Juan Pablo Rodríguez C., Andrés M. Castro F, y René M. Castro V, nos traen un interesante y completo trabajo de investigación sobre el contrabando, el lavado de dinero, narcotráfico, financiamiento al terrorismo y demás delitos relacionados con el crimen organizado.
Antilavadodedinero / Ricsmanagement
El contrabando conocido también en algunas legislaciones como el comercio ilícito o ilegal es el transporte ilegal de objetos, sustancias, información o personas, a través de una frontera internacional, en violación de las leyes aplicables u otras regulaciones.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), considerado en su sentido más amplio, “el comercio ilícito es un intercambio en el control o posesión de un bien o servicio que una legislatura considera ilegal[1]”. En la mayoría de las legislaciones, el contrabando está considerado como un delito fuente del lavado de activos.
Para el efecto, vale la pena mencionar el World Atlas of Illicit Flows[2] editado por Interpol, RHIPTO y el Global Initiative Against Transnational Organized Crime en 2018, en el se hace alusión a las más de mil rutas de contrabando en todo el mundo de bienes y servicios asociados con delitos ambientales, minería legal, narcotráfico, tráfico de combustibles, tráfico de especies animales, y tráfico de personas que sirven para financiar los conflictos y el terrorismo; ejemplo de ello son los 35.000 millones de dólares que mueven la fusión de los grupos terroristas al-Qaeda Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) en Siria y Jama’at Nasr al-Islam wal Muslimin (JNIM) en Sahel derivados del cobro de impuestos ilegales, donaciones, secuestros extorsivos, extorsión, tráfico de drogas y contrabando de falsificaciones de cigarrillos.
Por otro lado, se debe hacer mención al Trade-Related Illicit Financial Flows in 135 Developing Countries: 2008-2017 editado en marzo de 2020 por el Global Financial Integrity, según el cual dentro del concepto de “flujos ilícitos financieros” se incluyen varias tipologías como facturación indebida (subfacturación y sobrefacturación), contrabando, evasión fiscal, etc., aunque dicho reporte solo se refiere a la facturación indebida y dice que los países altamente dependientes de la importación de bienes manufacturados crea fuertes incentivos para el comercio incorrecto y el contrabando en el que los comerciantes pueden obtener ganancias significativas de las importaciones que no se facturan (a menudo la forma más común de facturación errónea del comercio) si pueden eludir los aranceles de importación y otras barreras diseñadas para proteger la fabricación naciente de algunas industrias, además del hecho de que las autoridades aduaneras en los países en desarrollo a menudo carecen de las capacidades y los recursos para abordar eficazmente sobre flujos ilícitos financieros relacionados con el comercio y en algunos casos, los grandes beneficios generados por dichos recursos se reciclan a través de complejas redes cliente-cliente utilizando los sistemas de facturación.
Debido a la relación ineludible entre el contrabando y el lavado de activos que afecta directamente el comercio exterior, el Grupo Unidades de Inteligencia Financiera de Egmont y la Organización Mundial de Aduanas (OMA) acaban de publicar el “Manual de Cooperación de Aduanas – Unidades de Inteligencia Financiera (UIF)[3]“, cuyo objetivo es promover aún más la cooperación entre las Unidades de Inteligencia Financiera (UIF) y los Servicios de Aduanas para interrumpir efectivamente las actividades transfronterizas de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. El Manual destaca los desafíos comunes contra el lavado de dinero y brinda recomendaciones a los servicios de Aduanas y UIF sobre temas que incluyen:
- Contrabando y ocultamiento de divisas, o el equivalente de divisas, y gemas y metales preciosos;
- Lavado de dinero basado en el comercio y;
- Sistemas de transferencia de dinero o valores y sistemas alternativos de remesas.
Según el Grupo Egmont, los flujos financieros ilícitos son una amenaza creciente tanto para la seguridad global como para la integridad del sistema financiero global. Las administraciones aduaneras y las Unidades de Inteligencia Financiera (UIF) se encuentran en una posición única para contrarrestar el transporte físico transfronterizo oculto de divisas, los instrumentos negociables al portador y equivalentes de divisas en grandes volúmenes, así como las actividades de lavado de dinero basadas en el comercio que están siendo orquestadas por organizaciones criminales transnacionales y grupos terroristas.
De acuerdo con el Informe de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) titulado: “Illicit Trade Report 2018[4]”, el tráfico ilícito de diferentes productos sigue afectando la paz y la seguridad mundiales, desestabilizando las economías y amenazando la salud y la seguridad de las poblaciones.
La interrupción de los flujos de comercio ilícito es un proceso muy complejo y de múltiples partes interesadas, que involucra a muchas fuerzas del orden y a otras agencias gubernamentales. En 2018, un total de 154 países informaron sus incautaciones a la OMA a través de un canal especializado, la Red de Control de Aduanas (CEN).
Las administraciones de aduanas continúan contribuyendo a la interrupción de los flujos de comercio ilícito a través de actividades de aplicación de la ley más fuertes y concertadas, lo que resulta en miles de incautaciones de productos prohibidos y restringidos.
Si bien las incautaciones, por sí mismas, no pueden prevenir o detener por completo el comercio ilícito, pueden servir como un elemento disuasorio activo y aumentar el costo de las transacciones ilícitas, lo que en teoría desincentivaría el contrabando.
El comercio transfronterizo ilegal puede causar pérdidas financieras tanto para los comerciantes legítimos como para los gobiernos, al tiempo que impacta negativamente en otras áreas, como la gobernabilidad y los objetivos de desarrollo.
Según el estudio de 2019 de la Alianza Transnacional para Combatir el Comercio Ilícito (TRACIT, por sus siglas en inglés), titulado: “Mapping the Impact of Illicit Trade on the United Nations Sustainable Development Goals[5]”, en las últimas décadas, el comercio transfronterizo se ha expandido significativamente, apoyando el aumento del nivel de vida en todo el mundo, pero al mismo tiempo, la expansión del comercio legal ha estado acompañada por la aparición alarmante del comercio ilícito, con estimaciones que lo cuantifican y lo asocian con las actividades delictivas transnacionales entre el 8 y el 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
Desde el contrabando, la falsificación y la evasión fiscal, hasta la venta o posesión ilegal de bienes, servicios, humanos y vida silvestre, el comercio ilícito está comprometiendo el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de manera significativa, desplazando la actividad económica legítima, privando a los gobiernos de los ingresos por inversiones en servicios públicos vitales, que desplazan millones de empleos legítimos y causan daños irreversibles a los ecosistemas y a las vidas humanas.
A medida que el comercio ilícito debilita la viabilidad y sostenibilidad de las industrias, diluye simultáneamente las contribuciones del sector privado para lograr los ODS. Por ejemplo, el comercio ilícito es una forma de competencia desleal que socava las contribuciones del sector privado al crecimiento económico y al empleo.
Ahoga el crecimiento del mercado, sabotea las cadenas de suministro mundiales, derrocha los recursos naturales y pone en peligro la seguridad del mercado.
Los productos falsos y los materiales inferiores en las cadenas de suministro perjudican a los consumidores y empañan la percepción del consumidor del desempeño de la responsabilidad social corporativa (RSC). En algunos casos, plantea amenazas importantes para la seguridad del personal y las instalaciones, todo lo que se suma al aumento de los costos de hacer negocios.
En aquellos países donde la proliferación del comercio ilícito crea inestabilidad socioeconómica, disminuye la inversión del sector privado, se frena la investigación y el desarrollo (I + D) y desalienta la transferencia de tecnología.
