Los consumidores hondureños que compran cigarrillos ilegales con su dinero están financiando a organizaciones criminales, terroristas y al contrabando ilícito, advierten los expertos.
Antilavadodedinero / laprensa.hn
El crimen organizado está detrás del contrabando, especialmente de cigarrillos, una modalidad que amenazada las inversiones, la salud pública, la economía y la seguridad de los países. Y Honduras no es al excepción.
Los cigarrillos se encuentran entre los bienes más traficados ilegalmente en el mundo. Los informes sugieren que el comercio ilícito de tabaco representa del 10 al 12% del consumo mundial de tabaco, con un volumen ilícito estimado de hasta 600 mil millones de cigarrillos ilegales.
Para la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), el comercio de mercancía falsificadas y piratedas es un delito transnacional, dirigido por negocios delictivos amplios y complejos.
Esta organización asegura que existe una clara conexión entre el comercio ilícito y otros tipos de delincuencia, como trata de personas, tráficos de drogas, corrupción y soborno y blanqueo de capitales.
Los expertos advierten a los consumidores: si comprar cigarrillos de contrabando, de las marcas ilegales identificadas en Honduras, con su dinero están financiando a organizaciones criminales y terroristas como Hezbollah, Al Qaeda, Los Zetas y las maras.
Capturas
En el mes de abril, la Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (FNAMP) capturó en la colonia 21 de abril de Comayagua a José Benito Sosa Sosa (de 43 años), a quien le decomisaron 49 cajas con más de 100 paquetes de cigarrillos de distintas marcas, un teléfono celular y un vehículos tipo pick up. El total de los cigarrillos tienen un valor aproximado de 660.000 lempiras, informaron las autoridades.
Según informe de la FNAMP, Benito, como es conocido en el mundo criminal, es supuestamente colaborador de las bandas criminales «El Güero» y «Toño Maquila», que se dedican a asaltos a camiones en carreteras de Honduras. También lo señalan de dedicarse al contrabando de cigarrillos y al contrabando ilícito en general.
En marzo de este año, mediante un retén de control antidrogas también se detuvo a dos individuos por contrabando ilícito de mercadería en la carretera que conduce hacia el Picacho a la altura de la entrada a la colonia La Estanzuela, en Tegucigalpa.
Al momento de su detención se les decomisó ocho paquetes de cigarro de la marca Modern, cuatro paquetes de cigarro de la marca Trident Red Box y tres paquetes de cigarro de la marca Marvel.
Asimismo se les incautó una caja de proyectiles de calibre 9 mm conteniendo en su interior 20 cartuchos 9 mm colo amarillo con la leyenda PN 9MM IWI y 2.505 lempiras en denominación de 100, 20, 10, 5, 2 y 1 lempiras.
Mutación
A raíz de la cuarentena que mantiene el país para evitar la propagación del coronavirus, el accionar de estas bandas criminales ha tenido que cambiar por la reducción de las actividades del sector económico del país, incluyendo el rubro del transporte y los pequeños comercios.
Al verse limitados para extorsionar a los comerciantes y transportistas, estas organizaciones criminales han tenido que buscar otras actividades ilícitas como el contrabando para agenciarse los fondos que han dejado de percibir.
Recientemente se capturó en la colonia Las Ayestas, de Comayagüela, a dos miembros activos de la organización Mara Salvatrucha en posesión de más de 50 mil lempiras en efectivo y 19 cajas de cigarrillos, con un precio estimado en el mercado de 342 mil lempiras, productos que había ingresado de contrabando.
Pero el daño social que está provocando el crimen organizado también está afectando al futuro del país, los jóvenes, quienes son reclutados para engrosar sus filas y así dedicarse a la venta de cigarrillos clandestinos de forma local, convirtiéndolos en delincuentes a temprana edad.
El contrabando también es un riesgo para la salud. Los productos ilegales contienen, además de la Nicotina, Alquitrán y Monóxico de Carbono, otros componentes a os anunciados en las cajetillas. Entre las materias orgánicas se han encontrado: aserrín de madera y azúcar. Otros componentes hallados son: gramas, heces fecales de ratas y otro animales.