Roberto Sánchez Miranda es un general con diversos señalamientos por sus vínculos con el narcotráfico, incluso, Emilio Lozoya refirió que el militar presenció una reunión con Enrique Peña Nieto y Marcelo Odebrecht en Brasil, de cuya asociación se habrían desprendieron sobornos a cambio de contratos en Petróleos Mexicanos (Pemex).
AntilavadoDeDinero / Infobae
El jefe del Estado Mayor Presidencial con Ernesto Zedillo fue mencionado en el juicio a Joaquín Guzmán, el Chapo, pues habría recibido en los Pinos a Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, quien acudió por encargo de su padre, Ismael Zambada García, el Mayo. Esto fue en 1998 y el hijo del capo pactó que no hostigaran a su familia, la reunión transcurrió en un desayuno en la entonces residencia del ejecutivo federal.
Esto fue relatado por el Vicentillo, quien entregó un diario a la periodista Anabel Hernández, quien publicó el año pasado El traidor: El diario secreto del hijo del Mayo. Pues Zambada Niebla tenía conocimiento que su padre enviaba dinero al general.
Pese a que Miranda Sánchez mantuvo una relación cordial con el Cártel de Sinaloa, tuvo que escoger de qué lado estaba cuando el quiebre en la Federación: concilio donde convivían el Cártel de Juárez y Los Beltrán Leyva que se mantuvo en alianza del 2001 al 2007 disputando el negocio del narcotráfico al Cártel del Golfo y después a los Zetas. Pero hubo divisiones en 2003 y finalmente, en 2008, cuando fue arrestado Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo.
El Mayo Zambada arregló el encuentro con el jefe del Estado Mayor para que su hijo pactara un cese al acoso que sufría su familia, el encuentro fue en los Pinos (Foto: Archivo)
El general fue designado Comandante de la III Región Militar que comprende los estados de Sinaloa y Durango y la XI Región Militar integrada por los estados de Chihuahua y Coahuila. Cuando arribó, una de las primeras declaraciones que dio a la prensa fue que iba a arrestar al Chapo y al Mayo llegaría a verlos morir.
Estaba claro a qué bando se había sumado el general Roberto Miranda Sánchez, a decir del Vicentillo. Para ese entonces, de 2007 a 2008, la guerra con Arturo Beltrán Leyva y Vicente Carrillo Fuentes del Cártel de Juárez había comenzado.
Tras esas declaraciones comenzó una campaña de persecución contra los adeptos del Cártel de Sinaloa. Lo mismo contra los correligionarios de la facción delictiva como contra sus familias. Las casas de la esposa del Mayo y sus hijas fueron cateadas semanalmente en todo el 2008, según escribió el Vicentillo.
Antes de que Miranda Sánchez fuera relevado en marzo de 2009, dijo que el Ejército no pactaba con narcotraficantes, porque ellos eran quienes iban al extranjero a comprar armas para matar a otros mexicanos. A principios de ese año, publicaciones en la prensa referían sobre una presunta reunión auspiciada por el gobierno para lograr acuerdos de paz ante el escenario de violencia.
“El Ejército no pacta con nadie, no pacta con traidores a la Patria, con desleales, con malos mexicanos, con sicópatas, gente deleznable que está agrediendo, que está ofendiendo a la sociedad mexicana. No transamos ni vamos a transar con grupúsculos y mucho menos con ese tipo de gente, es una falsedad (de) quien ha dicho que hemos transado, las instituciones nacionales no transan, que quede claro, no transamos, somos un País de instituciones», dijo el 19 de febrero de 2009, según consignó Noreste.
En la versión del hijo del Mayo, que había obtenido por los coroneles que favorecían al Cártel de Sinaloa, Miranda Sánchez era gente del Cártel de Juárez.
No sólo el encargado de la III Región Militar estaba sobornado, también el general de división Noé Sandoval Alcázar, comandante de la IX Zona Militar con sede en Culiacán de 2007 a 2010. Su último cargo fue como subsecretario de la Defensa de 2014 a 2016.
“Ellos estaban pagados por nuestros enemigos. Ellos registraban nuestros ranchos, negocios y casas. Ellos robaban en todos los lugares donde hacían cateos. Ellos no dejaban ningún mueble o carro. Sólo robaban. Entraban sin ninguna orden de cateo ni nada”, detalló el Vicentillo.
El general Roberto Miranda Sánchez aspiraba a la Sedena en el ocaso de su carrera (Foto: Cuartoscuro)
Los funcionarios de la Sedena habrían operado a favor del Cártel de Sinaloa para reubicar a Miranda Sánchez, según el hijo del Mayo.
“Una de las cosas es que Chapo entregaba dinero a un coronel y a un teniente coronel, y ellos eran quienes le informaban de lo que los generales hacían. Ellos estaban recibiendo órdenes de sólo ir en contra de Chapo y Mayo. No ir a Navolato o alguna cosa relacionada con los Carrillo. Pero aún así ellos hicieron operativos en Navolato, los hicieron para mi padre y Chapo. Y los operativos eran hechos por el coronel por su cuenta”, dijo Zambada Niebla sobre la estrategia para atacar a sus rivales.
Pues los líderes del Cártel de Sinaloa ofrecían direcciones de casas y ranchos pertenecientes a los herederos de la facción Carrillo Fuentes. Ante eso, el general Miranda Sánchez habría desatado en cólera, pero no podía castigar a sus subordinados, debido a que habían cumplido con su trabajo, que era combatir al narcotráfico.
“Pero el general [Miranda] estaba muy enojado porque habían hecho un operativo en Navolato sin su autorización porque el general era corrupto. Yo lo vi en Los Pinos y es conocido como gente de Vicente Carrillo”, reiteró el hijo del Mayo.
De 2009 a 2011 el general fue contralor general del Ejército, y su último cargo fue como oficial mayor de la Sedena. Precisamente, quien lo sustituyó en 2012 fue el general Salvador Cienfuegos Zepeda, quien llegaría al máximo encargo de su carrera con Peña Nieto y actualmente está acusado de nexos con los Beltrán Leyva, también facción enemiga del Cártel de Sinaloa.
Le puede interesar: Claves para una investigación sobre fraude en Wirecard
Cuando la campaña del 2012, Miranda Sánchez proporcionó un eficaz equipo de seguridad al candidato del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto, pues aspiraba a la Sedena, pero no llegó. Actualmente tiene 73 años y está retirado.