Una de las preocupaciones de los gobiernos ha sido lo que significa el comercio electrónico con relación al contrabando, a los impuestos, a los controles y a las actividades ilícitas derivadas de ello.
Es importante resaltar que las tecnologías digitales como la inteligencia artificial, el Internet de las cosas, la fabricación aditiva (particularmente la impresión 3D) y el Blockchain[6] son contextos que en términos del comercio se han logrado, gracias al aumento exponencial de la potencia informática, el ancho de banda y la información digital que ha llegado al mundo gracias al crecimiento de la industria 4.0 y que hoy influye de manera importante en las transacciones que se hacen en el comercio internacional.
De hecho y según el Reporte de la Organización Mundial del Comercio[7], las tecnologías digitales están reconfigurando los hábitos de los consumidores precisamente al cambiar las compras en línea a partir del uso generalizado de dispositivos habilitados para Internet que proporcionan a los consumidores acceso directo a los mercados en línea y más aún hoy, que se afrontan retos y cambios para la forma como el mercado consume bienes y servicios a nivel global, impulsados por un fenómeno que ha llevado a incrementar las transacciones en línea más allá de lo que tradicionalmente venían adelantando los negocios de las organizaciones locales independientemente de su tamaño, sea grande, pequeña o mediana.
Esto hace que el papel de las Aduanas ante el gran volumen de mercancías que se manejan a nivel global demande mejores controles para evitar posibles fraudes y delitos que puedan presentarse en las operaciones de comercio exterior.
Las tecnologías digitales permiten una entrada más fácil y una mayor diversidad de productos, lo que facilita a las empresas producir, promover y distribuir sus productos a un costo menor pero también un papel mucho más preponderante tanto de las empresas como de los entes de control para realizar un seguimiento a este tipo de operaciones y lo que pueda surgir tras estas transacciones, particularmente en países como China, en donde organizaciones como Ali Express mueven enormes cantidades de mercancía a nivel global procedente de este país.
Para la Organización Mundial del Comercio, a pesar de los beneficios de las tecnologías digitales, también se están suscitando una serie de preocupaciones, incluidas por ejemplo la concentración del mercado, la pérdida de amenazas a la privacidad y la seguridad, la brecha digital, la evasión fiscal y el contrabando.
La amplia adopción de tecnologías digitales cambia la composición del comercio de servicios y bienes, y redefine los derechos de propiedad intelectual en el comercio. Esto igualmente no debe desligarse de los riesgos implícitos en este las transacciones comerciales internacionales.
Por ello y de manera paralela, la Cámara de Comercio Internacional estableció una actualización sobre las operaciones de comercio exterior que rigen en los contratos de compraventa internacional con los INCOTERMS® 2020[8].
Al implementar y alineado con los medios de control, el cumplimiento de requisitos de salida y, de entrada, dependiendo de los compromisos adquiridos entre comprador y vendedor, hace que se determinen de igual forma y de manera clara los riesgos y responsabilidades asumidos en la operación de comercio exterior.
Esto significa que más que un ejercicio de cálculo de costos es quien se hace responsable y donde se transfiere el riesgo en una operación de este tipo, con todo lo que ello significa y con las condiciones de seguridad que se dan en las transacciones, no solamente desde el movimiento de una mercancía, sino también desde el punto de vista de las obligaciones adquiridas para el pago correspondiente por la operación internacional.
Esto no solo queda en la verificación del cumplimiento de requisitos establecidos por la Aduana, sino también en la garantía de que la mercancía cumple con los estándares y protocolos de seguridad que demanda no solo el transporte local sino también el transporte internacional para evitar actividades ilícitas que se pueden generar por falta de control, monitoreo y seguimiento en la operación.
Además, hoy más que los bienes, los servicios también están tomando una posición importante en el comercio mundial. Dentro de las proyecciones de la Organización Mundial del Comercio se espera que aumente la importancia de los servicios en la composición del comercio internacional, posiblemente con una participación que puede pasar del 21% al 25% para 2030 y es que la digitalización como un elemento de la transformación digital que atraviesa el mundo hoy, ha llevado a una disminución en el comercio de bienes digitalizables (por ejemplo, CDs, libros y periódicos) con la posibilidad que la tendencia continúe gracias a la tecnología de impresión en 3D.
Por ello, es probable que la regulación de los derechos de propiedad intelectual, los flujos de datos, la privacidad, así como la calidad de la infraestructura digital, emerjan como nuevas fuentes de ventaja competitiva no solo para las empresas sino también para los gobiernos con el fin de armonizar sus actividades de control.
Según el estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), denominado “Flujos financieros ilícitos en América Latina y el Caribe[9]”, las estimaciones realizadas muestran que las salidas financieras ilícitas, originadas en la manipulación de los precios de comercio, desde la región han ido aumentando con el tiempo.
Durante el año 2013, éstas llegaron a más de 100 mil millones de dólares y en el acumulado de diez años, entre 2004 y 2013, representaron el 1,8% del PIB regional y el 3,1% del valor total de comercio exterior, lo que implica 765.000 millones de dólares durante ese periodo. Una aproximación a los ingresos fiscales que se podrían percibir en caso de controlar y gravar estas actividades ronda el 0,5% del PIB, es decir, unos 31.000 millones de dólares anuales.
Fuente: CEPAL, Flujos financieros ilícitos en América Latina y el Caribe
Según el estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) “Illicit Financial Flows from Developing Countries: Measuring OECD Responses[10]”, la lucha contra los flujos financieros ilícitos depende de la calidad de las reglamentaciones nacionales, su implementación y si cumplen con las mejores prácticas internacionales. Este informe destaca el desempeño de los países de la OCDE frente a los estándares internacionales esenciales para contrarrestar los flujos financieros ilícitos.
Se enfoca en cinco áreas de política: lavado de dinero, evasión de impuestos, soborno, recuperación de activos y el papel de las agencias donantes. Los análisis proporcionan una medida del desempeño de los países de la OCDE en la lucha contra los flujos financieros ilícitos.
Dentro de los hallazgos del estudio está el tema del lavado de dinero que determina que los flujos financieros ilícitos a menudo salen de los países en desarrollo a través del sistema financiero comercial. A través de este sistema, los fondos se lavan para ocultar su origen.
Los regímenes antilavado de dinero y contra la financiación del terrorismo (ALD/CFT) son herramientas efectivas para evitar que los principales bancos y centros financieros mantengan, reciban, transfieran y administren fondos ilícitos.
El estudio también confirma que los regímenes antilavado de dinero de los países de la OCDE han mejorado desde que se estableció el primer conjunto de Recomendaciones en 2003, pero no de manera uniforme. En promedio, el cumplimiento de los países de la OCDE con las Recomendaciones centrales del GAFI es bajo.
El informe sugiere que los países deben fortalecer sus regímenes de regulación y supervisión, y apliquen plenamente las nuevas Recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) del 2012.
Otro de los hallazgos del Informe es insistir en combatir la evasión fiscal internacional porque es una fuente importante de flujos financieros ilícitos de los países en desarrollo y para combatir los delitos fiscales, el intercambio efectivo de información entre países es esencial.
En un articulo nuestro publicado en la Edición No. 79 de la Revista Internacional Legis de Contabilidad y Auditoría, titulado: “Evasión Fiscal y Lavado de Activos”, decíamos que se debería estrechar la cooperación entre las administraciones tributarias, el sistema judicial, las unidades de inteligencia financiera para efectuar investigaciones que contemplen todas las variables dadas por la evasión fiscal, el lavado de activos y los flujos financieros ilícitos.
