En medio de un despliegue de fuerzas navales, castrenses y federales, fue detenido este sábado (08.08.2020) un jefe policial y seis de sus agentes por presuntamente esta vinculados al crimen organizado en el oriental estado mexicano de Veracruz.
Antilavadodedinero/ DW
La detención del comandante Guillermo N de la Policía Municipal de Álamo -una región importante por su producción de cítricos de exportación- sucedió tras un operativo para lograr controlar la delincuencia organizada en la zona. Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, en coordinación con el Ejército mexicano, Armada de México y la Guardia Nacional, montaron retenes en carreteras y vigilancia en esa región.
Como parte de las investigaciones, fueron detenidos los siete agentes -entre ellos el comandante- por presuntos nexos con Agustín «N», alias El Guty o comandante Jaguar del violento grupo delictivo Sombra.
Además, se les vincula como responsables de diferentes delitos como secuestro y extorsión, de la mano del citado grupo delictivo, que creció en los últimos años en el norte de esa ciudad.
De acuerdo con un reporte oficial, al momento de la captura, el jefe policial reconoció haber recibido fuertes sumas de dinero como sobornos, por parte del Guty. En tanto, los agentes a su mando habrían participado en delitos perpetrados en dicha zona. A los detenidos se les decomisaron armas largas y cortas, cargadores, cartuchos útiles, chalecos tácticos, droga y vehículos, entre otros.
Veracruz aporta 2,3 millones de toneladas de cítricos producidas en una superficie de unas 165.000 hectáreas. El municipio de Álamo es el principal productor del cítrico con un volumen de 741.000 toneladas, lo que representa el 30 por ciento de la producción estatal. Sin embargo, en los últimos años, los productores han sido asediados por el crimen organizado mediante extorsiones.
Según la Secretaría de Marina y del Ejército mexicano, los cárteles de los Zetas, Jalisco Nueva Generación y del Golfo están enfrentados por el control territorial en Veracruz. Se disputan las rutas de transporte de drogas y de paso de migrantes, el cobro de extorsión a negocios y la industria del secuestro.