11 procesados enfrentan cargos en Florida y Nueva York por lavado de activos relacionados con sobornos a funcionarios de la estatal petrolera.
Antilavadodedinero / Primiciases
Siete han recibido sentencias de ente ocho meses y más de cuatro años. Las coimas llegaron a más de USD 8 millones. Las cortes de Estados Unidos llevan adelante procesos judiciales contra 11 personas relacionadas con la corrupción en Petroecuador.
Las confesiones y las investigaciones en esos juicios revelan un esquema que utilizaba cuentas bancarias, empresas y bienes inmuebles en ese país para lavar el dinero ilícito.
El método era similar en todos los casos: los empresarios usaban intermediarios para entregar el dinero a funcionarios de Petroecuador a través de empresas y cuentas en las Bahamas, Panamá, Suiza y Estados Unidos. El dinero se lavaba mediante transacciones entre estos países.
Las curiosas sanciones que dejó la primera fecha de la LigaPro El ejemplo más claro es el de Galileo Energy, empresa contratista de propiedad de Ramiro Luque Flores. Luque, procesado también en Estados Unidos, pagó unos USD 3,2 millones en sobornos a funcionarios de la petrolera. Para hacerlo, utilizó de intermediario a Frank Chatburn, que usaba una fachada comercial en Miami.
Él movió el dinero hacia cuentas de funcionarios de Petroecuador, como Marcelo Reyes y Arturo Escobar. Todos ellos están detenidos en Estados Unidos. A Flourish network chart De los 11 procesados, hay cuatro que aún tienen sentencia pendiente. La mayoría se ha declarado culpable de lavado de activos y ha cooperado con la justicia estadounidense.
Las sentencias van desde los ocho meses hasta más de cuatro años. Los empresarios Cinco procesados son accionistas de empresas contratistas de Petroecuador. Con el pago de sobornos, sus firmas recibieron millonarios contratos de manera irregular. A Flourish data visualisation Oil Services and Solutions, de Juan Andrés Baquerizo, obtuvo contratos por alrededor de USD 40 millones. Mientras que a Galileo Energy se le adjudicaron procesos por aproximadamente USD 38 millones. Armengol Cevallos y José Cisneros, de las firmas Vestacer S.A. y Plameri S.A. eran subcontratistas de la empresa Tesca.
Petroecuador impulsa cuatro procesos contencioso administrativos contra esta firma por irregularidades. NoLimit es la compañía que más pagó. Los sobornos que su accionista, José de la Paz, movió en Miami suman USD 8,25 millones.
Los intermediarios Cuatro personas procesadas por la justicia estadounidense fueron identificadas como intermediarios financieros, que ayudaban a mover el dinero desde las empresas contratistas hacia los funcionarios de Petroecuador. Cobraban una “tarifa” por ese servicio. Frank Chatburn es el principal identificado.
Se declaró culpable de lavado de activos y recibió una sentencia de cuatro años de prisión. Utilizaba una fachada comercial para esconder los movimientos del dinero de los sobornos.
Chatburn y sus colaboradores fabricaron falsas facturas y contratos que presentaban a las autoridades financieras para ocultar el origen ilícito de los recursos. José Larrea y Juan Sebastián Espinoza ayudaron a Chatburn en el movimiento de dinero.