El Informe de la OCDE, también determinó que por soborno internacional se estima que cada año se pagan 1 billón de dólares en el mundo. La reducción del soborno reduce las oportunidades de ganancias ilícitas y, por lo tanto, de flujos financieros ilícitos. La Convención Antisoborno de la OCDE de 1997 aborda el lado de la oferta: los que pagan sobornos. La criminalización de los que pagan sobornos fuera de los países en desarrollo, así como su enjuiciamiento efectivo, es fundamental para disminuir esta fuente de flujos financieros ilícitos.
En un articulo anterior nuestro titulado: “Sistema de Administración de Riesgo de Soborno Trasnacional[11]”, decíamos que las empresas deberían incentivar más los programas de cumplimiento preventivo contra el soborno y efectuar evaluaciones de riesgo y cumplimiento que deberían incluir los riesgos y consecuencias del soborno.
Así mismo, como lo mencionamos en nuestro articulo: “Colombia: Evaluación Nacional de Riesgo (ENR) de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo 2019[12]”, la Unidad de Información y Análisis Financiero de Colombia (UIAF), en la Evaluación Nacional de Riesgo (ENR) de Colombia, encontró en el análisis de la amenaza de lavado de activos que el nivel más alto de amenaza correspondió a:
i. Actividades asociadas a contrabando, lavado de activos y narcotráfico;
ii. Explotación ilegal de yacimientos mineros y el uso de maquinaria amarilla para la actividad minera; y
iii. Comercialización de metales y piedras preciosas.
Colombia actualizó su ley anti-contrabando en el año 2015 con la Ley 1762[13] que tiene por objeto modernizar y adecuar la normativa existente a la necesidad de fortalecer la lucha contra la competencia desleal realizada por personas y organizaciones incursas en operaciones ilegales de contrabando, lavado de activos y defraudación fiscal y adecuar la legislación colombiana necesaria para prevenir, controlar y sancionar el contrabando, la defraudación fiscal y el favorecimiento de esas conductas, para fortalecer la capacidad institucional del Estado.
Una de las particularidades de esta ley fue incluir a los auditores externos (en Colombia, llamados Revisores Fiscales) como parte de las Actividades y Profesiones No Financieras Designadas (APNFD), a registrarse ante la Unidad de Información y Análisis Financiera (UIAF) y reportar operaciones sospechosas (ROS) de sus clientes en el ejercicio de su cargo de auditor externo.
Por todo lo expuesto anteriormente, es que el documento Manual de Cooperación de Aduanas – Unidades de Inteligencia Financiera (UIF), del Grupo Unidades de Inteligencia Financiera de Egmont (o Grupo Egmont) y la Organización Mundial de Aduanas (OMA) se convierte en una herramienta muy importante que las Aduanas y las Unidades de Inteligencia Financiera (UIF) de cada país, las empresas de comercio exterior, las empresas logísticas y todos los sectores involucrados deberían considerar para disminuir el contrabando y mitigar el riesgo de lavado de activos y financiación del terrorismo.
Ahora vamos a analizar dicho documento:
Las organizaciones criminales transnacionales (OCT) y las organizaciones terroristas (OT) se involucran en innumerables actividades para fomentar la generación de ingresos ilícitos, como el tráfico de armas, el tráfico de narcóticos, el contrabando general, el fraude aduanero, la malversación de fondos, el fraude por propiedad intelectual, la falsificación de alimentos y el fraude farmacéutico, etc. Los fondos ilícitos que se generan a través de estas y otras actividades delictivas son el objetivo final de toda la actividad de las organizaciones criminales transnacionales (OCT) y las organizaciones terroristas (OT).
El lavado exitoso de estos fondos es crucial para estas organizaciones para mantener sus actividades delictivas ilegales y beneficiarse del producto del delito.
Al diseñar y distribuir este Manual, el objetivo de la OMA y el Grupo Egmont es proporcionar una herramienta y guía de referencia antilavado de dinero (ALD) y contra la financiación del terrorismo (CFT) muy práctica y actual para todas las UIF y los Servicios de Aduanas que mejorarán sus capacidades para combatir el delito financiero y el lavado de dinero, en el ámbito aduanero.
Las UIF tienen un papel crucial en el régimen ALD/CFT. Las tareas principales de las UIF son la recopilación de información, el análisis y la evaluación de la información recopilada y, en última instancia, su difusión a las autoridades policiales, fiscales, otras autoridades competentes y a las UIF extranjeras.
Según la Recomendación No. 29 del Grupo de Acción Financiera Internacional – GAFI[14], los países deben establecer una Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para que sirva como centro nacional para la recepción y análisis de informes de transacciones sospechosas (ROS) y otra información en relación con el lavado de dinero y los delitos determinantes asociados, así como las actividades relacionadas con el financiamiento del terrorismo:
“OPERATIVO Y ORDEN PÚBLICO
- Unidades de Inteligencia Financiera
Los países deben establecer una Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que sirva como un centro nacional para la recepción y análisis de: (a) reportes de transacciones sospechosas; y (b) otra información relevante al lavado de activos, delitos determinantes asociados y el financiamiento del terrorismo, y para la comunicación de los resultados de ese análisis. La UIF debe ser capaz de obtener información adicional de los sujetos obligados, y debe tener acceso oportuno a la información financiera, administrativa y del orden público que requiera para desempeñar sus funciones apropiadamente.” (el subrayado es nuestro)
Considerando que una gran proporción de la información analizada por las UIF tiene dimensiones internacionales, es crucial proporcionar un marco adecuado para el intercambio de información entre UIF extranjeras. Además de la Recomendación 40 del GAFI, los Principios de Egmont para el intercambio de información entre las UIF se consideran la base del intercambio internacional de información bilateral y multilateral entre las UIF.
Por su parte, los Servicios de Aduanas están en una posición única para combatir el lavado de dinero, ya que son la punta de lanza con respecto al movimiento internacional de bienes y productos ilícitos, así como a la moneda y sus equivalentes.
Según el Manual de Cooperación de Aduanas – Unidades de Inteligencia Financiera (UIF), las modalidades de lavado de dinero en el escenario internacional se han vuelto cada vez más complejos en los últimos años, ya que la tecnología y los métodos de transferencia monetaria han ofrecido a los delincuentes medios más rápidos y alternativos para mover sus ganancias obtenidas ilegalmente.
Estos métodos de lavado de dinero en el escenario internacional varían del esquema antiguo de contrabando de efectivo a granel; al movimiento de fondos ilícitos dentro de tarjetas de valor almacenado; a la conversión de fondos ilícitos en bienes comerciales y su posterior integración en el comercio internacional; a la transferencia electrónica de dinero sucio a través de la banca, el negocio de remesas de dinero o los sistemas hawala[15].
Otros métodos desafiantes para las autoridades cuando se trata del movimiento físico de los ingresos ilícitos incluyen el movimiento de activos en el ámbito “virtual”, que puede almacenarse de forma variable en billeteras virtuales, dispositivos móviles, computadoras personales y otro hardware de tecnología de la información.
Este Manual de Cooperación de Aduanas y UIF servirá como una guía de orientación para esas autoridades así como para otras autoridades de aplicación de la ley (como ciertos servicios de la Policía Nacional) con competencias en investigaciones transfronterizas relacionadas y abordará los mecanismos y prácticas institucionalizadas mediante los cuales los Servicios de Aduanas y las UIF pueden colaborar de manera más efectiva para atacar y desmantelar las organizaciones criminales transnacionales (OCT) y las organizaciones terroristas (OT) que participan en actividades internacionales de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.
