Cuatro investigaciones de la Policía Federal de Brasil concluyeron que su país llegó marihuana uruguaya; sospechan de clubes y cultivos ilegales del país.
Antilavadodedinero / elpais.com.uy
En Brasil, la marihuana uruguaya se denomina “skunk”. Se pronuncia “escanqui”. Se trata de cannabis modificada genéticamente para aumentar su concentración de tetrahidrocanabinol (THC). Ese elemento es el componente psicoactivo del cannabis.
Desde octubre de 2019, hasta marzo de este año, la Policía Federal de Brasil realizó cuatro decomisos de “skunk” originario de Uruguay, dijo a El País el jefe de la Policía Federal de Río Grande do Sul, Alessandro Maciel Lopes.
Esos procedimientos se realizaron en la frontera Rivera-Livramento, Río Grande y en la ruta que une Chuí y Pelotas (Brasil). Las redes de tráfico de “skunk” llegan hasta el área metropolitana de Porto Alegre, dijo la Policía Federal en un reciente comunicado.
El 23 de abril pasado, la Policía Federal, la Policía Rodoviaria (Caminera) y la Receita Federal (Impositiva) detuvieron, en un control de rutina cerca de la ciudad de Pelotas, a un hombre y una mujer que transportaban 14,7 kilos de marihuana uruguaya escondidos en el interior de un auto. En un comunicado, la Policía Federal dejó entrever que la droga era uruguaya.
Un mes antes, el 19 de marzo, la incautación fue menor. La Policía Federal detectó a cinco brasileños y dos extranjeros —supuestamente uruguayos— actuando en forma sospechosa en la línea divisoria entre Rivera y Santana do Livramento.
Los cinco brasileños huyeron en un auto. Fueron capturados en una casa ubicada del lado brasileño. Tenían medio kilo de “skunk”. Otra vez los investigadores supusieron que la marihuana provenía de cultivos uruguayos.
El 2 de mayo último, la Policía Rodoviaria Federal (Caminera) detuvo a un uruguayo de 63 años que viajaba por una ruta cerca de Itaquirai, Mato Grosso do Sul. Ocultos tras los tapizados del auto, los policías encontraron 46 kilos de marihuana y siete de “skunk”.
“Supuestamente esa persona vino a Brasil desde Uruguay. Esa es la información que manejamos acá”, dijo Maciel Lopes.
La pregunta es, ¿de dónde sale esa marihuana, supuestamente uruguaya, con su genética modificada?
Maciel Lopes dijo que, todavía no se tiene confirmación, pero se sospecha que la droga proviene de clubes cannábicos que venden a traficantes el exceso de stock.
Un estudio publicado en 2017 por la Facultad de Ciencias Sociales y Monitor Cannabis, titulado “Línea de base para la evaluación y monitoreo de la regulación del cannabis recreativo en Uruguay”, señala que, entre 2012 y 2016, hubo un incremento sostenido de incautaciones de plantas por parte de la Policía uruguaya.
Citando a fuentes de la Brigada Antidrogas, la investigación sostuvo que estas incautaciones de plantas se realizan a partir de denuncias de vecinos o cuando se allanan viviendas de organizaciones dedicadas al tráfico.
“Esto puede ser un indicador de la existencia de dos fenómenos recientes: un incipiente mercado local de cultivadores que venden su producción a organizaciones que están intentando competir con el producto legal”, afirma el informe.
Otra posibilidad manejada por la Policía uruguaya es que se trata de cultivos ilegales de marihuana.
Un ejemplo de ello fueron dos operativos realizados en enero de 2019 en Bella Unión y en Lavalleja por la Brigada Antidrogas. Los policías incautaron 354 plantas de cannabis en ambos procedimientos. Unas 100 estaban dentro de invernáculos.
En por lo menos tres comunicados de prensa, la Policía Federal brasileña anunció que las informaciones recogidas sobre el ingreso de marihuana uruguaya iban a ser trasmitidas a Uruguay.
Droga uruguaya.
Maciel Lopes, jerarca máximo de la Policía Federal del estado de Río Grande do sul explicó a El País que las incautaciones de “skunk” se hicieron en operativos de rutina en ciudades o rutas brasileñas cercanas a la frontera con Uruguay.
-¿Qué es el “skunk”?
-Es una planta de marihuana modificada genéticamente. El cultivo tiene un tratamiento diferenciado también. La principal importancia de ese tipo de droga es la concentración de THC, que es mucho mayor que la de una marihuana común. El “skunk” es cultivado en laboratorios y con estufas. En América Latina, su producción es menor a la de la marihuana común, pero su efecto en la persona que la consume es mayor. La persona que la busca es porque tiene una mayor concentración de THC.
