que operaba en Rio Cuarto y lavaba el dinero principalmente a través de concesionarias de autos en la provincia de Buenos Aires.
La banda era investigada por el juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa. Y la muerte de Torres terminó por precipitar lo que se había encontrado con todo tipo de inconvenientes, entre ellos la complicidad de las fuerzas de seguridad.
Señaló el juez en junio cuando procesó a 20 integrantes de la banda, ocho de ellos con prisión preventiva explico que “debo señalar que miembros de Gendarmería Nacional primero, de la Policía de la Provincia de Córdoba luego y finalmente de la Policía Federal Argentina -quienes sucesivamente fueron sometidos a procesos penales-, se constituyeron en serios obstáculos para las investigaciones de este juzgado».
Por Ortiz se ofrecían 500 mil pesos de recompensa pero no cayó por alguna delación. Según el parte oficial, iba en una camioneta Toyota Hilux con dos hombres más cuando, en el barrio Yofre Norte de la ciudad de Córdoba, fue detenido en un control de rutina por una patrulla.
La versión oficial sostiene que Ortiz se puso nervioso, que el DNI falso que portaba era demasiado malo, que la camioneta era una «melliza» (y esto dio la primera alerta) y que intentó coimear a los policías con 150.000 pesos pero estos se negaron.
El jueves quedó detenido y fue puesto a disposición del juzgado de Ochoa, donde se lo indagará como uno de los principales integrantes de una banda dedicada al narcotráfico y al lavado de dinero.