Quien fuera en su momento el favorito a convertirse en Presidente de Francia en 2017, deberá ahora rendir cuentas por los empleos ficticios de su esposa y de dos de sus hijos como asistentes parlamentarios cuando él era diputado por la Sarthe. El proceso podría ser aplazado a causa de la huelga de abogados en contra la reforma de pensiones. Fillon podría enfrentar una multa de un millón de euros y hasta 10 años de cárcel.
Antilavadodedinero / France24
Corría el 25 de enero de 2017 y el semanario francés Le canard enchainé publicó el artículo que terminaría con la carrera política de François Fillon y que debilitaría hasta hoy a la derecha francesa.
El periódico revelaba que el abanderado presidencial del partido Los Republicanos, que había obtenido una votación récord en las primarias de 44,1 %, en primera vuelta y 66,5% en la segunda, duplicando los resultados de Nicolás Sarkozy o Alain Juppé, había empleado a su esposa de manera ficticia como asistente parlamentaria durante varios períodos. “Penélope habrá recaudado alrededor de 500.000 euros brutos de las arcas parlamentarias «, escribía el rotativo.
El periódico también afirmaba que entre mayo de 2012 y diciembre de 2013, la esposa del candidato presidencial de derecha habría recibido 100.000 euros como asesora literaria de la Revue des deux Mondes, dirigida por Marc Ladreit de Lacharrière, un amigo de François Fillon.
La Policía Nacional Financiera (PNF) decidió en ese entonces abrir una investigación preliminar y los Fillon fueron escuchados por los fiscales cinco días después. En una entrevista con la cadena de televisión TF1 el candidato aseguraba que «no hay la menor duda» de la “legalidad” y «realidad» del empleo de su esposa como colaboradora. Además, advertía que sólo se retiraría de la carrera presidencial “si era encausado”. Sorprendentemente revelaba que también había empleado a dos de sus hijos.
Para echarle más leña al fuego, el 2 de febrero de 2017, la cadena de televisión pública France 2 publicaba un video en el que Penélope Fillon declaraba «no haber sido nunca la asistente» de su esposo.
El 14 de marzo de 2017, a tres días del cierre de la inscripción de las candidaturas, François Fillon fue encausado por malversación de fondos públicos, complicidad y ocultamiento de abuso de propiedad corporativa e incumplimiento de las obligaciones de declaración ante la Alta Autoridad para la transparencia de la vida pública. La investigación se expandió rápidamente para incluir la falsificación y el fraude agravado.
Pese a ello, y aunque en ese momento comenzaba a ser superado en las encuestas por Emmanuel Macron y Marine Le Pen, Fillon no se rendía en la carrera presidencial. «No cederé. No me rendiré», decía a la prensa, denunciando un «asesinato político» y un procedimiento judicial “dirigido en su contra”. Fillon denunciaba un «golpe institucional» proveniente «de la izquierda» e imprimió cuatro millones de folletos señalando una «cacería humana», pero sus argumentos no convencieron.
Fillon se veía atrapado por la fórmula que había usado contra Nicolas Sarkozy, siete meses antes, durante un discurso de campaña. «¿Quién se imagina al General de Gaulle sometido a proceso?», recordaba el candidato que se erigía como el heraldo de la integridad frente a un Sarkozy investigado en varias causas por el financiamiento libio o por los fondos ilícitos para su campaña de 2012 conocido como caso Bygmalion, entre muchos otros.
Antes de finales de marzo de 2017 la justicia procesaba también a Marc Joulaud, suplente de Fillon y a Penélope Fillon. Él era acusado de malversación de fondos públicos al haber empleado de manera ficticia también los servicios de asistente de la señora Fillon. Y ella, por complicidad en la malversación de fondos públicos, así como por complicidad y encubrimiento en el abuso de bienes sociales y encubrimiento de estafa agravada.
François Fillon que insistió en ser el abanderado de la derecha, resultó tercero en la primera vuelta con el 20.01% de los votos, y no logró llevar a la derecha a una segunda vuelta por primera vez desde la creación de la Quinta República (1954). «Los obstáculos colocados en mi camino eran demasiado numerosos, demasiado crueles», dijo en ese momento. «Cuando llegue el momento, se escribirá la verdad de esta elección».
Casi tres años después, Fillon será juzgado en particular por «malversación de fondos públicos» y su esposa, Penélope Fillon por complicidad y ocultamiento de este crimen.
El ex primer ministro abandonó la escena política. Actualmente trabaja en una compañía de inversión que crece rápidamente y trabaja como voluntario en favor de los cristianos de Oriente.
Este 19 de febrero trascendió que la Asamblea Nacional planea solicitar 1.081.219 € en daños y perjuicios a François Fillon y su ex suplente, el diputado Marc Joulaud.
La Asamblea Nacional decidió ser parte civil en el juicio que debe iniciar este lunes 24 de febrero contra el matrimonio Fillon y Joulaud. Y en ese sentido, solicita reparación por los daños sufridos correspondientes a los salarios pagados a Penélope Fillon así como las cargas sociales pagadas por el empleador, según explicó al diario Le Monde la diputada oficialista de La République en Marche des Hauts-de-Seine, Laurianne Rossi, portavoz de la Asamblea Nacional.