Líderes de la MS-13 acusados por delitos de terrorismo en EE.UU.

Este día, en Central Islip, Nueva York, se presentó una acusación contra 14 de los líderes de mayor rango de la MS-13 en el mundo, conocidos como la Ranfla Nacional, la cual funcionaba como la Junta Directiva de la Organización y dirigió la violencia y la actividad delictiva de la MS-13 en todo el mundo durante casi dos décadas.

Antilavadodedinero / Justicie.gov

Concretamente, según el acta presentada, se les acusa de conspiración para prestar y ocultar apoyo material a terroristas, conspiración para cometer actos de terrorismo que trascienden las fronteras nacionales, conspiración para financiar el terrorismo y conspiración de narcoterrorismo en relación con la dirección de los acusados de la organización delictiva transnacional durante las últimas dos décadas en El Salvador, Estados Unidos, México y otros lugares.

El acusado Borromeo Enrique Henríquez, alias “Diablito de Hollywood,” es ampliamente reconocido como el miembro más poderoso de la Ranfla Nacional. Tres de los acusados, Fredy Iván Jandres-Parada, alias “Lucky de Park View” y “Lacky de Park View;” César Humberto López-Larios, alias “El Greñas de Stoners” y “Oso de Stoners” y Hugo Armando Quinteros-Mineros, alias “Flaco de Francis,” siguen en libertad y deben ser considerados como armados y peligrosos.

Se exhorta a los ciudadanos que tengan información sobre su paradero que se pongan en contacto con la línea telefónica gratuita de información MS-13 del Buró Federal de Investigaciones (FBI), 1-866-STP-MS13 (1-866-787-6713), o con el Servicio de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del Servicio de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos, en el (866) 347-2423, o en https://www.ice.gov/webform/ice-tip-form. Juntos, el FBI y HSI han ofrecido $20,000 en recompensa por información que lleve al arresto y condena de cada uno de los tres fugitivos.

Henríquez y otros 10 acusados están en custodia en El Salvador. Estados Unidos, en conjunto con el Gobierno de El Salvador, estudiarán las opciones para su extradición a los Estados Unidos.

El fiscal general en funciones, Jeffrey A. Rosen; el fiscal en funciones del Distrito Este de Nueva York (EDNY), Seth D. DuCharme; el director de la Fuerza de Tarea Conjunta Vulcano (JTFV), John J. Durham; el director del FBI, Christopher A. Wray, y el director ejecutivo asociado de HSI, Derek Benner, anunciaron la acusación.

El fiscal general en funciones Rosen dijo, “La acusación anunciada hoy es la más amplia y de mayor alcance que se ha hecho en la historia de los EE.UU. contra la MS-13 y su estructura de mando y control. Cuando el fiscal general Barr anunció la creación de la JTFV en agosto de 2019, previó un enfoque transversal que combinaría herramientas procesales ya probadas con estrategias innovadoras diseñadas específicamente para eliminar la capacidad de los líderes de la MS-13 de operar la banda y dirigir su actividad terrorista. Esta acusación refleja un importante paso hacia el logro de ese objetivo.

Al trabajar codo a codo con nuestros socios de la aplicación de la ley de EE. UU. y con nuestros socios en El Salvador, hemos acusado a los líderes de más alto rango de la MS-13 de operar una organización criminal transnacional que utiliza el terror para imponer su voluntad en los barrios, negocios y sobre civiles inocentes en Estados Unidos y América Central.”

“La MS-13 es responsable de una ola de muerte y violencia que ha aterrorizado a las comunidades, dejando a los barrios de Long Island y a todo el Distrito Este de Nueva York inundados de sangre,” dijo el fiscal en funciones del Distrito Este de Nueva York (EDNY), Seth D. DuCharme. “Incluso desde la cárcel, la Ranfla Nacional continuó dirigiendo las operaciones globales de la MS-13, reclutando nuevos miembros en la MS-13, incluyendo niños, y orquestando asesinatos y caos en todo el mundo. La innovadora acusación de hoy busca demoler la MS-13 apuntando a su estructura de mando y control y haciendo responsable a la Junta Directiva de la MS-13 por sus acciones terroristas.”

“El FBI está comprometido a combatir todas las formas de terrorismo que amenazan al pueblo estadounidense así como a nuestros socios internacionales,” dijo el director del FBI, Christopher Wray. “En colaboración con nuestros socios federales, estatales, locales e internacionales, tomamos medidas agresivas para atacar y perseguir algunos de los más altos niveles de liderazgo de la MS-13. Esta operación es una clara señal para otros que participan en este tipo de actividad delictiva transnacional: el FBI trabajará incansablemente para llevarlos ante la justicia dondequiera que tengan su base.”

“Por más de una década, HSI se ha mantenido firme en nuestra resolución de desmantelar las pandillas transnacionales como la MS-13,” dijo el director ejecutivo asociado de HSI, Derek Benner. “Como una de las organizaciones criminales más violentas y peligrosas, la MS-13 y la Ranfla Nacional fueron directamente responsables de una violencia y actividad criminal impensables en comunidades a lo largo de los Estados Unidos y Centroamérica.

