Por medio de redes del software y su herramienta tecnológica determinaría si la persona que ingresa a las redes virtuales de los bancos es un intruso o un cliente.
Antilavadodedinero / Eje21
“De encontrar alguna anomalía o un patrón sospechoso, la idea es que el sistema genere una alarma inmediata en el banco, y antes de concluir la transacción en tiempo real, los asesores de servicio de la entidad se comuniquen con el cliente para verificar si realmente es él quien está realizando el movimiento virtual”.
Así explica el alcance de este software Angélica Ortiz Giraldo, Administradora de Sistemas Informáticos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, quien busca avanzar en este tipo de soluciones, ya que en la actualidad las notificaciones relacionadas con acciones fraudulentas se producen después de efectuada la transacción.
Por medio de una metodología de auditoría continua (análisis permanente), en la que se emplean técnicas de seguridad y sistemas inteligentes, el sistema busca “entrenar” la red neuronal para que genere alarmas a partir de algunas variables y según la evaluación o verificación inmediata de estas.
Gracias a complejos modelos matemáticos y a la integración de una tecnología matemática única, el software unifica el conocimiento acerca de los patrones del fraude, la conducta del cliente y el conocimiento experto, lo que resulta en un módulo capaz de autoaprender de manera sistemática la detección del fraude bancario y financiero, y para múltiples canales.
“El sistema aprovecha esa capacidad de autoaprender para generar alertas en tiempo real y así apoyar la detección del fraude, con base en tres ejes principales: perfil del comportamiento del cliente modelado en forma matemática, modelos dinámicos basados en el comportamiento histórico del fraude en la institución y reglas del experto”, detalla la desarrolladora del software.
Entre las variables de análisis está el patrón o la ruta de acceso habitual para ingresar al servicio, que puede ser por distintas opciones de la página web. También se identifica la ubicación geográfica desde donde el usuario hace la consulta y la coherencia en el transcurso de tiempo entre un retiro y otro, si se detecta que se hace desde lugares diferentes.
“También se ha considerado registrar el número de identificación del dispositivo del cual accede el cliente para verificar que al momento de la conexión corresponda con los de uso frecuente por parte del usuario”, manifestó la administradora Ortiz.
Esta propuesta tecnológica busca adaptarse a la plataforma y a las particularidades de cada entidad como mecanismo para fortalecer las estrategias de seguridad actuales, ante la proliferación de fraudes electrónicos.
La investigadora destaca como beneficios de este software, que utiliza una sofisticada tecnología científico-matemática, que le brinda la capacidad de autoaprender y genera menos costos a las entidades, ya que reduce significativamente las alertas falsas, haciendo que requiera un menor esfuerzo humano para su seguimiento, y también los costos indirectos asociados.
Fraudes en el sector financiero
Según una investigación realizada por la multilatina Digiware, que monitoreó más de 13.000 dispositivos en Latinoamérica, en Colombia se generan en promedio 542.465 ataques informáticos diarios, el 39,56 % de los cuales los sufre el sector financiero.
Según este informe, la clonación de tarjetas de crédito en Colombia sucede en un 30 % en los cajeros electrónicos y 70 % en las plataformas de comercio que no cuentan con suficientes procesos de verificación, y generalmente estos fraudes se hacen para compras de tiquetes aéreos.
Además, el estudio más reciente de la compañía internacional Kaspersky, experta en seguridad informática, señala que un incidente cibernético le puede costar a una entidad bancaria hasta 1,8 millones de dólares, pues el 61 % de estos generan costos adicionales para las entidades como pérdida de datos o de reputación