El Manual hace énfasis en las siguientes tipologías de lavado de dinero:
- Contrabando y ocultamiento de divisas (contrabando de efectivo a granel), equivalentes de divisas, gemas y metales preciosos
Descripción: La identificación, la incautación y la confiscación de efectivo ilícito siguen siendo algunos de los principales puntos focales de las autoridades encargadas de combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Las organizaciones criminales transnacionales (OCT) y las organizaciones terroristas (OT) continúan generando grandes cantidades de efectivo ilícito, de las cuales se utilizan porciones significativas para facilitar y continuar sus actividades ilegales.
Según el informe del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), titulado: “Money Laundering Through the Physical Transportation of Cash[16]” el efectivo sigue siendo un medio importante de pago en todo el mundo, con un estimado de 4 billones de dólares en varias monedas en circulación. Esto, a pesar de la disponibilidad de una variedad de métodos de pago que no son en efectivo y el desarrollo continuo de alternativas nuevas e innovadoras para los pagos sin efectivo.
El transporte físico de efectivo a través de una frontera internacional es una de las formas más antiguas de lavado de dinero y todavía se usa ampliamente en la actualidad. Los delincuentes a menudo optan por eliminar sus activos ilícitos de su cuenta bancaria para romper el rastro de auditoría al transportarlo a otro país para gastarlo o reintroducirlo en el sistema bancario y además porque puede usarse o moverse fácilmente sin depender de la tecnología.
El informe contiene varios estudios de casos reales para ilustrar estas técnicas, que van desde el transporte de grandes cantidades en bajas denominaciones por carga o correo, hasta el transporte de pequeñas cantidades de efectivo, pero a menudo en billetes de alta denominación en una persona.
El informe también identifica los principales desafíos que enfrentan las fuerzas del orden, las aduanas y otras agencias para detectar e interrumpir el transporte físico de efectivo.
En Colombia, por ejemplo, se han venido intensificando los controles al ingreso de dinero mediante operaciones encubiertas con cooperación internacional. En 2016, trece personas fueron capturadas en el país durante el desarrollo de la operación Pájaro Azul, realizada entre la Fiscalía General de la Nación[17], la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, la Guardia Civil Española, la Policía de México, la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional de Colombia y la aerolínea Avianca.
Entre las 13 personas capturadas se encontraban cinco auxiliares de vuelo, y ocho particulares, que se dedicaban a transportar hacia Colombia dólares y euros de procedencia ilícita desde España, Estados Unidos y México, entre otros. Se realizaron siete incautaciones por 1´297.143 dólares y 823.389 euros, que se suman a las incautaciones realizadas en Colombia y México, que superan los 7.000 millones de pesos colombianos. Cinco de estas acciones se dieron en el aeropuerto internacional Eldorado de Bogotá.
Existen varias fuentes para la generación de moneda ilícita. Según este informe de 2015 del GAFI, las actividades generales de contrabando ocupan el segundo lugar en la lista de delitos determinantes de generación de efectivo, detrás del tráfico de drogas. El fraude fiscal ocupa el tercer lugar en esta encuesta:
Delitos específicos que generan ingresos en efectivo
Fuente: GAFI – Money Laundering Through the Physical Transportation of Cash
Aunque el efectivo se puede pasar de contrabando a todas las monedas, la preferencia de los lavadores de dinero profesionales, las organizaciones criminales transnacionales (OCT) y las organizaciones terroristas (OT) es mantener la moneda en forma de “moneda fuerte”. Las monedas fuertes ampliamente reconocidas hoy en día son el dólar estadounidense, el euro, el yen, la libra esterlina británica y el franco suizo.
Según el informe del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), titulado: “Professional Money Laundering[18]”, los lavadores de dinero profesionales son individuos, organizaciones o redes que, por una tarifa, ayudan a los delincuentes a lavar el producto del delito.
Este informe identifica los diversos roles y funciones que son necesarios para operar un “negocio” profesional de lavado de dinero. Utilizando los estudios de caso recopilados, identifica una variedad de diferentes organizaciones y redes de lavado de dinero.
Los lavadores de dinero profesionales utilizan una variedad de herramientas y técnicas de lavado de dinero, tales como lavado de dinero basado en el comercio, mecanismos de administración de cuentas y plataformas bancarias subterráneas y alternativas. Para dar una apariencia de legitimidad a sus actividades, los lavadores de dinero profesionales pueden trabajar con individuos corruptos que se especializan en la prestación de servicios legítimos (por ejemplo, banqueros, abogados, contadores) además de su actividad criminal de lavado de dinero.
El Manual proporciona una serie de recomendaciones específicas para cada modus operandi identificado a continuación. El objetivo principal de estas recomendaciones es proporcionar a los Servicios personalizados y a las UIF una guía práctica sobre cooperación efectiva y sugerir medidas para abordar los problemas más inminentes que pueden poner en peligro sus actividades ALD/CFT en áreas de interés común.
Modus Operandi[19]: Los modus operandi más frecuentes utilizados para transportar divisas comprenden:
- Ocultamiento por el pasajero,
- Ocultamiento dentro de la carga, vehículos, embarcaciones y aeronaves; y
- Ocultamiento por correo.
Estos modus operandi se usan típicamente para el contrabando de divisas, equivalentes de divisas (por ejemplo, cheques personales, cheques bancarios oficiales, giros postales, cheques de viajero, bonos al portador, etc.), así como gemas y metales preciosos. Los siguientes son algunos de los métodos más frecuentes:
Ocultamiento por el pasajero: Este es el método más común de transporte ilícito de divisas. La moneda comúnmente se puede ocultar en el cuerpo de la persona, dentro del equipaje de mano; dentro del equipaje facturado; y en casos extremos, incluso internamente.
Recomendaciones para Aduanas: El Manual proporciona varias recomendaciones prácticas para los Servicios de Aduanas y sus funcionarios. La mayoría de estas recomendaciones, al estar específicamente dedicadas a estas autoridades y de esencia sensible, no se incluyen en el resumen público del Manual. Las recomendaciones no sensibles son las siguientes:
- Proporcionar el régimen de capacitación necesario para los oficiales e investigadores de aduanas de primera línea, para incluir métodos de lavado de dinero relacionados con el movimiento de divisas, métodos de ocultamiento, métodos de detección y focalización basada en inteligencia.
- Asegurarse de que las áreas de llegada y salida de la Aduana tengan indicaciones claras de los requisitos para declarar o divulgar el transporte de los límites de cantidades de moneda.
- Los Servicios de Aduanas también deben consultar regularmente la “Guía de mejores prácticas internacionales del GAFI: Detección y prevención del transporte ilícito transfronterizo de efectivo e instrumentos negociables al portador[20]”.
Ocultamiento dentro de la carga, vehículos, embarcaciones y aeronaves: La moneda o los equivalentes de moneda y gemas y metales preciosos pueden ocultarse dentro de varios medios de transporte, tales como automóviles, camionetas, camiones, embarcaciones marítimas, cruceros, aviones privados o comerciales y otros medios de transporte.
Recomendaciones para Aduanas: Las recomendaciones no sensibles son las siguientes:
- Proporcionar capacitación básica y avanzada sólida sobre métodos de contrabando de vehículos, embarcaciones, aviones y transporte, así como métodos de contrabando de carga y contenedores para la gestión del Servicio de Aduanas y los oficiales de primera línea.
