Historia de cómo el presidente de El Salvador , Nayib Bukele ha lidiado con las pandillas en su trayectoria para alcanzar el poder político.
Antilavadodedinero / InsightCrime
En el desarrollo del reportaje, narra historias de cómo las pandillas han utilizado su dominio en el Centro Histórico para expandir su ‘’poder’’ por todo el país. La primera parte de la serie de la investigación, deja en manifiesto el pacto con las pandillas que Nayib Bukele tuvo para ascender su carrera política.
La narración remite, inicialmente al funcionario en los tiempos donde era el edil capitalino, y con el proyecto del nuevo mercado en el Centro Histórico en el 2016, un proyecto que suponía ser moderno, el multimillonario Mercado Cuscatlán, el cual se diseñó para establecer un nuevo estándar en donde lo más conocido siempre había sido los comercios informales y la suciedad de las calles y la contaminación del aire.
El objetivo de la alcaldía, en ese entonces, era reubicar a los vendedores de la calle y sacarlos de los sitios congestionados del centro de la capital, sin embargo el tema se hizo inconveniente, ya que los vendedores no querían mudarse al nuevo mercado, por el miedo de perder su clientela.
Según el artículo, entre los otros temores que habían, estaban las represalias de los pandilleros de las estructuras criminales, ya que éstas habían establecido un control en el que extorsionaban a los comerciantes, ejerciendo un control de ubicación entre los comerciantes para no perder los pagos de extorsiones.
Por tanto, una fuente cercana a InSight dijo que la pandilla Barrio 18 y Bario 18- Revolucionarios pidieron a la alcaldía, administrada por Bukele, $100.000, a cambio del traslado de los vendedores. Si el pago no se realizaba los criminales ‘’desatarían la violencia en el nuevo mercado’’.
El apuro por salvar el proyecto, llevó a la situación de que el funcionario hablara con la pandilla para llegar a una solución, estableciendo que no entregaría dinero, pero sí les darían a los pandilleros locales de ventas en el nuevo mercado.
“Podían tener los mejores lugares para sus familiares”, comentó el exalcalde.
En diciembre de 2016, se realizó un ‘’reordenamiento voluntario’’ en todo el centro capitalino, y el Mercado Cuscatlán abrió sus puertas sin ningún inconveniente ni interferencias con las pandillas.
‘’El acuerdo fue parte de un modelo. A lo largo del periodo en que Bukele fungió como alcalde de San Salvador, el Ayuntamiento Municipal y las pandillas llegaron a varios acuerdos similares: las pandillas no recibirían dinero; recibirían favores políticos y económicos.
A cambio, las pandillas ayudarían a la carrera política de Bukele. En este caso, eso significaba ayudar a su administración a modernizar el Centro Histórico, un proceso que permitiría catapultarlo a la presidencia, donde ha tenido que hacer frente a acusaciones de “negociar” con las pandillas’’, se lee en la publicación.
Ante las acusaciones, el presidente Bukele reaccionó atacando a los medios de comunicación por haber difundido la información sobre los supuestos pactos.
‘’Esta negociación con las pandillas también parece haber dado legitimidad política a la MS13 y al Barrio 18, así como más poder económico en un lugar en el que durante mucho tiempo las pandillas han buscado ambas cosas’’, señala el artículo.