El principal peligro de un narco es que lo mate uno de sus pares o un rival. Ariel Cantero, alias Guille, condenado a 62 años de prisión, no tiene ese problema: está preso desde hace nueve años, cuando decidió entregarse mientras se reía en la cara a los policías.
AntilavadoDeDinero / noticiasporelmundo.com
Estará detenido por lo menos hasta 2062. El problema es que en la cárcel cometió más delitos que en libertad. Sumará en 2021 la octava condena a su prontuario, luego de que se pidiera la elevación a juicio oral de una investigación que lo tiene otra vez como protagonista, junto al piloto peruano Julio Rodríguez Ganthon. Según la acusación, desde 2017 manejaban una organización en la cárcel que se dedicaba a la venta de droga a escala media con eje en Rosario y ciudades cercanas.
La fiscal federal Adrián Saccone detalló en la investigación los roles de cada uno de los miembros de dos bandas que tenían nexos entre sí. En esta causa no aparecen tan evidentes, pero hay otra investigación del Ministerio Público de la Acusación donde sí hay más cercanía entre Guille Cantero y el piloto peruano, este último imputado por el crimen del exconcejal de Ciudad Futura Eduardo Trasante, ejecutado a mediados de julio pasado por dos sicarios dentro de su casa.
Cantero está preso actualmente en el pabellón Nº7 del penal de Marcos Paz. Pasó por seis cárceles federales y provinciales. En todas siguió con su actividad principal, el narcotráfico, y ordenando crímenes y ataques a balazos. Hace unas semanas el gobierno de Santa Fe planteó la intención de pedir su traslado al penal de Piñero, donde ya estuvo alejado, con el objetivo de generar mayores controles sobre este convicto, pero las gestiones no prosperaron.
A las siete sentencias en su contra se podrían sumar en los próximos meses otras tres causas en las que está acusado por narcotráfico, lavado de dinero, atentados contra residencias de magistrados y extorsión. Todos estos hechos ilícitos los cometió u ordenó ejecutarlos dentro de un calabozo.
Tras una extensa investigación que realizó la División Antidrogas de la Policía Federal, se pudo determinar, luego de 21 allanamientos y 15 detenciones, que las cárceles de Ezeiza, en Buenos Aires, y de Coronda, en Santa Fe, estaban conectadas a través de Guille Cantero.
El 2 de mayo de 2019, la entonces ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, anunció que en un allanamiento que habían realizado en la celda de Guille Cantero en el penal de Ezeiza se habían secuestrado tres teléfonos celulares.
A partir de ese momento, el líder de Los Monos no tuvo más móviles para comunicarse con sus lugartenientes en Rosario y usó este tipo de triangulaciones, con «visitas compradas» y el teléfono público del pabellón. En enero de este año los celadores del penal de Marcos Paz detectaron que el líder narco movía la cámara de seguridad con un palo de escoba para evitar ser registrado cuando hablaba por teléfono.
Le puede interesar: Argentina: Detienen por narcotráfico a presunto sicario de la banda “Los Monos”