- Llevar a cabo operaciones de campo periódicas centradas en el transporte dirigidas al contrabando de divisas y equivalentes de divisas. Estas operaciones deben incluir otras agencias responsables del cumplimiento de la ley, siempre que sea posible desde una perspectiva de política y autoridad legal.
- Proporcionar inteligencia a las UIF generadas durante los eventos de aplicación de los procedimientos de aduanas.
- Utilizar la inteligencia derivada del análisis de las UIF.
Ocultamiento por correo: La ocultación de moneda, y de equivalentes de moneda y gemas y metales preciosos también se puede hacer por correo postal y paquetes de correo urgente o paquetes postales. En tales casos, el uso de billetes de alta denominación es común debido al espacio limitado en la mayoría de esos compartimientos.
Recomendaciones para Aduanas: Las recomendaciones no sensibles son las siguientes:
- Establecer y mantener una estrecha relación de trabajo con los servicios postales nacionales y las empresas privadas de envío urgente.
- En caso de incautaciones de divisas, la Aduana debe proporcionar la información que rodea a los sujetos identificados a las UIF.
- Las UIF y las Aduanas deben hacer un seguimiento de la utilización de las tipologías, la lista de indicadores y los materiales de capacitación y actualizarlos constantemente.
- Lavado de dinero basado en el comercio (TBML por sus siglas en inglés)
Descripción: TBML es una amenaza principal para la seguridad y la prosperidad del comercio internacional. TBML es un término general para muchos esquemas de lavado de dinero diferentes y es reconocido por el GAFI como uno de los principales métodos de ocultamiento de origen para fondos ilícitos. El GAFI define TBML como el proceso de disfrazar el producto del delito y mover el valor mediante el uso de transacciones comerciales en un intento de legitimar su origen ilícito.
Siguiendo esta definición, TBML puede, por lo tanto, llevarse a cabo en forma de una o varias transacciones comerciales y sus transacciones financieras correspondientes. La escala y la naturaleza variada del comercio mundial y las cadenas de suministro los convierten en un objetivo atractivo para el abuso por parte de las organizaciones criminales transnacionales (OCT).
Específicamente, las jurisdicciones que se posicionan como centros financieros y comerciales internacionales (es decir, zonas de libre comercio), y aquellas que mantienen un marco legal favorable para el registro corporativo, así como aquellas con requisitos simples para el beneficiario final en el registro de las empresas pueden volverse vulnerables a TBML.
TBML puede ser incluso la forma más compleja de lavado de dinero. La identificación y el seguimiento de la moneda ilícita son tareas difíciles en sí mismas. Cuando las organizaciones criminales transnacionales (OCT) y las organizaciones terroristas (OT) convierten los fondos ilícitos en productos comerciales, gemas y metales preciosos, productos alimenticios u otros artículos comercializables, y posteriormente los introducen en el comercio mundial, la tarea del investigador se vuelve aún más desafiante.
En nuestro artículo titulado “Revaluando el Riesgo de Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo[21]”, donde analizábamos el Informe de 2020 de Estados Unidos sobre el Lavado de Dinero[22] y el Control de Drogas, que analiza la situación de todos los países con relación a estos temas, decíamos que dentro de las vulnerabilidades de Colombia, el Informe encontró que los fondos ilícitos se lavan con mayor frecuencia a través del contrabando de efectivo[23] y el Lavado de Dinero Basado en el Comercio (TBML, por sus siglas en ingles), especialmente cuando se trata de productos falsificados y de contrabando que ingresan por los puertos de Colombia. Las mercancías se introducen de contrabando en Colombia a través de países vecinos o se traen directamente a los depósitos aduaneros de Colombia, evitando pagar impuestos, y aranceles.
Esta figura de TBML, con frecuencia involucra fraude relacionado con facturas para permitir transacciones ilegales. Las más de 100 zonas francas en Colombia están generalmente bien reguladas para fines antilavado de dinero. Sin embargo, hay muchos mercados informales que están conectados a TBML, operando con supervisión y cumplimiento limitados.
El caso de Colombia no es único; en este informe del gobierno americano, en la mayoría de los países se incluye el Lavado de Dinero Basado en el Comercio (TBML), como una de las formas más usadas por las organizaciones criminales transnacionales (OCT) y las organizaciones terroristas (OT) para lavar su dinero.
El desafío para los analistas e investigadores es vincular las actividades comerciales y/o las actividades comerciales fraudulentas con los delitos fuente que generan los ingresos ilegales en primer lugar. Los esfuerzos concertados de las UIF y los Servicios de Aduanas son una herramienta invaluable para identificar y combatir tan intrincada actividad criminal.
Las UIF suelen ser la autoridad principal para identificar actividades financieras sospechosas que ocurren dentro del sector bancario y de servicios financieros, mientras que los servicios aduaneros son la autoridad principal para identificar anomalías y actividades comerciales sospechosas.
El GAFI[24] y el Grupo de Asia y el Pacífico sobre Lavado de Dinero[25] (APG) también han publicado algunos documentos extensos sobre las mejores prácticas para prevenir y detectar el TBML.
Algunos de los modus operandi son los siguientes:
a. Facturación fraudulenta de bienes y servicios
La facturación fraudulenta requiere una conspiración entre un importador y un exportador. Esta relación comercial inicialmente discreta se utiliza incorrectamente como base para movimientos de naturaleza comercial y el lavado de fondos ilícitos a través de las transacciones financieras posteriores. El elemento clave de esta técnica es la tergiversación del precio, la cantidad o el tipo de mercancía para transferir un valor adicional entre el importador y el exportador.
Esta facturación fraudulenta de bienes y servicios se puede dar de las siguientes formas:
i. Sobrefacturación/Subenvío
Al facturar las mercancías a una cantidad superior a la que realmente está contenida en el envío, el exportador puede recibir un valor adicional del importador, ya que el pago de las mercancías es mayor que el valor realmente enviado. Este esquema también permite la mezcla de ganancias ilegales con ganancias legítimas.
ii. Subfacturación/Sobreenvío
Al facturar las mercancías a una cantidad inferior a la que realmente está contenida en el envío, el exportador puede transferir el valor al importador, ya que el pago de las mercancías será inferior al valor realmente enviado.
La sobrefacturación y la subfacturación pueden realizarse como transacciones independientes, pero estos esquemas también pueden emplearse en una serie de envíos que implican la transferencia de bienes a través de múltiples países. Estos esquemas pueden llevarse a cabo para promover el fraude fiscal, el fraude arancelario y el lavado de activos y la financiación del terrorismo.
iii. Sobrevaloración de bienes
A través de la sobrevaloración de los bienes, el exportador y el importador conspiran para inflar artificialmente el valor de los bienes en cuestión. Mediante este esquema, el importador puede transferir fondos adicionales al exportador.
iv. Subvaloración de bienes
Por medio de la subvaloración de los bienes, el exportador y el importador conspiran para desinflar artificialmente el valor de los bienes. A través de este esquema, el exportador transfiere valor adicional al importador.
v. Reutilización de facturas
De manera similar al esquema de facturación múltiple, la misma factura puede reutilizarse ilegalmente en múltiples ocasiones para que el importador transfiera fondos adicionales al exportador que excedan el valor del envío real. La misma factura también se puede usar como una máscara para múltiples envíos de productos, sin que las autoridades aduaneras se den cuenta.
vi. Facturación múltiple de bienes
Mediante múltiples esquemas de facturación, el exportador y el importador conspiran para crear una o más facturas ficticias relacionadas con un envío específico. De esta manera, el exportador recibe fondos en exceso más allá del valor del envío real, a través de dos o más transacciones financieras asociadas.
vii. Declaraciones falsas/Facturación falsa
La declaración errónea de bienes y servicios es otra técnica relevante utilizada para actividades comerciales fraudulentas y el lavado de activos y la financiación del terrorismo.
