Ludwing Ledezma, abogado de los propietarios de la empresa unipersonal La Voz, informó que tiene 15 días, después de la notificación, para apelar la sentencia contra sus clientes Wilson R.S.A. y su esposa Karla C.G., quienes fueron condenados a cinco años y cinco meses, y cinco años, respectivamente, por legitimación de ganancias ilícitas (lavado de dinero procedente del narcotráfico).
Antilavadodedinero / opinion
Para Ledezma, la sentencia “no es contundente” debido a que hubo un voto disidente y sostiene que se dictó ese fallo “sin pruebas”. Esta jornada se dará lectura integra al dictamen en el Juzgado, a las 14:30. Después de que sean notificados tienen dos semanas para apelar, mientras sus bienes “no pueden ser tocados”, dijo su abogado.
El director de la Fiscalía Especializada en Delitos de Narcotráfico, Pérdida de Dominio y Legitimación de Ganancias Ilícitas de la Fiscalía General del Estado, Moisés Palma, señaló que el Ministerio Público demostró con elementos contundentes que los esposos son autores del delito de legitimación de ganancias ilícitas. Añadió, que mediante la incautación de bienes se afectó a los autores con más de 43 millones y 250 mil bolivianos a favor del Estado.
El Tribunal determinó la confiscación de ocho inmuebles; cuatro títulos valores de la empresa unipersonal dedicada a la venta de publicidad en radio, prensa y televisión, impresión y comercialización de diarios de circulación nacional, revistas y posters, marca y signo “La Voz”. Además, del secuestro de dinero y cuatro motorizados.
Ledezma adelantó que recurrirán a organismos internacionales porque consideran que se vulneró el debido proceso. Asimismo, dijo que iniciarán un proceso contra su anterior abogado patrocinante porque habría actuado en “concomitancia con los fiscales”. Para el abogado de los esposos, no se ha demostrado el lavado de dinero. Señaló que su cliente comenzó su negocio con una agencia de viajes con 1.800 euros.
En unos años, su fortuna alcanzó más de tres millones de dólares. Luego, compró el periódico La Voz y, según su abogado, eso le da ganancias diarias.
Sin embargo, Palma sostuvo que, durante todo el proceso, los acusados pretendieron justificar sus ingresos y bienes presentando documentación de actividades lícitas como el de servicios de comunicación, radio y televisión, venta de periódicos y publicidad, agencia de viajes, turismo, entre otros. “La comisión de fiscales demostró, de manera contundente, que estos bienes procedían del narcotráfico y que las actividades que desarrollaban los ahora condenados eran para dar apariencia de legalidad a sus bienes y recursos”.
De acuerdo con los antecedentes, el 4 de noviembre de 1997 Wilson R.S.A. usó la identidad falsa de Pablo César Salazar Castillo para traficar 20 kilos de cocaína en Hamburgo (Alemania). Por ese hecho, fue sentenciado a 10 años de presidio por importación ilegal de cocaína en ese país y el 2 de julio de 2003 fue expulsado a Bolivia.
Wilson R.S.A. llegó al país y adquirió bienes muebles e inmuebles, de título y valores. Además, de efectuar varios depósitos de dinero en diferentes entidades bancarias. Palma señaló que este hecho ocurrido con anterioridad vincula a la actividad de lavado de dinero que fue fundamental para que el acusado y su esposa sean procesados por vinculación a la actividad del narcotráfico. En ese sentido, el Tribunal de Sentencia No. 6 de Cochabamba consideró que los antecedentes fueron emergentes para las actividades ilícitas cometidas en Bolivia.