El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, se declaró «no culpable» de los cinco cargos en su contra, que incluyen tráfico de cocaína, durante la audiencia que sostuvo este miércoles 7 de octubre ante un juez federal de EEUU.
AntilavadoDeDinero / Actualidad RT
Luego de que el juez Brian M. Cogan de la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, con sede en Brooklyn, suspendiera momentáneamente la audiencia por el ruido que se generó durante la transmisión telefónica de la sesión, leyó los cinco cargos que la Fiscalía estadounidense atribuye a García Luna.
El primer cargo señala al exfuncionario mexicano de formar parte de una empresa delictiva y haber traficado drogas a EE.UU. en al menos seis ocasiones:
- 5.000 kilogramos, el 13 de diciembre de 2008.
- 23.000 kilogramos, el 3 de octubre 2007.
- 19.000 kilogramos, el 18 de marzo de 2007.
- 1.900 kilogramos, el 23 de enero de 2003.
- 1.925 kilogramos, el 16 de agosto de 2002.
- 1.900 kilogramos, el 24 de mayo de 2002.
Otros tres cargos acusan a García Luna de formar parte de una conspiración fuera de su país para obtener, poseer y distribuir drogas en EE.UU.
El quinto cargo señala que el 1 de junio de 2018, de manera falsa, el exsecretario de Seguridad Pública alegó ante las autoridades migratorias estadounidenses que nunca había sido detenido por haber cometido un delito. Por esta acusación, se le podrían incautar todos los bienes que el exfuncionario habría obtenido por la comisión de los delitos por los que se le acusa.
La próxima audiencia fue programada para el 7 de diciembre de 2020.
El juicio contra García Luna representa un caso emblemático en la historia reciente del país latinoamericano y con una trascendencia incluso mayor al llamado juicio del siglo contra el narcotraficante Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán.
Esto se debe a las implicaciones políticas en torno al juicio de García Luna, quien es acusado de traficar cocaína a EE.UU. mientras fungía como el principal estratega de la llamada «guerra contra el narcotráfico» del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), hecho que detonó una ola de violencia sin precedentes en México, con un saldo de más de 300.000 asesinatos.
¿Quién es García Luna?
García Luna es un policía que ocupó varios cargos en el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (CISEN) y posteriormente en la Policía Federal.
Durante el sexenio del presidente Vicente Fox (2000-2006), la carrera de García Luna despegó tras ser nombrado como titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI). A partir de este periodo, cobró notoriedad en círculos políticos, entre otras cosas, por las labores de espionaje político y señalamientos de presuntos vínculos con la delincuencia organizada.
En 2006, tras una elección presidencial con señalamientos de fraude, García Luna fue nombrado como titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Felipe Calderón. A pesar de que altos mandos militares y policiacos advirtieron sobre los presuntos vínculos de este con el narcotráfico, el entonces presidente mantuvo al funcionario como el principal estratega de la «guerra contra el narco».
Durante este periodo, García Luna también habría ordenado alterar pruebas y realizar varios montajes televisivos en la supuesta captura de grupos criminales, al mismo tiempo que mantenía una relación estrecha con funcionarios de las agencias de inteligencia de EE.UU., con quien incluso se asoció en empresas dedicadas a la venta de equipos de espionaje.
¿Qué dicen las investigaciones?
En diciembre de 2019, García Luna fue arrestado en EE.UU. acusado de tráfico de cocaína, lavado de dinero y colaborar con el Cártel de Sinaloa.
La sorpresiva detención se produjo luego de que varias investigaciones evidenciaran la adquisición de una lujosa residencia en Miami con un yate incluido, con dinero de origen inexplicable. Asimismo, varios testigos implicados en el juicio del ‘Chapo’ Guzmán, como Jesús Zambada, operador financiero del Cártel de Sinaloa, señalaron que García Luna recibió sobornos millonarios del grupo criminal para operar con impunidad en el trasiego de drogas a EE.UU.
El juez Brian M. Cogan, de la Corte federal con sede en Brooklyn, Nueva York, fue quien llevó el caso contra ‘el Chapo’ y también lleva el caso contra García Luna.
En las últimas semanas, la Fiscalía presentó ante el juez un nuevo paquete de evidencias, que incluye videos, comunicaciones interceptadas, llamadas telefónicas, documentos y registros financieros, como elemento de prueba contra García Luna.
Aunque se desconoce el contenido de las pruebas, se ha especulado que podrían contener imágenes y audios que documenten reuniones del exfuncionario con integrantes del crimen organizado, tal como ha señalado la periodista Olga Wornat, quien afirma haber visto grabaciones en las que García Luna se reunió con narcotraficantes en un avión privado en el aeropuerto de Toluca.
Se sabe, además, que los fiscales estadounidenses han logrado reunir un expediente de 189.000 páginas con pruebas incriminatorias contra García Luna.
El juicio en EE.UU. podría extenderse algunos meses, con una duración similar a la que tuvo el proceso contra ‘el Chapo’ Guzmán.
En julio pasado, la Fiscalía General de México confirmó que existe una investigación contra García Luna y dos de sus principales colaboradores, Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño, altos mandos policiacos que también han sido implicados en el proceso judicial en EE.UU. y que actualmente se encuentran prófugos de la Justicia mexicana y estadounidense.
¿Que podría implicar para Calderón?
La audiencia de García Luna, que se pospuso varios meses por la pandemia de covid-19, ha generado grandes expectativas en México por saber si los elementos de prueba o las declaraciones del acusado podrían implicar directamente al expresidente Calderón en el tráfico de drogas. Algo que sería inédito en el país.
El caso de García Luna representa un golpe político para Calderón, quien busca crear un nuevo partido político, México Libre, al mismo tiempo que su adversario, el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, impulsó una consulta ciudadana para que los mexicanos decidan si se debe o no enjuiciar a expresidentes, iniciativa que cuenta con el aval de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
De ahí que el caso contra García Luna no tenga precedentes en México, en términos de castigo a la corrupción, junto con el de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, vinculado a los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Un hecho inédito para un caso que podría reescribir la historia reciente de México y el tráfico de drogas a EE.UU.