El crimen organizado bajo la lupa se consolida otra forma de investigar. La Fiscalía Regional formalizó y reglamentó el funcionamiento de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos de Rosario.
Antilavadodedinero / lacapital.com.ar
La evolución del crimen organizado obliga a evolucionar las metodologías de persecución y prevención de los delitos. Y más allá de las modalidades que siempre van mostrando variantes y actualizaciones a tono con los tiempos que corren y los cambios culturales y generacionales que atraviesan a sus actores, el devenir de la escena delictiva en Rosario en los últimos años decantó un cambio obligado en las investigaciones: ya no se trata sólo de enfocar en la foto chica del hecho delictivo sino que es necesaria una mirada más amplia que identifique, además de a los responsables, sus modos de hacer, sus relaciones y conexiones.
El modo de investigar enfocando en la foto completa no excluye al otro, al de los hechos generales pero aislados entre sí, sino que abre una instancia paralela. Así, en el ámbito del Ministerio Público de la Acusación (MPA) hoy coexisten los fiscales que investigan casos puntuales según ciertas especificidades con otros cuya prioridad es relacionar los casos y ubicarlos en un mapa criminal dinámico en constante evolución.
En ese marco, la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos del MPA creada el año pasado a partir de la evolución de investigaciones que comenzaban a mostrar tramas que iban más allá de los hechos fue redefinida días atrás. Una resolución del fiscal regional Patricio Serjal la dotó de mayor formalidad y reglamentó su funcionamiento, en lo que implica un paso más en el desarrollo de nuevas formas de investigar ante nuevas problemáticas del crimen organizado.
Además de designar como jefa a la fiscal de Cámaras María Eugenia Iribarren, nombró al fiscal de Homicidios Luis Schiappa Pietra como coordinador de la labor de esta agencia con otras tres unidades: Homicidios, Investigación y Juicio, y Delitos con Imputados NN. El equipo se completa con los fiscales Matías Edery, Gisela Paolicelli y David Carizza, además de unos 15 empleados que abordan las investigaciones desde distintas especialidades en el crimen organizado.
Evolución
Según consta en la resolución de Serjal, la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos se creó como «una evolución de los grupos de trabajo» que la Fiscalía Regional había armado para investigar atentados e intimidaciones a miembros del Poder Judicial que «actuaban en causas contra organizaciones criminales», por las recordadas balaceras contra edificios judiciales y domicilios de jueces y funcionarios que habían sido parte de la investigación a Los Monos.
El escrito destaca «importantes logros» que ameritan reglamentar el funcionamiento de esa agencia para «profundizar sus investigaciones, distribuir equitativamente el trabajo y lograr una mayor coordinación de casos con otras unidades, en especial con la de homicidios».
Pero además tiene en cuenta que el encarcelamiento de jefes y miembros de las organizaciones criminales del crimen organizado no terminó con el problema sino que originó uno nuevo: las acciones —en general a los tiros— de las líneas inferiores de las bandas para reposicionarse en cada organización o bien independizarse.
Nuevas versiones
La novedad es que, lejos de ser neutralizadas, las organizaciones criminales actuales siguen manejando aún desde las cárceles empresas delictivas que mueven mucho dinero.
Eso trae aparejado un tire y afloje de permanencias y reposicionamientos, traiciones y desprendimientos, poderes y necesidades. Todo eso en un caldo que además se mezcla con corrupción institucional y lavado de dinero, broncas históricas personales con disputas territoriales de mercado, la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento y la creación de nuevos rubros delictivos.
En rigor, nuevas versiones de viejas prácticas que condimentadas con la creciente violencia que asoma por estos días en tantos ámbitos terminan arrojando como resultado esa cotidianidad de balaceras que crece a la par que se naturaliza como «medio de comunicación» en las calles rosarinas.
Sistematizar
En ese marco, la resolución de la Fiscalía Regional considera necesaria la «sistematización de la investigaciones de intimidaciones y heridos con armas de fuego», además de una mirada de los homicidios que tenga en cuenta si son parte de los enfrentamientos entre bandas y subgrupos.
«La idea es trabajar en forma más orgánica con las otras unidades fiscales. Antes se hacía de manera más rudimentaria, si un fiscal veía algo que le parecía relevante se lo comunicaba a la agencia. Ahora se estableció un fiscal coordinador y se irá sistematizando la información», explicó Iribarren, que ya estaba al frente de la agencia pero ahora su cargo fue formalizado.
La función del fiscal coordinador es analizar distintas investigaciones en curso para proponer si deben ser reasignadas a la agencia. No siempre un ataque a tiros o una balacera contra una casa se origina en el mismo cerebro, pero en los últimos dos años se ha concluido que muchos de ellos sí. La idea es que los casos en que se identifiquen «patrones delictivos comunes» se incorporen a las investigaciones complejas.
También hay hechos que directamente serán de incumbencia de la agencia, como los atentados contra funcionarios de los poderes estatales. También cuando aparezcan «funcionarios públicos que puedan formar parte de una estructura criminal organizada» o aquellos que directamente puedan atribuirse a miembros de una organización investigada. Además, la agencia abordará casos de contenido complejo por las maniobras llevadas a cabo o que tengan una repercusión social importante.
Experiencia
«En una ciudad grande y con una importante complejidad criminal como Rosario no es fácil centralizar la información. Pero la experiencia va marcando el camino», agregó Iribarren respecto de la evolución que va teniendo la agencia que surgió como un grupo de investigadores de hechos puntuales que se terminó topando con un mapa de ramificaciones hasta entonces desconocido.
En tal sentido, indicó que más allá del personal abocado a la agencia también se prevé armar equipos eventuales con fiscales de distintas unidades para investigaciones puntuales, en un marco de flexibilidad que será determinado por la problemática a abordar. Por ejemplo, algunos delitos económicos de relevancia que no tienen vinculación con las estructuras criminales conocidas pero sí un gran impacto social como las denuncias contra la corredora de granos BLD.
Desde su creación la agencia trabajó con una lógica distinta a las demás unidades fiscales, donde cada caso tiene un fiscal designado y cada fiscal tiene su equipo de colaboradores. En cambio, en la agencia los empleados no responden a un solo fiscal y los casos se trabajan en conjunto para que las investigaciones se crucen y todos estén al tanto de lo que va surgiendo.
«Esto surgió como un grupo de trabajo que se convirtió en una unidad fiscal, luego en una agencia y se podrá ir ampliando en la medida de que aparezcan nuevas necesidades de investigación que requieran otras metodologías», avizoró Iribarren.