La firma Global Financial Integrity (GFI) indicó que las Zonas Económicas Especiales en México son muy frecuentes por la flexibilidad que existe en el tema fiscal, para la llegada de inversiones en territorios donde se crean, esto también representa un riesgo en materia de delincuencia financiera.
Por El Economista/AL
En un análisis realizado por el especialista de la firma, Daniel Neale, detalló que los beneficios de estas zonas pueden representar en varias naciones, son lugares ideales para el lavado de dinero basado en el comercio, por la posible fabricación y movilidad de productos ilícitos, pues los controles y verificaciones de las autoridades en estos territorios por lo regular son irregulares o ausentes.
Para la firma, las Zonas Económicas Especiales se pueden definir como puertos o zonas geográficas especiales que se benefician de exenciones de impuestos o aranceles, con el fin de generar inversiones y crecimiento de empleo en ellas.
“Es comprensible que los gobiernos de los mercados emergentes hayan tendido a apoyar la existencia de zonas económicas especiales, ya que ofrecen una variedad de incentivos para atraer empresas de exportación, inversión extranjera y empleo. Sin embargo, estas zonas tienen un lado más oscuro”, indicó el reporte, el cual estima que en la actualidad existen alrededor de 4,300 de estas regiones en todo el mundo.
El reporte destacó que estas áreas las transacciones ilegales se pueden disfrazar fácilmente como lícitas, pues se utilizan esquemas de lavado de dinero basado en el comercio de difícil detección.