El importador y el exportador pueden conspirar para declarar falsamente que las mercancías que se envían son productos o bienes más o menos costosos. Al declarar falsamente el producto como un artículo de menor valor, el importador se da cuenta de la recepción de un valor adicional. Por otro lado, al declarar falsamente el producto de mayor valor de lo que realmente es, el exportador realiza la recepción de un valor adicional.
b. Esquemas de TBML relacionados con el corredor (broker), como el Intercambio de Peso en el Mercado Negro (Black-Market Peso Exchange – BMPE)
Ciertos esquemas elaborados de TBML involucran el papel fundamental de los corredores de dinero sucio, los corredores de aduanas y los intermediarios. Uno de esos sistemas es el Intercambio de Peso del Mercado Negro (BMPE por sus siglas en inglés), que se estableció para lavar el producto del narcotráfico de la cocaína colombiana en los Estados Unidos a fines de los años setenta y ochenta.
El BMPE implicaba la conversión de los ingresos en efectivo de las ventas de cocaína a productos comerciales. La razón de la creación del BMPE se debió a la gran cantidad de efectivo ilícito que se generó (millones de dólares estadounidenses) a partir de esta actividad ilícita.
El volumen se hizo tan grande que se convirtió en un alto riesgo para los carteles continuar manejando el lado del negocio del lavado de dinero. Luego comenzaron a emplear los servicios de intermediarios y corredores de dinero que emplearon un servicio especializado en el proceso de lavado de dinero. Los corredores de dinero a menudo emplean a muchas personas responsables de recolectar los ingresos de narcóticos y disponer de esos ingresos, según lo indique la organización de narcotráfico o los corredores de dinero que sirven como blanqueadores de dinero profesionales.
Por una tarifa designada, estos corredores asumieron la responsabilidad de recolectar el efectivo sucio de ubicaciones designadas en los Estados Unidos, generalmente las principales ciudades. Al cobrar los fondos, los corredores asumirían la responsabilidad del resto del proceso de lavado. Aseguraron que el dinero entraría al sistema financiero disfrazado de actividad comercial legítima o compraría directamente productos comerciales con el efectivo sucio. Después de la compra de los productos comerciales, los corredores de BMPE organizan la exportación de los productos a Colombia u otros países designados.
Los productos luego se venden en esos países y obtienen la apariencia de ser parte del comercio legítimo. En el caso de los productos que se envían a Colombia y se venden allí, los fondos se convierten a pesos colombianos automáticamente y se logra el círculo completo del proceso continuo de lavado de dinero. En los casos de productos que se venden en terceros países, el dinero puede mantenerse en otras cuentas controladas por el cartel en esos países o convertirse a pesos y transferirse a Colombia.
Este fenómeno no solo afecta a los Estados Unidos sino a todos los mercados primarios de cocaína. Desde entonces, otras organizaciones criminales que generaron grandes volúmenes de efectivo ilícito adoptaron este sistema y actualmente lo están empleando.
Estos corredores o firmas de corretaje sucias tienen que manejar grandes volúmenes de efectivo para promover el esquema y, por lo tanto, son vulnerables a la detección mediante mecanismos de informes. Por lo tanto, la colaboración de las UIF y los Servicios de Aduanas es crucial para combatir este fenómeno.
Recomendaciones para UIF y servicios aduaneros:
Las recomendaciones no sensibles son las siguientes:
- A través de la colaboración formal y el intercambio de información entre las UIF y los Servicios de Aduanas, se alienta a las UIF, de acuerdo con el marco legal interno respectivo y en línea con el principio general de independencia y autonomía operativa de las UIF, para proporcionar inteligencia financiera a los Servicios de Aduanas con respecto a la sospecha de actividad TBML.
- Se alienta a los Servicios de Aduanas a realizar un análisis adicional de esta información en un esfuerzo por vincular los datos de la UIF con pasos repetitivos en el proceso de lavado de dinero o de financiación del terrorismo.
- Debido a la complejidad de los esquemas TBML y al posible alto volumen de transacciones involucradas, se alienta tanto a las UIF como a los Servicios de Aduanas a establecer componentes sólidos de capacitación contra el lavado de dinero y el TBML en sus regímenes de capacitación. También se les anima a realizar programas de capacitación cruzada.
- La creación de una unidad especializada dedicada a abordar tales esquemas de TBML, como un equipo de análisis o una unidad de investigaciones financieras, podría resultar beneficiosa.
- Llevar a cabo programas sólidos conjuntos de divulgación para el público en general, los agentes de carga, las compañías financieras, las compañías navieras, los corredores, etc. con respecto a los esquemas de fraude de TBML y aduanas.
- Se alienta a los Servicios de Aduanas y a las UIF a comprometerse y extender sus esfuerzos con otras contrapartes de la aplicación de la ley, para incluir a las autoridades fiscales (tributarias), a fin de aumentar la conciencia de tales esquemas entre todas las partes interesadas relevantes.
3. Sistemas de transferencia de dinero o valor y sistemas alternativos de remesas
Descripción: Los principales sistemas de transferencia monetaria electrónica dentro de la industria bancaria implican un movimiento de fondos formalizado y bien documentado. Se transfieren entre una o más instituciones y la transacción real se liquida a través de un sistema de crédito-débito preestablecido entre las instituciones.
Este procedimiento a menudo implica el uso de bancos corresponsales y el apoyo de los servicios de mensajería de la Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT por sus siglas en inglés), el Sistema de Pagos Interbancarios de la Cámara de Compensación (CHIPS por sus siglas en inglés) y el sistema de servicios de transferencia del Servicio de Fondos Fedwire (Fedwire por sus siglas en inglés).
Los servicios SWIFT, CHIPS y Fedwire son el estándar de la industria y son ampliamente considerados como los servicios más confiables para transferencias de fondos nacionales e internacionales. Otros servicios corporativos establecidos de envío de dinero, como Western Union y Money Gram, también se consideran comúnmente como medios confiables y eficientes para transferir fondos, tanto a nivel nacional como internacional.
Las remesas se han convertido en un importante flujo financiero que incentiva la economía mundial. Según el Banco Mundial, las remesas totalizaron 689 billones de dólares en 2018, de los cuales 529 billones de dólares fueron remesas enviadas a países en vías de desarrollo[26]. Este es el ranking de los 20 primeros países en remesas para 2018:
Remesas, Miles de millones de dólares, 2018
Fuente: The Global Economy: https://www.theglobaleconomy.com/rankings/remittances/
Como se puede observar en el anterior gráfico, cinco países de Latinoamérica y el Caribe aparecen entre los 20 primeros países receptores de remesas. Esto es particularmente preocupante debido a que, si no se ejercen controles estrictos a estas operaciones, se podría estar generando un lavado de dinero de enormes proporciones.
