En el marco de las pesquisas del Equipo Especial ‘Lava Jato’ a dueños de casinos y tragamonedas, y luego de que el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat) advirtiera sobre los riesgos en el Perú, el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Sergio Espinosa, anunció la publicación del primer informe de riesgos de lavado de activos en este sector.
Por Ojo público/ALD1
El estudio tiene como objetivo “identificar problemas concretos” sobre el sector de juegos de azar, según explicó Espinosa acerca del informe elaborado a pedido de la Comisión Ejecutiva Multisectorial contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo (Contralaft).
En su última evaluación del Perú, Gafilat ya había detectado deficiencias en la debida diligencia para conocer a sus clientes, sobre todo en zonas de difícil acceso; y en los manuales de prevención del lavado, porque no reflejan la realidad de los casinos y salas de juegos. Los operadores de estos negocios .
La publicación del estudio de Contralaft coincide además con las sospechas del Ministerio Público sobre empresarios de casinos y tragamonedas.
El informe de evaluación de Gafilat reflejó algunas deficiencias en diversos sectores, uno de estos fueron los juegos de azar y casinos. El informe dice que no hay claridad de cuáles son los riesgos del sector, y cómo combatirlos. Una de las medidas adoptadas desde Contralaft es un estudio de los riesgos de lavado en este sector, contratando un experto, que no fue fácil de conseguir. A principios de febrero publicaremos el documento con los hallazgos específicos.
Por su parte, el sector de juegos de azar y casinos es per se de riesgo. Es uno de los sectores que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) establece como actividad sujeta a reportar a la UIF de un país. Identifican que ahí hay un potencial riesgo.
Los evaluadores de Gafilat concluyeron que los operadores no están asumiendo los riesgos; es decir, ellos sienten que el sector tiene poco riesgo. Además, hay circunstancias específicas como el uso de efectivo. El Perú es un país donde, en general, se puede usar efectivo y moneda extranjera.
Explica que en todo mercado no hay una situación homogénea del riesgo: hay empresas que invierten más en sistemas de prevención y otras informales. Eso puede ser un punto de partida para el análisis, que una empresa grande opere en Lima y sea supervisada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), no quiere decir que no sea riesgosa. La actividad en sí es riesgosa.
Los mecanismos offshore tienen una incidencia importante en la dificultad del Mincetur y de cualquier otro supervisor para identificar al beneficiario final de un negocio. En el Perú se ha avanzado con la ley del beneficiario final: un registro que administrará la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), y que entiendo que este año empezará a recolectar información.
En los últimos 10 años, el sector de juegos ha emitido 181 reportes de operaciones sospechosas, de los cuáles la UIF solo ha utilizado cinco. Gafilat considera que las cifras no son suficientes.