La crisis venezolana ha sido vista como una de las prioridades que ha tenido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en lo relacionado con su política exterior para la región sudamericana. Desde el primer momento, el Gobierno republicano se ha encargado de cercar al régimen de Nicolás Maduro, hecho que ha debilitado a la dictadura venezolana por primera vez en más de 20 años.
Antilavadodedinero / Notimex
Tras asumir la presidencia en 2017, la línea de Trump fue clara: tener contra las cuerdas a uno de los regímenes que más destrucción ha causado en la región ejerciendo en un territorio lleno de corrupción y caos, que ha terminado por llevar al éxodo a más de seis millones de venezolanos en el mundo, de acuerdo con cifras que maneja la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Sabiendo este precedente, Trump intensifica su pulseada con el régimen, tras la emisión de su primera sanción dirigida contra Tareck El Aissami, una de las fichas estratégicas del chavismo que ha estado altamente vinculado con el narcotráfico. La movida consistió en la anulación de su visa, confiscación de sus propiedades y prohibición de realizar transacciones financieras; algo mucho más astuto que su predecesor, Barack Obama, quien emitió su última sanción en 2015.
Sumado a El Aissami, llega la sanción a ocho magistrados del Tribunal Supremo de Justicia chavista, por usurpar las facultades del Parlamento, una estrategia que adquiere mayores dimensiones al crearse la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC), pues en respuesta a ello Trump emitió sanciones directas al régimen de Maduro, entre ellas prohibió negociaciones sobre nuevas emisiones de deuda y de bonos.
En agosto de 2019 la firma de una orden ejecutiva del presidente estadounidense, para congelar los bienes de propiedad y activos de la dictadura venezolana y de cualquier individuo que asista a funcionarios afectados por la orden, trajo como consecuencia la paralización de ciertos servicios, muestra de ello fue la salida este año del gigante de las telecomunicaciones AT&T, compañía que hizo el cierre de su negocio de televisión DirecTV en Venezuela.
Dicha medida también tuvo como precedente en octubre de 2019 la finalización de las operaciones en este territorio de la popular empresa de software estadounidense Adobe. Sin embargo, tras llegar a un acuerdo, estas continuaron.
Otras fichas que mueve Trump para debilitar al régimen
En cuanto a vigilancia y estrategia militar, Trump también ha hecho lo propio. En primera instancia, designó como encargado especial de la situación venezolana a Elliott Abrams, un coordinador que desde su llegada al cargo trabajó codo a codo con la oposición venezolana.
A través de Abrams, EE. UU. apoyó todos los intentos que pudieron surgir para generar un quiebre dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Una muestra de ello vino con todas las estrategias para hacer el ingreso de la ayuda humanitaria en febrero de 2019, así como el llamado a la rebelión en abril de ese mismo año.
Mike Pompeo, secretario de Estado de EE. UU., también ha realizado giras por Latinoamérica, donde incluyó a Venezuela y su crisis migratoria como punto fundamental de su agenda. Con el objetivo de ayudar a paliar la crisis, el Gobierno Trump aportó 120 millones de dólares.
El apoyo irrestricto al presidente Juan Guaidó ha sido una pieza clave en esta cruzada del Gobierno norteamericano contra los cabecillas del chavismo. En enero de 2019 la administración de Trump reconoció la legitimidad del también presidente de la Asamblea Nacional, hecho que desemboca en la creación una coalición de más de 50 países a favor de este nuevo líder de la oposición venezolana.
El presidente interino también fue recibido en la Casa Blanca e invitado al discurso del Estado de la Unión.
La disposición de Trump de apoyar a la oposición venezolana se ha marcado en gran escala, algo que ahora con las próximas elecciones en EE. UU. no ha sido tan recíproco, como se ha tenido lectura reciente, debido a los tibios discursos que ha dado Guaidó al respecto.
Recientemente, Guaidó agradeció el soporte que ha significado la administración de Donald Trump para el interinato, mismo gesto que tuvo con los demócratas que han alzado su voz en este tema. No obstante, el presidente interino dejó entrever en una entrevista que sin importar quién esté en la Casa Blanca, Venezuela contará con el apoyo de Estados Unidos.