En una ponencia de R. Castro titulada: “Se lava dinero en remesas?” en el Congreso Regional de Prevención en Lavado de Dinero y Financiación del Terrorismo, organizado por la Asociación Bancaria de Guatemala, el autor llamaba la atención para ejercer los controles pertinentes por las autoridades regulatorias de la región y verificar los aspectos micro y macroeconómicos de los países desde donde se enviaba el dinero y hacia donde se giraba el dinero para constatar la razonabilidad de los giros.
Regularmente siempre se revisan el numero y monto de las transacciones, pero no se tiene en cuenta los factores económicos que pueden incidir en las actividades delincuenciales para generar el lavado de dinero. Por ejemplo, no es lógico que si en un país desde donde se envían remesas existe un alto desempleo, las remesas aumenten considerablemente como pasa con las remesas en la mayoría de los países de Latinoamérica y el Caribe. Ahora, por el efecto de la pandemia, sería interesante analizar los resultados de las remesas efectuadas por los migrantes. Es necesario aprovechar ahora la inteligencia artificial para analizar todo el contexto de las remesas que como lo indica el Banco Mundial es un dinamizador de la economía de los países pobres.
Teniendo en cuenta, estos riesgos, GAFI emitió el documento “Money Laundering through Money Remittance and Currency Exchange Providers[27]”, en el que establece métodos y técnicas de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo identificados que involucran a proveedores de remesas y cambio de divisas.
Las remesas deben ser monitoreadas continuamente porque ya en el pasado se presentaron casos de lavado de dinero. En el año 2018, Western Union fue multado con 60 millones de dólares por el Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York[28] (DFS por sus siglas en inglés) por violaciones de la Ley de Secreto del Banco de Nueva York (BSA) y leyes antilavado de dinero (AML).
Una investigación realizada por el DFS encontró que, durante más de una década, Western Union no implementó ni mantuvo un programa de cumplimiento contra el lavado de dinero para disuadir, detectar e informar sobre el uso de su red electrónica por parte de delincuentes para facilitar el fraude, el lavado de dinero y la estructuración de transacciones por debajo de montos que desencadenarían requisitos de informes regulatorios.
También en 2018, la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos[29] (FTC por sus siglas en inglés) multó a MoneyGram con 125 millones de dólares por haber violado un acuerdo de seis años vinculado a los controles contra el lavado de dinero (AML). Según la FTC, la compañía violó el acuerdo alcanzado en 2012 que surgió de los cargos de que la compañía había ayudado y alentado el fraude electrónico.
Los sistemas de transferencia de dinero o valores (MVTS, por sus siglas en inglés) se refieren a servicios financieros que implican la aceptación de efectivo, cheques, otros instrumentos monetarios y el pago de una suma correspondiente en efectivo u otra forma a un beneficiario mediante una comunicación, mensaje, transferencia o mediante una red de compensación a la que pertenece el proveedor MVTS.
Las transacciones realizadas por dichos servicios pueden involucrar a uno o más intermediarios y un pago final a un tercero, y pueden incluir cualquier nuevo método de pago. A veces, estos servicios tienen vínculos con regiones geográficas particulares y se describen usando una variedad de términos específicos; a menudo los denominados sistemas de remesas alternativos (ARS por sus siglas en inglés) son sistemas de transferencia que existen exclusiva o parcialmente fuera del sector financiero regulado.
Los sistemas de transferencia de dinero o valores (MVTS) incluyen sistemas hawala, servicios de mensajería no regulados y casas de cambio, así como ciertos esquemas de transferencia de moneda electrónica, entre otros métodos. Los MVTS también puede incluir sistemas que implican la transferencia de valor a través de la conversión de ingresos a otro método de retención de valor, desde gemas y metales preciosos a dispositivos de almacenamiento electrónico, y su posterior movimiento de un punto a otro.
Los sistemas de remesas alternativos (ARS) no son necesariamente ilegales, y estos sistemas a menudo sirven como medios de transferencia convenientes y de fácil acceso para las comunidades que no tienen fácil acceso a los servicios estándar de transferencia financiera más establecidos de la industria.
Sin embargo, debido al amplio anonimato incluido en el ARS, estos sistemas a menudo se utilizan de forma incorrecta para transferir ingresos ilícitos y, por lo tanto, plantean un serio desafío contra el lavado de dinero a las autoridades reguladoras y policiales.
a. Hawalas
El ejemplo más destacado para ARS es el sistema hawala. Las hawalas tienden a ser negocios de circuito cerrado que a menudo son administrados por familias o dentro de grupos étnicos muy unidos. La mayoría de las hawalas no participan en actividades delictivas, pero las hawalas que sí participan en actividades delictivas son muy difíciles de investigar para las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley debido a que tienden a ser negocios internalizados.
sistema hawala funciona mediante el uso de dos o más ramas controladas por individuos conocidos como “hawaladars”.
El sistema hawala funciona como un sistema de crédito-débito, donde las cuentas simplemente se liquidan a través de cuentas disponibles en el control de cada hawaladar. Se pueden usar múltiples monedas en dicho sistema y para que el sistema funcione correctamente, cada hawaladar debe tener “monedas de demanda” adecuadas en su poder para cumplir con las obligaciones transaccionales con sus clientes. Los hawaladars simplemente liquidan sus cuentas entre sí, después de la consumación de la transacción de los clientes.
El sistema hawala es el MVTS más anónimo que existe, ya que los fondos no se transfieren físicamente ni se autorizan electrónicamente de una institución financiera a otra a través de un servicio de transferencia bancaria formal.
El sistema hawala comúnmente puede realizar una transferencia en cuestión de minutos e incluso simultánea al depósito por parte del cliente que inicia. La razón de la velocidad del servicio es que no hay una transferencia electrónica de fondos asociada o un sistema de autorización electrónica que deba utilizarse, como sería necesario con los servicios SWIFT, CHIPS y Fedwire, por ejemplo.
Por otro lado, los hawaladars ocasionalmente deben transferir fondos entre sí en un punto futuro para equilibrar sus cuentas. Esto puede implicar transferencias electrónicas directas entre ellos, el transporte de divisas entre ellos o incluso la transferencia de mercancías u otros artículos de valor (es decir, gemas y metales preciosos, etc.) entre ellos.
Las UIF se enfrentan al desafío de que, en circunstancias regulares, es muy difícil detectar la actividad de hawala basándose únicamente en la información recopilada a través del régimen de informes.
A menudo, se requiere información adicional de múltiples fuentes para establecer que las personas o entidades involucradas están operando un sistema hawala. No obstante, las UIF están ubicadas estratégicamente para detectar posibles actividades de hawala.
b. Casas de cambio de divisas
Otro ejemplo de MVTS comúnmente utilizado por las organizaciones criminales transnacionales (OCT) son las casas de cambio de divisas. Aunque la gran mayoría de estos establecimientos son negocios legítimos y regulados, su estructura de uso intensivo de efectivo los convierte en entidades ideales para disfrazar el movimiento de los ingresos ilícitos.
Los servicios de cambio de divisas que se dedican a actividades de lavado de dinero también pueden funcionar como MVTS, debido a su estructura operativa muy similar. Manejan grandes cantidades de efectivo; a menudo tienen múltiples sucursales en diferentes ciudades; y tienen cuentas bancarias fácilmente disponibles para transferir dinero. Al igual que las hawalas, las casas de cambio de divisas son un establecimiento común en regiones con uso intensivo de efectivo o economía de efectivo, como Oriente Medio y África.
