La Policía Federal brasileña dio este miércoles un nuevo golpe al núcleo financiero del Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización criminal del país y que controla las actividades delictivas desde el interior de las prisiones desde la década de los noventa.
AntilavadoDeDinero / EFE
La operación «Rei do Crime» (rey del crimen) movilizó a más de 200 agentes de la Policía en los estados de Sao Paulo (sudeste), Paraná y Santa Catarina (sur) para cumplir trece órdenes de prisión preventiva, 43 de registro de propiedades y 32 para confiscar automóviles de lujo supuestamente de la organización.
«De manera inédita, la Policía Federal solicitó, en juicio, la interdicción de la actividad económica financiera de 73 personas jurídicas que, sin practicar acciones violentas, eran utilizadas por el grupo criminal», apuntó el órgano policial nacional en un comunicado.
El objetivo del operativo es desarticular otro de los importantes brazos del núcleo financiero del grupo y que operaba desde hace más de diez años a través de setenta empresas, a las cuales les fueron bloqueadas cuentas bancarias por valor de 730 millones de reales (unos 129.4 millones de dólares).
Los registros y detenciones se llevaron a cabo en las ciudades paulistas de Sao Paulo, Baurú, Igaratá, Mongaguá, Guarujá y Tremembé; además de las paranaenses Curitiba y Londrina, en la ruta de la triple frontera que el país comparte con Paraguay y Argentina.
También la acción policial se extendió al Balneario Camboriú, en Santa Catarina, otro estado fronterizo con Argentina.
En el operativo, similar a otro realizado en agosto de 2019, fueron confiscados, igualmente, nueve motocicletas, dos helicópteros, un yate, tres motos acuáticas, 58 camiones y 42 remolques, patrimonio con un valor aproximado de 32 millones de reales (unos 5,67 millones de dólares).
El nombre del operativo es en alusión a los empresarios que actuaban como fachada de la organización criminal y que eran testaferros a través de puestos de combustibles.
Uno de los veinte detenidos, cuya identidad no fue revelada, habría participado en el millonario robo a la sede central del Banco Central en Fortaleza, la capital de Ceará (nordeste), en 2005.
Durante la investigación, las autoridades rastrearon movimientos financieros sospechosos y lavado de activos por medio de empresas que actuaban en el sector de distribución de combustibles.
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El Consejo de Control de Actividades Financieras (Coaf), órgano estatal que identifica movimientos financieros sospechosos, calcula que la red movió en los últimos diez años 30.000 millones de reales (unos 5.321 millones de dólares).