Para un escándalo real con una pizca de conmoción y asombro, miramos esta semana a España, ya que su ex rey Juan Carlos huyó del país bajo una nube de acusaciones de corrupción.
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Juan Carlos, quien gobernó durante 39 años desde 1975 hasta 2014, huyó después de una serie de acusaciones de que confiscó decenas de millones de dólares de un acuerdo saudí en una cuenta bancaria suiza en el extranjero.
Transmitió la noticia a su hijo y actual gobernante, el rey Felipe, en una carta publicada esta semana.
Carlos dijo que las “implicaciones públicas de algunos eventos pasados en mi vida privada” fueron un factor clave en su “bien pensada decisión de alejarse de España”.
La carta también decía que la decisión de Carlos estuvo “guiada por la convicción de brindar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a usted como rey”.
Pero los críticos señalan que los motivos de la mujer de 82 años para irse son más egoístas.
Además del creciente descontento público con la monarquía, Carlos enfrentaba una investigación de la Corte Suprema y un posible juicio por su participación en un lucrativo proyecto de tren de alta velocidad saudí que une las ciudades de La Meca y Medina.
La investigación está programada para determinar si el ex rey se benefició o no del contrato saudí de 6.700 millones de euros (11.000 millones de dólares) adjudicado a varias empresas españolas.
Las autoridades españolas también están investigando si el acuerdo ferroviario estaba vinculado a una donación de 65 millones de euros (106,8 millones de dólares) de 2008 a una fundación vinculada a Juan Carlos por el difunto rey saudí Abdullah.
Las autoridades suizas se han unido a la investigación, luego de que se descubrieron fondos no revelados en Suiza que supuestamente eran propiedad del ex rey.
Caer en desgracia
Carlos ascendió al trono en noviembre de 1975 tras la muerte del dictador fascista español Francisco Franco.
Después de un fuerte comienzo para llevar la democracia a España, el ex monarca finalmente no se ganó el apoyo del público.
No ajeno a la controversia, Juan Carlos finalmente se rindió en 2014, después de una problemática expedición de caza de elefantes durante la crisis financiera de España.
La decisión se tomó en medio de las acusaciones de malversación de fondos de Akbar dirigidas contra él, su hija, la princesa Christina, y su esposo, Iñaki Ordangarin.
Aunque elogiado por sus decisiones de abdicar y abandonar España por completo en un momento posterior, el rey actual, el rey Felipe, estaba ansioso por distanciarse de su padre.
A principios de este año, el rey Felipe anunció que renunciaría a su herencia personal y también canceló la subvención anual de su padre de 194.000 euros (319.000 dólares).
El primer ministro español, Pedro Sánchez, dijo que las acusaciones de corrupción eran “preocupantes”.
“Está claro que los españoles, colectivamente, estamos escuchando algunos informes inquietantes que nos están molestando a todos, y eso también me molesta”, dijo Sánchez en julio.
Pero creo que hay algunas cosas que vale la pena señalar en todo esto. Primero, hay algunos medios que no miran para otro lado, por el contrario, están informando de todo esto.
En segundo lugar, hay un sistema de justicia que actúa.
En tercer lugar, y esto es algo por lo que estoy agradecido, la propia Casa Real se distanció después de estos inquietantes informes. “
De un rey a otro
En el momento de su abdicación en 2014, el rey criticó a la reina Isabel, comparando a su hijo con su contraparte real británica.
“No queremos que mi hijo se marchite mientras espera como el príncipe Carlos”. Dijo Juan Carlos.
Pero esta no es la única vez que Carlos se ha dirigido a la familia real del Reino Unido.
La familia real española recibió a la princesa Diana y al príncipe Carlos en Mallorca a mediados de la década de 1980, donde se cree que Carlos hizo un pase “tangible” a la Princesa del Pueblo.
A veces se mencionaba al rey y las dos familias reales que pasaban tiempo juntas durante las vacaciones.
Según el diario de su guardaespaldas Ken Wharf, se cita a Diana diciendo que el rey español se había acercado a ella.
“Juan Carlos es inquietantemente encantador pero, ya sabes … un poco alerta. Sé que es ridículo, pero estoy seguro de que el rey me imagina”.
En este viaje, el príncipe Carlos y Diana fueron acompañados por sus dos hijos pequeños en ese momento, el príncipe Harry y el príncipe William.
