El Primer Ministro en funciones de Israel Benjamin Netanyahu, dice que el caso contra él amenaza con socavar la voluntad de los votantes del país.
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Durante su juicio por corrupción, Benjamin Netanyahu acusó a los fiscales de intentar destituirlo. Niega haber aceptado sobornos, cometido fraude y abuso de confianza en tres casos.
El mandatario de 71 años acudió al tribunal el lunes para escuchar las declaraciones de los testigos.
«Todo este proceso contra mí ha sido conducido haciendo un uso indebido del poder gubernamental confiado a los fiscales», ha dicho Netanyahu. «Es un intento de golpe de estado».
En paralelo al juicio se celebran las conversaciones para formar el nuevo Gobierno de Israel tras las elecciones generales de marzo con resultado indeciso por cuarta vez en menos de dos años.
Desde el partido Yamina recomiendan a su líder, Naftali Bennet, para convertirse en el próximo Primer Ministro. Pero la decisión final la tomará el presidente Reuven Rivlin tras reunirse con los líderes del partido.
Benjamin Netanyahu Aclamado y criticado
El todavía Primer Ministro sigue despertando pasiones. Sus partidarios le esperaban entre vítores fuera del tribunal.
En frente, también otro grupo crítico que se refería a Netanyahu como «ministro del crimen».
El resultado final del proceso por corrupción podría llevar años hasta agotar todos los recursos. Y solo si al final resulta condenado estaría obligado a dimitir como Primer Ministro.