-¿Esa droga incautada en Brasil, el “skunk”, podría venir de Uruguay?
-Sí. Las investigaciones realizadas hasta el momento demostraron que el origen de la droga es Uruguay.
-¿De qué montos fueron las incautaciones de “skunk” uruguayo?
-La última fue de 15 kilos. Ese procedimiento ocurrió el 24 de abril de 2020. Se creía que lo decomisado en una auto era menor cantidad. Después que se trasladó el auto a la sede de la Policía Federal, se constató que había más drogas dentro del vehículo.
-¿En qué lugar se realizó la captura de ese auto?
-Ese auto ingresó a Brasil por el Chuy. Y fue detenido e incautado entre las ciudades de Chuí (Brasil) y Pelotas.
-También ocurrieron decomisos de “skunk” en otras zonas cercanas a la frontera con Uruguay.
-Sí. Fueron hechas capturas de esa droga desde octubre de 2019 para acá. Se realizaron seis decomisos de “skunk” supuestamente proveniente de Uruguay. En algunos casos, tenemos la confirmación de que vino de Uruguay y en otros todavía no. Es decir, parte de la droga decomisada provino de Uruguay. Principalmente decomisamos droga que vino desde Uruguay por el Chuy y también por Rivera. En marzo de este año, hicimos una captura de “skunk” en Río Grande, supuestamente también ingresó a Brasil por el Chuy. También realizamos un decomiso de esa droga en Santo Ángelo (ciudad ubicada en el estado de Río Grande do Sul a 440 kilómetros de la frontera con Uruguay). No tenemos aún la confirmación de que esa droga decomisada es originaria de Uruguay, pero puede existir esa posibilidad. Además realizamos una incautación de droga en Santa Cruz do Sul. Todavía no está confirmado que el “skunk” es uruguayo. Pero tenemos dos incautaciones de “skunk” en octubre de 2019 y en marzo de 2020 en Río Grande, otra en Livramento y otra en Pelotas. Las cuatro investigaciones concluyeron que el origen de la droga era Uruguay.
-¿La sobreproducción de algunos clubes cannábicos pudo ser derivada hacia Brasil?
-No tenemos esa información. Pero uno de los indicadores es ese. En Uruguay hay clubes de cannabis con una producción legal. Tal vez está sobrando parte de esa producción o hay clubes que no cumplan con las normas uruguayas sobre producción y la venden con la intención de lucrar.
Venta local de cannabis regulado sigue al alza
El mercado regulado de cannabis, en Uruguay, sigue sumando personas registradas. Antes de que la pandemia de COVID-19 enlenteciera la marcha de distribución, eran 53.399 los uruguayos que accedían a la marihuana por la vía legal. Las farmacias siguen siendo la vía más demandada: 40.604 personas, que totalizan 4.205 gramos comercializados, en promedio, cada día. A su vez, hay 8.120 autocultivadores, y entre los 158 clubes cannábicos reúnen a 4.675 socios.
Un policía que conoce la frontera con Uruguay
Oriundo de Santana do Livramento, el jefe de la Policía Federal de Río Grande do Sul, Alessandro Maciel Lopes, conoce muy bien la frontera de Brasil y Uruguay. Hoy Maciel Lopes es el jerarca máximo de la Policía Federal en ese estado. En 2019, el delegado jefe fue el representante regional de la Policía Federal en la seguridad de la Copa América que se jugó en Brasil.
Antes de ocupar su actual cargo, Maciel Lopes fue jefe de Inteligencia de la Superintendencia Regional de la Policía Federal de Río Grande do Sul entre 2018 y 2019. En esos dos años y en forma simultánea, ocupó la titularidad de la Representación Regional de Interpol en ese estado brasileño que limita con Uruguay. Entre 2009 y 2018, Maciel Lopes fue el jefe de la Policía Federal de Santana do Livramento, lo que lo llevó a dirigir múltiples procedimientos en la frontera con Uruguay. Desde 2008 y hasta la fecha, es profesor de Derecho Procesal Penal y Derecho Constitucional en la Universidad de Campanha. Actualmente está de licencia en ese cargo.
También fue docente de la Academia Nacional de Policía de Brasil entre los años 2014 y 2019. El jerarca policial de la Policía Federal posee una maestría en Ciencias Criminales de la Pontificia Universidad Católica de Río Grande do Sul. Y se especializó en Derecho Procesal Penal en la Escuela Paulista de Magistratura.
Según su currículum, Maciel Lopes actúa en los siguientes temas: Derecho Procesal Penal, investigación criminal, contrabando, crimen organizado y delitos transfronterizos.