Un retorno de Evo Morales sería devastador para Bolivia

Alrededor de 7.3 millones de bolivianos irán hoy a las urnas para unas elecciones de muchísima importancia para este país andino. Y José Manuel Ormachea, candidato a diputado por La Paz de la coalición centrista Comunidad Ciudadana dice que retorno de Evo sería terrible para Bolivia.

Antilavadodedinero / ElSalvador

A su juicio, el panorama no es el más alentador para su país. Por un lado, está el riesgo de un triunfo del Movimiento Al Socialismo (MÁS), el partido del expresidente en el exilio Evo Morales, quien tiene oportunidad de triunfar en primera vuelta. Esto, añade, deja al país en riesgo de descender una senda autoritaria con un Evo que si bien no aparece en la papeleta, es el líder indiscutible de este partido y quien realmente manda detrás del candidato Luis Arce, quien tiene alrededor de 42% de la preferencia electoral.

En Bolivia, se gana en primera vuelta si se tiene el 50% más uno de los votos o al menos 40% y una diferencia de diez puntos porcentuales sobre el más cercano competidor.

Por otro lado, está el candidato Carlos Mesa, quien gobernó entre 2003 y 2005 de manera muy accidentada, pero que ha logrado armar una coalición de opositores a Morales. Este tiene alrededor de 33% de la preferencia electoral, pero de avanzar a una segunda vuelta podría articular suficientes votos para ganar cómodamente.

Si Mesa fuerza a una segunda vuelta, Ormachea advierte que el MÁS se tomará las calles y generará “destrucción y caos”, como lo hizo en 2019, cuando Evo Morales renunció a la presidencia después de ganar unos comicios marcados por el fraude electoral.

Sobre el primer escenario, este joven político advierte que “Evo Morales ha anunciado que el día siguiente que gane Luis Arce volverá al país a cobrar venganza contra todos los que nos hemos movilizado pacíficamente y democráticamente contra el fraude del año pasado”.

Por otro lado, lamenta que “el Movimiento Al Socialismo ha anunciado que si los resultados no le son favorables, volverán a generar caos, destruir todo a su paso, y el ciudadano de a pie sufrirá las consecuencias. Ese es el tipo de chantaje que el MÁS ha acostumbrado a este país y nos tenemos que liberar”.

El candidato que divide el voto

Además de Arce y Mesa, hay un tercer candidato con nulas posibilidades de ganar pero con el potencial de dividir el voto de oposición al MÁS. Este es Luis Fernando Camacho, que aglutina el voto conservador de Santa Cruz, al oriente del país, y que está causando una fuga al movimiento de Comunidad Ciudadana, el único capaz de detener a Evo.

“Es clave que los votantes de Camacho se den cuenta que están poniendo en riesgo no solo la democracia sino la vida de mucha gente que deberá escapar, saldrá exiliada, podrá ser apresada, torturada, desaparecida con un retorno del MÁS que tiene una sed de sangre impresionante”, explica Ormachea, quien hace referencia a la salida del poder y del país de Evo Morales en noviembre de 2019.

“Hay muchísimo en juego”

Según Ormachea, en su país no solo está en juego quién va a gobernar, sino “la vida de muchísimas personas”. Esto, explica, se debe a que “el MÁS no va a cometer el mismo error dos veces, y si gana va a impedir que haya elecciones limpias, justas y transparentes con más fraudes en próximas elecciones. Se va a implementar el autoritarismo venezolano o nicaragüense al 100%”.

Este joven candidato, que en ocasiones ha lucido como una de las manos derechas de Carlos Mesa, recuerda que Evo Morales dijo desde su exilio en Buenos Aires “que su mayor error fue no crear milicias o colectivos armados”. En enero, el expresidente dijo que si vuelve a su país, convocaría estos grupos al estilo de Venezuela o Nicaragua.

Organizaciones de defensa de derechos humanos atribuyen a los colectivos chavistas, en Venezuela, y orteguistas, en Nicaragua, grandes abusos en estos países, con auspicio y armamento de los regímenes que los ocupan como ejecutores de la peor violencia política.

Por ello, Ormachea teme que después de un año lejos del poder, el MÁS vuelve con sed de sangre y venganza, con un candidato que tiene nula autonomía de Evo Morales y con un Luis Fernando Camacho que, después de haber sido un importante opositor, “podría estarle dando el tiquete de vuelta a Evo”.

Sin embargo, advierte que independientemente del resultado electoral, “no nos vamos a mover: si tenemos que dar la vida la vamos a dar porque esta lucha la comenzamos hace años. Lucharemos, y si tenemos que ir presos, iremos presos”.

Pero no todo es pesimismo para Ormachea. “Si hay segunda vuelta y el MÁS no incendia al país, los estudios de opinión dicen que ganaremos apoteósicamente. La oposición suma a un 60 o 70% de la población boliviana”, explica.

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