Traficantes de personas siguen sacando créditos de migrantes haitianos

Una sofisticada red de traficantes de personas que transportaba ilegalmente migrantes desde Haití hasta Chile, pasando por varios países latinoamericanos, muestra que la crisis haitiana sigue siendo una mina de oro para los traficantes de personas.

Antilavadodedinero / Insightcrime

En agosto, autoridades bolivianas capturaron y deportaron al menos a 142 migrantes haitianos, lo que motivó la apertura de una investigación, mientras que al menos otros 22 fueron detenidos en Chile. En septiembre, ambos países abrieron una investigación y desde entonces han actuado contra los presuntos traficantes. Las autoridades bolivianas arrestaron a tres haitianos con residencial legal sospechosos de la organización parcial del esquema, así como a unos conductores bolivianos, quienes transportaban a los migrantes.

En una conferencia de prensa ofrecida el 5 de septiembre, el ministro boliviano del interior, Arturo Murillo, afirmó que la red es “una mafia internacional y […] toda la información vamos a pasarla a nuestros pares en otros países para poder llegar al fondo de este tema”.

La dimensión internacional del problema no tardó en hacerse evidente. Al parecer, los haitianos pasaban primero a República Dominicana, desde donde eran llevados en avión a Guyana y luego trasladados por Brasil y Bolivia hasta Chile, según información de la BBC.

El esquema era lucrativo para los traficantes. Algunos medios chilenos informaron que los migrantes debían pagar US$3.000 por cabeza solo para salir de Haití, y en el trayecto se acumulaban más costos a su paso por diferentes países.

Las cifras de migrantes aprehendidos bien puede estar lejos del total real. El exministro de asuntos exteriores de Chile, Heraldo Muñoz (2014-2018), declaró que que desde hace años se observa ese incremento de migrantes haitianos.

Según la declaración de Muñoz a la BBC, “[se tenía conocimiento de] empresas en Puerto Príncipe dedicadas a decirle a los haitianos: ‘venda su casa, venda todo lo que tiene, nos paga US$3.000 y le damos un contrato de trabajo en Chile y usted paga el avión”.

Haití es, según cifras del Banco Mundial, el país más pobre en términos de ingreso per cápita del hemisferio occidental. Aun así, las crisis política, económica y de seguridad del país caribeño han llenado los bolsillos de bandas criminales. Y Chile ha sido el destino preferido, por su postura más amigable hacia la migración y la percepción de oportunidades económicas.

En 2018, se estimaba que hasta el 1 por ciento de la población haitiana, o 105.000 personas, habían migrado a Chile. En ese momento, Policía de Investigaciones (PDI) de Chile afirmó que los traficantes que llevaban haitianos a Chile ganaban 160 millones de pesos chilenos (más de US$200.000) semanales. Para evitar una norma que requiere que los migrantes demuestren tener los recursos para mantenerse en el país, los haitianos mostraban que sus cuentas bancarias tenían saldos suficientes antes de vaciarlas para pagar a los traficantes al llegar a Chile.

Ese mismo año, Chile endureció los requerimientos migratorios y eliminó una visa provisional de trabajo que muchos migrantes de Haití, Venezuela y otros países habían usado para ingresar al país. Las deportaciones no tardaron en seguir y el número de migrantes residentes en el país también se redujo.

Esto no ha resuelto el problema por completo. Los migrantes siguen pagando miles de dólares a los traficantes de personas, pese a que los requerimientos migratorios se han endurecido bastante en Chile. Y aunque Bolivia aprehendió a 142 migrantes en agosto, su gobierno cree que el número de migrantes ha tenido una caída importante debido al coronavirus.

“Antes de la pandemia, debe haber sido mucho peor”, comentó Marcel Rivas, director de migración de Bolivia, a la BBC.

El flujo de personas desde Haití presuntamente ha beneficiado otras economías criminales, pues se dice que se usa a los migrantes para introducir narcóticos a Chile. El gobierno boliviano también afirmó que los migrantes haitianos aprehendidos en agosto estaban conectados con explotación sexual e incluso con tráfico de órganos, pero no ha presentado evidencias de ello hasta el momento.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Actualidad

Inscribete en nuestros cursos Online