Como resultado de la ardua labor y los considerables recursos dedicados a la Fuerza de Tarea Conjunta Vulcano por nuestros socios en la aplicación de la ley, tanto nacionales como internacionales, esta acusación tendrá un efecto negativo duradero en las futuras actividades ilícitas mundiales de esta organización delictiva transnacional.”

Como se alega en la acusación, la Ranfla Nacional comprende el más alto nivel de liderazgo del MS-13.  Aproximadamente en 2002, los acusados y otros dirigentes del MS-13 comenzaron a establecer una estructura de mando y control altamente organizada y jerárquica como medio para llevar a cabo sus decisiones y hacer cumplir sus órdenes, incluso mientras estaban en prisión.  Dirigieron actos de violencia y asesinato en El Salvador, Estados Unidos y otros lugares; establecieron campamentos de entrenamiento de tipo militar para sus miembros y obtuvieron armas militares como rifles, pistolas, granadas, artefactos explosivos improvisados (IED) y lanzacohetes.

Como líderes de la MS-13, los acusados controlaban franjas de territorio y participaban en actividades de relaciones públicas en nombre de la organización delictiva transnacional. Además, los acusados utilizaban la gran cantidad de miembros de la MS-13 en los Estados Unidos para participar en actividades delictivas, como el tráfico de drogas y la extorsión para recaudar fondos en apoyo de las actividades terroristas de la MS-13 en El Salvador y en otros lugares, y dirigían a sus miembros en los Estados Unidos a cometer actos de violencia, incluidos asesinatos, para promover sus objetivos. 

Como se alega también en la acusación, un tema central de las normas aplicadas por la Ranfla Nacional era el requisito de lealtad a la MS-13, o al “barrio.”  El requisito de lealtad era fundamental en todos los aspectos de la vida de los miembros del MS-13.  Los miembros que desobedecían las reglas, mostraban deslealtad a la banda o a sus líderes, cooperaban con las fuerzas del orden o faltaban al respeto a otros miembros eran sometidos a severos castigos, incluso la muerte. Las normas establecidas por la Ranfla Nacional permitieron que la banda prosperara en algunas partes de los Estados Unidos, incluso dentro del EDNY, donde, bajo el mando de los acusados, la MS-13 ha cometido numerosos actos de violencia, entre ellos asesinatos, intentos de asesinato, asaltos, secuestros, tráfico de drogas, extorsión de personas y empresas, obstrucción de la justicia y envío de las cuotas y el producto de la actividad delictiva por transferencia electrónica a los líderes de la MS-13 en El Salvador. 

Como se expone más adelante en el acta de acusación, la Ranfla Nacional ha ejercido su poder sobre el Gobierno de El Salvador cometiendo actos de violencia e intimidación contra funcionarios del gobierno, los organismos de represión y la población de El Salvador en general.  Al hacerlo, el Ranfla Nacional ha ordenado el asesinato de funcionarios de los organismos de represión y del Gobierno de El Salvador, así como la “luz verde”, o el asesinato, de un agente especial del FBI destacado en El Salvador que investigaba la MS-13 y sus miembros.

Además, al controlar el nivel de violencia del MS-13, la Ranfla Nacional ejerció influencia sobre el Gobierno de El Salvador. Por ejemplo, como se alega en el acta de acusación, desde aproximadamente 2012 hasta aproximadamente 2015, la Ranfla Nacional entró en una “tregua” con el entonces Gobierno de El Salvador.  Como parte de ese acuerdo, la Ranfla Nacional ordenó a la MS-13 que redujera los homicidios en El Salvador a cambio de mejores condiciones carcelarias, prestaciones y pagos en efectivo. En 2015, cuando este acuerdo se derrumbó, la Ranfla Nacional culpó a los Estados Unidos, creyendo que el gobierno de los Estados Unidos presionó al gobierno de El Salvador para que pusiera fin a la “tregua” como condición para recibir fondos de cooperación. A partir de entonces, a principios de 2016, la Ranfla Nacional comenzó a planificar una importante campaña de violencia coordinada en El Salvador en represalia por las medidas más severas impuestas a sus miembros tras el fin de la “tregua.”

  Como se alega en la acusación, los acusados ordenaron a todas las clicas de El Salvador que crearan una unidad especializada de miembros de la MS-13 para atacar a los agentes de policía, los militares y los funcionarios gubernamentales de El Salvador. Estos miembros se sometieron a entrenamiento militar en los campamentos de entrenamiento militar de la MS-13 en El Salvador.  Los acusados también ordenaron a todas las clicas, incluidas las de los Estados Unidos y el EDNY, que proporcionarán los beneficios de sus actividades delictivas relacionadas con la MS-13 para que se utilizaran en la compra de armas para los ataques previstos contra la policía en El Salvador.