En la mayoría de los países de América Latina las casas de cambio de divisas están reguladas por los gobiernos, pero existen una gran cantidad de casas de cambio de divisas que no están registradas y actúan ilegalmente.
c. Otros métodos de retención y transferencia de valor
La era digital también ha dado paso a una nueva variedad de métodos de almacenamiento y transferencia de valores. Esto incluye: moneda electrónica, dispositivos de almacenamiento electrónico, billeteras electrónicas y tarjetas de valor almacenado (SVC por sus siglas en inglés), entre otros métodos.
La moneda electrónica, los dispositivos de almacenamiento electrónico, las billeteras electrónicas y los SVC tienen dos cosas en común: son formas digitales o basadas en máquinas para almacenar dinero y, en la mayoría de los países, actualmente no están sujetos a los requisitos de informes de moneda e instrumentos monetarios al momento del transporte hacia y fuera del país.
El uso criminal de tales métodos para almacenar y mover fondos es un desafío para las autoridades policiales y reguladoras. Para detener, e incautar dinero sucio, las autoridades policiales primero deben poder detectarlo. La moneda electrónica se puede almacenar en billeteras y cuentas virtuales. El dinero ahora se puede almacenar en tecnología basada en teléfonos celulares y dispositivos de almacenamiento electrónico. Se pueden almacenar electrónicamente más de un par de cientos de miles de dólares en ciertos SVC.
Los funcionarios de aduanas están a la vanguardia en la detección del movimiento del efectivo físico. También se encuentran en la posición ideal para detectar el movimiento de grandes cantidades de SVC, tengan o no autoridad en la captura de los implicados.
La colaboración entre la Aduana y las UIF puede identificar y apuntar a delincuentes y organizaciones criminales que están moviendo dinero ilícito a través de las fronteras internacionales a través de tarjetas de valor almacenado.
Recomendaciones para las UIF y los servicios de aduanas: Las recomendaciones no sensibles son las siguientes:
- Se alienta a los Servicios de Aduanas y a las UIF a establecer capacitación básica y otras estructuras de capacitación de apoyo para su administración y oficiales de primera línea para una mayor conciencia general de las actividades de MVTS. Los Servicios de Aduanas deben recordar que, a menudo, son los ojos y los oídos de muchas otras agencias de investigación con respecto al movimiento transfronterizo ilícito de moneda o equivalentes de moneda.
- Con respecto a los Servicios de Aduanas, la capacitación debe proporcionar posibles indicadores de los correos de dinero y la actividad del sistema de transferencia.
- Se alienta a las UIF y a los Servicios de Aduanas a colaborar, de acuerdo con los respectivos marcos legales nacionales y de acuerdo con el principio general de independencia y autonomía operativa de las UIF, en los esfuerzos para descubrir los MVTS y hawalas sospechosos o cómplices de actividad ilícita.
Recomendaciones
Finalmente, adicional a las recomendaciones que trae el Manual de Cooperación de Aduanas – Unidades de Inteligencia Financiera (UIF), consideramos que se deberían tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Capacitar a todas las agencias regulatorias en estos temas asociados al comercio internacional, como las aduanas, las unidades de inteligencia financiera, policía fiscal aduanera (en aquellos países donde exista esta figura), los reguladores, las autoridades tributarias, los operadores logísticos, los operadores de zonas francas, las empresas de transporte terrestre, aéreo, fluvial, y en general todos los involucrados con operaciones de comercio exterior.
- Capacitar a jueces, fiscales e investigadores para hacerlos más competentes en la investigación y juzgamiento de los delitos asociados con el comercio exterior, y especialmente con los temas de contrabando en general.
- Capacitar a todos los involucrados en la nueva dinámica del comercio internacional en especial en el conocimiento y operación de los nuevos términos Incoterms para evitar riesgos inherentes en la operación, tanto en la posición de vendedor como comprador, así como el papel de las Aduanas en los puntos donde haya lugar.
- Orientar y capacitar a las Aduanas, las Unidades de Inteligencia Financiera, a los organismos reguladores, a los empresarios sobre el comercio digital y sus implicaciones en las operaciones de comercio exterior, particularmente para la exportación de servicios donde la función de las Aduanas es un poco más limitada que en el caso de los bienes.
- Utilizar inteligencia artificial para analizar las operaciones de comercio exterior y establecer nuevas tipologías de lavado de activos y financiación del terrorismo por estas operaciones.
- Reforzar y actualizar la legislación para controlar el contrabando y ocultamiento de divisas, el lavado de dinero basado en el comercio y los sistemas de transferencia de dinero o valores y sistemas alternativos de remesas.
- Reforzar la cooperación internacional no solo entre las Unidades de Inteligencia Financiera (UIF), sino entre los servicios de Aduanas de cada país para mejorar el control del flujo de dinero ilícito.
- Mejorar los canales de comunicación para compartir información de nuevas tipologías, estadísticas, casos presentados, entre las Aduanas, las Unidades de Inteligencia Financiera, la Policía Fiscal Aduanera (en aquellos países donde exista esta figura), los reguladores y las autoridades tributarias.
- Establecer diálogos permanentes y transparentes entre los diferentes gremios económicos (bancario, de comercio exterior, etc.) con las autoridades regulatorias para discutir y promover nuevos sistemas de control del contrabando, el lavado de activos y la financiación del terrorismo.
- Incentivar en el sector privado, las políticas anticontrabando que permitan concientizar a todos los ciudadanos sobre el impacto económico y social que genera el contrabando.
- Establecer controles operativos eficaces en las operaciones de comercio exterior (no solo documentales) para detectar y prevenir el contrabando, el lavado de activos y la financiación del terrorismo.
- Efectuar una Debida Diligencia Mejorada para conocer efectivamente el origen y destino de los recursos, el beneficiario final, el origen y destino de los bienes para mitigar el riesgo de contrabando, de lavado de activos y de financiación del terrorismo.
- Actualizar las tipologías sobre lavado de activos derivadas del contrabando con el fin de validar la eficacia, efectividad, suficiencia y oportunidad de los controles actuales.
*Juan Pablo Rodríguez C.. Abogado Penalista. Escritor, conferencista y consultor internacional. Certified Lead Auditor y Lead Implementer en ISO 37001 Gestión Antisoborno, PECB, 2020. Certified Professional in Anti-Money Laundering – CPAML de FIBA (Florida International Bankers Association). Certified on Governance, Risk Management and Compliance Professional (GRCP) y GRC Fundamentals de Open Compliance and Ethics Group (OCEG), 2016Presidente y Socio de RICS Management. www.ricsmanagement.com [email protected]
**Andrés M. Castro F. Ingeniero Industrial, Especialista en Gerencia de Negocios Internacionales de la Universidad del Rosario y Magister en Gestión de Organizaciones de la Universidad de Quebec. Miembro de la Academy of International Business. Escritor, conferencista y consultor internacional. Profesor universitario a nivel de pregrado y posgrado. Actualmente es Entrenador Oficial de la Cámara de Comercio Internacional para Colombia en INCOTERMS®2020 y Decano de Negocios Internacionales de la Universidad Piloto de Colombia. [email protected]
***René M. Castro V. Contador Público con Magister en Contabilidad y Auditoría de Gestión de la Universidad de Santiago de Chile. Escritor, conferencista y consultor internacional. Certified Trainer y Lead Compliance Manager en ISO 19600 Gestión de Cumplimiento, PECB, 2020 Certified on Financial Services and Market Regulation, London School of Economics, (LSE), 2016 Certified on Corporate Compliance and Ethics, New York University, 2015. Vice-Presidente & Socio RICS Management www.ricsmanagement.com [email protected]