Sentencian al asesino de periodista anticorrupción en Malta

Vincent Muscat, uno de los tres sospechosos del asesinato de la periodista de investigación, Daphne Caruana Galizia, se declaró culpable del homicidio.

Antilavadodedinero / ABC

Muscat, junto con George Degiorgio y su hermano Alfred, fueron acusados de colocar y explosionar la bomba que mató a la periodista en octubre de 2017, en un atentado que conmocionó a la isla y que tuvo gran repercusión en Europa.

A la familia de Muscat se le ofreció dinero para comprar su silencio y que olvidara los nombres de otros implicados en el atentado.

Pero Vincent Muscat prefirió confesar y contar detalles del homicidio. Según fuentes citadas por el ‘Times of Malta’, Muscat aceptó cooperar y declararse culpable a cambio de ver reducida su pena de cárcel, que ha sido fijada en 15 años.

Esta maniobra de Muscat ha roto la estrategia defensiva llevada a cabo hasta ahora por los tres sospechosos de ser los autores materiales del homicidio. Podría producirse un efecto dominó, sobre los otros dos acusados, los dos hermanos Degiorgio, y el presunto autor intelectual del atentado contra la periodista Caruana Galizia, el empresario Yorgen Fenech, uno de los más poderosos e influyentes de Malta.

Plan inicial, utilizar un rifle

Un primer resultado de la colaboración de Muscat con las autoridades ha sido la detención de tres sospechosos de haber suministrado el dispositivo explosivo utilizado para asesinar a Caruana Galizia. 

Los hermanos Adrian y Robert Agius y su socio Jamie Vella fueron arrestados durante una operación policial realizada este martes.

Según la versión de Muscat a los investigadores, el plan inicial era disparar a la periodista con un rifle con mira telescópica, desde un lugar con vistas a la casa de la periodista Caruana Galizia en Bidnija, al norte de la isla, donde vivía con su familia.

Fueron precisamente Robert Agius y Jamie Vella, hoy detenidos, quienes les proporcionaron a Muscat y los hermanos Degiorgio tres rifles con miras telescópicas para que los probaran. Después de examinarlos, devolvieron dos de ellos porque «no eran muy buenos», incluso uno estaba «oxidado», dijo Muscat. Luego, descartado el homicidio con el rifle, los hermanos Agius y Jamie Vella se encargaron de proporcionar la bomba, además de los códigos del dispositivo, para hacerla explosionar.

Corrupción extendida en la isla

La bomba destrozó el coche de Daphne Caruana, poco después de salir de su casa en Bidnija. Fue encontrada de inmediato por su hijo Mathew que escuchó la explosión. 

La familia acusó al primer ministro de la isla, Joseph Muscat, y a otros destacados políticos, de ser «cómplices y responsables» del asesinato de la periodista.

Daphne Caruana realizaba, justo antes de morir, una delicada investigación contra el empresario Yorgen Fenech . La reportera anticorrupción lo denunció como propietario del fondo secreto 17 Black, que habría hechos dos pagos por más de 1,5 millones de euros a dos sociedades con sede en Panamá, cuyos propietarios eran el ministro de Turismo Konrad Mizzi, y Keith Schembri, jefe del gabinete del primer ministro, Joseph Muscat, que luego dimitieron.

Josep Muscat también se vio obligado a dimitir de su cargo de jefe de gobierno en enero 2020, tras las numerosas manifestaciones de protesta en la capital maltesa, La Valeta, al grito de «asesinos», «fuera los mafiosos», «a la cárcel».

El homicidio y las sospechas sobre corrupción que despertó hacia la clase política, magistratura y fuerzas de seguridad constituyó un terremoto en la isla. Desde entonces hasta hoy se están viendo las consecuencias de un escándalo que ha dejado traslucir la corrupción en Malta, el más pequeño estado de la Unión Europea, con 460.000 habitantes.

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