Aparte de los Estados Unidos, Canadá ha sido uno de los aliados más firmes de Israel en la escena internacional, y a menudo ha votado en contra de las resoluciones unilaterales dirigidas contra el Estado judío.
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Sin embargo, una serie de votaciones recientes de Canadá en las Naciones Unidas han llevado a una creciente preocupación por el hecho de que el Primer Ministro Justin Trudeau pueda estar cambiando hacia una postura más crítica hacia Israel.
A principios de diciembre, Canadá votó a favor de una resolución de la Asamblea General de la ONU que apoya la autodeterminación de los palestinos y denuncia la presencia de Israel en Jerusalem, caracterizándolo como “Territorio Palestino Ocupado”. La resolución, copatrocinada por Corea del Norte, también condena la barrera de seguridad de Israel construida en 2004 durante la Segunda Intifada y ayuda a proteger el país contra los atentados suicidas, al afirmar que “obstaculiza gravemente el derecho del pueblo palestino a la libre determinación”.
Esa votación, que fue aprobada por 167-5 con 11 abstenciones, siguió a una votación preliminar a finales de noviembre en la Tercera Comisión, donde Canadá también votó “sí”. El voto de Canadá fue en contra de su propio récord de principios durante dos décadas en oposición al ataque anual contra Israel a través de 20 resoluciones unilaterales, según la organización U.N. Watch, con sede en Ginebra.
El director general de B’nai Brith Canadá, Michael Mostyn, rechazó la afirmación de Trudeau de que los votos debían apoyar una solución de dos estados, diciendo que Canadá podría haber emitido una declaración pública que, por ejemplo, dijera a las Naciones Unidas que no puede esperar un voto por el “sí” a tales resoluciones hasta que “adopte un enfoque más equilibrado y objetivo sobre Israel”.
Mostyn continuó diciendo: “Las posiciones y actitudes antiisraelíes en los organismos de la ONU alimentan un círculo vicioso, que se utiliza para equiparar estas posiciones como apoyo al antisionismo y al antisemitismo”. Este voto refleja mal el historial de Canadá como defensor de la democracia y la justicia. Será una mancha en la reputación de Canadá. El punto clave es que las palabras fuertes en defensa de Israel en la ONU deben ir de la mano de una demostración concreta de coraje cuando las fichas están abajo”.
La resolución no ayudará al proceso de paz israelí- palestino, dijo, sino que sólo “envalentonará a los de línea dura que se nieguen a reconocer el derecho de Israel a existir y a comprometer a Israel de manera significativa a través de negociaciones”.
Después de Estados Unidos, Canadá, bajo el liderazgo de Trudeau, tiene el mejor historial de votos entre los principales países en lo que respecta a las resoluciones relacionadas con Israel del organismo mundial. El gobierno canadiense ha apoyado a Israel rechazando o absteniéndose de las recurrentes resoluciones sobre cuestiones palestinas y árabes que se presentan a la Asamblea General para su votación cada año.
El gobierno canadiense comenzó a adoptar una postura más pro-israelí con sus votos en las Naciones Unidas en 2003 bajo el gobierno liberal del Primer Ministro Paul Martin, y continuó bajo el liderazgo del conservador Stephen Harper desde 2006 hasta 2015.
Durante su primer mandato, Trudeau se pronunció en contra del BDS, el parlamento canadiense congeló las relaciones con Irán y designó a la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica como una organización terrorista. Por otra parte, Trudeau también ha restaurado la financiación de la agencia antiisraelí Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas -que Harper detuvo durante su período como primer ministro- y pidió una investigación sobre la violencia en Gaza sin mencionar el papel de Hamás en los disturbios.
Trudeau fue reelegido en octubre pasado como primer ministro, pero su Partido Liberal vio caer un número de escaños y ahora gobierna como un gobierno minoritario.
Al mismo tiempo, Canadá está compitiendo por un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU y algunos expertos piensan que eso puede estar influyendo en la postura de Trudeau en el organismo mundial.