En total, los acusados recaudaron más de $600,000 para este fondo que se utilizó para comprar armas, incluyendo ametralladoras M-16 y M-60, granadas, IED y lanzacohetes.  Además, los acusados ordenaron un aumento de la violencia, incluyendo asesinatos, en el EDNY y en otras partes de los Estados Unidos, que vieron un dramático aumento de la violencia con las MS-13 en 2016 y 2017. 

Por último, como se alega en la acusación, la Ranfla Nacional dirigió la expansión de las actividades de la MS-13 en todo el mundo, sobre todo en México, donde se envió a varios dirigentes de alto rango para que organizaran operaciones. En México, los líderes de la MS-13 establecieron conexiones para obtener narcóticos y armas de fuego, hicieron negocios con los cárteles mexicanos de la droga, como los Zetas, el Cártel del Golfo, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, y se dedicaron a la trata y el contrabando de personas.

En agosto de 2019, el fiscal general William P. Barr creó la JTFV para llevar a cabo las recomendaciones del Subcomité MS-13 formado en el marco del Grupo de Trabajo del fiscal general sobre la Delincuencia Organizada Transnacional. El Grupo de Tarea del fiscal general fue el resultado de la Orden Ejecutiva del presidente Donald J. Trump, de febrero de 2017, en la que se ordenaba a los Departamentos de Justicia, Estado y Seguridad Nacional y a la Oficina del Director de Inteligencia Nacional que coordinaran un enfoque de todo el gobierno para desmantelar las organizaciones delictivas transnacionales, como la MS-13, y aumentar la seguridad del pueblo estadounidense.

Desde su creación, la JTFV ha aplicado con éxito un enfoque de todo el gobierno para combatir la MS-13, que incluye el aumento de la coordinación y la colaboración con asociados extranjeros en la aplicación de la ley, entre ellos El Salvador, México, Honduras y Guatemala; la designación de programas, camarillas y líderes de la MS-13 prioritarios, que tienen el mayor impacto en los Estados Unidos, para enjuiciamientos selectivos; y la coordinación de acusaciones importantes de la MS-13 en las oficinas de los fiscales de los Estados Unidos en todo el país, incluido el primer uso de cargos de seguridad nacional contra los líderes de la MS-13.

La JTFV ha estado compuesta por miembros de la División de Seguridad Nacional y de la División Penal del Departamento de Justicia, así como de la División de los Estados Unidos Fiscalías de todo el país, incluyendo el EDNY; el Distrito de Nueva Jersey; el Distrito Norte de Ohio; el Distrito de Utah; el Distrito Este de Virginia; el Distrito de Massachusetts; el Distrito Este de Texas; el Distrito Sur de Nueva York; el Distrito de Alaska; el Distrito Sur de Florida; el Distrito Sur de California; el Distrito de Nevada, y el Distrito de Columbia.

Además, todos los organismos de aplicación de la ley del Departamento de Justicia participan en el esfuerzo, incluidos el FBI, la Administración de Lucha contra las Drogas de los Estados Unidos, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, el Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos y la Oficina de Prisiones de los Estados Unidos.  Además, HSI también desempeña un papel fundamental en el JTFV.

El fiscal general, en funciones, Jeffrey A. Rosen, expresó su sincero agradecimiento al fiscal general de El Salvador, Raúl Melara, por la asistencia de su oficina, así como a los investigadores de la Policía Nacional Civil de El Salvador, unidad del Centro Transnacional Antipandillas, por su inestimable cooperación. Además, numerosos componentes del Departamento de Justicia contribuyeron a esta acusación, entre ellos: la Sección de Lucha contra el Terrorismo de la División de Seguridad Nacional; la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia; la Oficina de Desarrollo, Asistencia y Capacitación del Ministerio Público en el Extranjero de la División Penal; la Sección de Lucha contra la Delincuencia Organizada y las Pandillas; y la Oficina Ejecutiva de los Grupos de Tareas para la Lucha contra la Delincuencia Organizada contra las Drogas. Por último, en consonancia con la Orden Ejecutiva del presidente Trump y el enfoque de todo el gobierno del fiscal general, el Departamento de Estado ha prestado un apoyo fundamental a la misión de la JTFV.

Los cargos anunciados hoy son acusaciones y los acusados se presumen inocentes a menos y hasta que se demuestre su culpabilidad más allá de toda duda razonable en un tribunal de justicia.  Si son declarados culpables, los acusados se enfrentan a una sentencia máxima de cadena perpetua.

El caso del gobierno está siendo procesado por los fiscales adjuntos James Donnelly, Matthew Shepherd y Stewart Young de JTFV, y los fiscales adjuntos Paul G. Scotti, Justina L. Geraci y Megan E. Farrell de la División Criminal de Long Island del EDNY.

Para saber más sobre los esfuerzos del Departamento de Justicia en la lucha contra la MS-13 de 2016 a 2020, véase el informe en: https://www.justice.gov/ag/page/file/1329776/download.

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