La francesa Alstom SA ( ALSO.PA ) obtuvo el viernes la aprobación antimonopolio de la UE para adquirir el negocio ferroviario de su rival canadiense Bombardier Inc ( BBDb.TO ) en un acuerdo que lo elevará al segundo mayor fabricante ferroviario del mundo después del CRRC de China. Corp.
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El éxito de Alstom en obtener la autorización de la UE para el acuerdo valorado en hasta 6.200 millones de euros ($ 7.400 millones) contrasta con su intento fallido el año pasado de combinar sus activos ferroviarios con Siemens AG ( SIEGn.DE ), que fue vetado por los reguladores porque las empresas se negaron a Ofrecer más concesiones.
«Gracias a las soluciones integrales que se ofrecen para resolver los problemas de competencia en las áreas de trenes de alta velocidad y señalización de líneas principales, la Comisión ha podido revisar y aprobar rápidamente esta transacción», dijo la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, en un comunicado. .
La Comisión dijo que Alstom venderá una fábrica ferroviaria francesa en Reichshoffen, su unidad regional de trenes Coradia Polyvalent y una división de trenes de cercanías Bombardier e instalaciones de producción relacionadas en su sitio de Hennigsdorf en Alemania.
La compañía también acordó vender la participación de Bombardier en un consorcio con Hitachi y proporcionar acceso a algunos productos dentro de los sistemas de control de trenes y unidades de señalización de Bombardier a sus rivales.
Alstom dijo que espera completar el acuerdo en la primera mitad de 2021.
El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, dio la bienvenida a la luz verde de la UE.
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Bombardier dijo: «La decisión de hoy marca un paso positivo para las oportunidades de crecimiento del sector ferroviario europeo, que es un líder mundial gracias a la fuerte competencia interna y el compromiso con la próxima generación de soluciones de movilidad verde y digital»
Siemens dijo que estaba revisando la decisión y que decidiría a su debido tiempo sobre nuevas medidas.
El sindicato Force Ouvriere de Alstom dijo que la operación era financieramente riesgosa y que solo apuntaba a ser más grande, incluso si eso significaba que algunas partes de la compañía tenían que ser cortadas.
Reuters informó el 27 de julio que las concesiones ayudarían a Alstom a obtener la autorización de la UE para el acuerdo.
