Mnangagwa de Zimbabwe envuelto en escándalos de corrupción, aun cuando prometió luchar contra la corrupción después de asumir el poder mediante un golpe militar en noviembre de 2017, hoy está bajo escrutinio por los turbios acuerdos que involucran a sus asociados.
Antilavadodedinero / El correo de Zimbabwe
Mnangagwa asumió el poder después de que el ejército lanzó una operación militar aparentemente para eliminar a los «criminales» que rodeaban al ex presidente Robert Mugabe antes de consolidar el poder en una controvertida elección en 2018.
Pero los casos de corrupción en el país desde la partida de Mugabe continúan aumentando.
Al dar su primer discurso sobre el estado de la nación en diciembre de 2017 después del golpe, Mnangagwa dijo que tendría «tolerancia cero» a la corrupción, buscando trazar una línea bajo años de corrupción endémica e impunidad.
«La corrupción sigue siendo la principal fuente de algunos de los problemas que enfrentamos como país y su impacto retardante en el desarrollo nacional no puede exagerarse», dijo Mnangagwa en una sesión conjunta de las dos Cámaras del Parlamento del país.
“En casos individuales de corrupción, cada caso debe ser investigado y castigado de acuerdo con los dictados de nuestras leyes. No debería haber vacas sagradas. Mi gobierno tendrá cero tolerancia hacia la corrupción y esto ya ha comenzado ”.
Pero bajo la supervisión de Mnangagwa, poderosos carteles han capturado al gobierno, que durante el último mes ha sido sacudido por los escándalos de adquisiciones de Zupco y Covid-19.
Los casos de corrupción contra los pesos pesados políticos de la administración anterior y actual no se han logrado, sin condenas de quienes fueron acusados de malversación de fondos del gobierno, abuso de cargos, fraude y otras actividades corruptas.
Desde 2017, la mayoría de los casos judiciales que involucran a la élite política, incluidos Ignatius Chombo y Prisca Mupfumira, arrestados por presunta corrupción y abuso de cargos aún no se han concluido. La Comisión Anticorrupción de Zimbabwe ha sido acusada de jugar un juego de atrapar y liberar.
El portavoz interino de Zanu-PF, Patrick Chinamasa, amenazó ayer a los medios por lo que describió como el tráfico de información que empaña la imagen del presidente y la primera familia.
El partido gobernante, que dice defender la lucha contra la corrupción, no se ha pronunciado en contra de las irregularidades en las adquisiciones.
Más bien, ha castigado a sus miembros por nombrar y avergonzar a las personas corruptas vinculadas al partido, como fue el caso de los líderes juveniles Pupurai Togarepi, Godfrey Tsenengamu y Lewis Matutu, que fueron despedidos por denunciar la corrupción.