El Buró Federal de Prisiones (BOP) informó que Eduardo Arellano Félix, quien fue considerado el cerebro financiero de la organización de tráfico de drogas que fundó su familia en la ciudad fronteriza de Tijuana, México, será liberado el próximo 18 de agosto de una prisión de baja seguridad en Pennsylvania.
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La condena reducida de este mafioso apodado ‘El Doctor’ es resultado de una amplia cooperación con las autoridades estadounidenses, que comenzó en mayo de 2013 al firmar un acuerdo de culpabilidad de dos cargos por conspiración para lavar dinero y gastar ganancias producto del narcotráfico.
En junio de 2013, cuando un juez federal en San Diego, California, lo sentenció a 15 años de prisión, la Administración para el Control de Drogas (DEA) expresó: “la organización de los Arellano Félix está acabada”. En esa época, el Cartel de Sinaloa terminó por apoderarse de Tijuana, lo cual le permitió posicionarse en Los Ángeles, uno de los principales centros de distribución de drogas en EEUU.
Eduardo Arellano Félix, de 64 años, se encuentra en la prisión FCI Allenwood de Pennsylvania, un penal federal de baja seguridad donde solo hay reclusos varones. Como lo han hecho sus hermanos, gracias a su efectiva cooperación con el gobierno él logró bajar paulatinamente su castigo. En 2018, su salida de la cárcel estaba programada para el 29 de noviembre de 2021.
Casi todos los documentos judiciales ligados a su caso se encuentran sellados. Pero los de su hermano menor Francisco Javier, alias ‘El Tigrillo’, quien cumple una larga condena en este país, indican que este se ha reunido decenas de veces con agentes de la DEA para ofrecerles detalles sobre el funcionamiento y la estructura de los remanentes del Cartel de Tijuana. Algunos de sus miembros se dedican ahora a robar autos en esa localidad.
Una de esas entrevistas con la DEA en prisión duró varios días y el capo brindó información “veraz y fidedigna”, afirmó el abogado de Francisco Javier Arellano Félix en una carta que pedía reducir la sentencia de su cliente. El defensor legal señaló que en una ocasión “escuchó que un agente en un interrogatorio le dijo a Arellano que la información que estaba proporcionando era como ‘un sueño hecho realidad’ y que este sería debidamente recompensado» por su ayuda.
Alias ‘El Doctor’ fue el cerebro financiero del Cartel de Tijuana. Fue arrestado en octubre de 2008 tras una balacera entre sicarios y efectivos del Ejército mexicano. Cuatro años después lo extraditaron, un proceso que se retrasó por las apelaciones que presentaron sus abogados.
El Departamento de Justicia afirma que este mafioso lavó millones de dólares producto del narcotráfico.
“En su cargo, el acusado asesoró a sus hermanos mientras orquestaban la importación de cientos de toneladas de cocaína y marihuana a Estados Unidos, ordenaron el secuestro y asesinato de varias personas y dirigieron la corrupción generalizada de policías y militares en México», indicó un memorando de sentencia que fue redactado por fiscales estadounidenses.
“El acusado también lavó personalmente al menos decenas de millones de dólares en ganancias ilícitas y compró una gran cantidad de armas de fuego para el uso de la organización de los Arellano Félix. Las acciones del acusado resultaron en vidas destruidas y un sufrimiento incalculable en ambos lados de la frontera”, agrega el documento.
Su proceso criminal fue agregado al de sus hermanos en 1998 por cargos de tráfico de drogas y en 2002 le agregaron los delitos de extorsión, lavado de dinero y conspiración para distribuir e importar marihuana y cocaína. Pero negoció con los fiscales logrando que redujeron los cargos y por eso recibió un castigo menos severo. Otros capos de su nivel purgan cadenas perpetuas en este país.
Los hermanos Arellano Félix no solo han proporcionado información a la DEA, sino que entregaron 250 millones de dólares como parte de los acuerdos de culpabilidad, según documentos judiciales.
Al dictarle la sentencia, el juez federal Larry A. Burns señaló que, si bien ‘El Doctor’ estuvo menos involucrado en los peores aspectos del cartel, fue “plenamente consciente de los métodos” de esa organización criminal. Concluyó que sus acciones habían tenido “efectos terribles y duraderos” en el sur de California y también en la cooperación entre los gobiernos de México y EEUU.
Las muertes y arrestos de los líderes del Cartel de Tijuana, que alguna vez fue considerado uno de los grupos criminales más grandes del mundo, fueron minando su poderío.
Su primer líder, Benjamín, fue arrestado en México en marzo de 2002, extraditado a San Diego en 2011 y quien ahora cumple una sentencia de 25 años de cárcel. A Ramón lo asesinaron los pistoleros de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en el estado de Sinaloa en febrero de 2002. Mientras que Francisco Javier fue detenido en 2006 mientras navegaba en aguas internacionales, un año después lo extraditaron y su cooperación logró que su castigo bajara a 23 años y medio tras las rejas.
Otro miembro de esta familia de mafiosos, Rafael, tuvo un final trágico. Tras cumplir varias condenas en EEUU y México entre 1980 y 2008, un sicario disfrazado de payaso lo mató a tiros durante una fiesta infantil en Los Cabos, en Baja California Sur.
Se cree que al frente de las reducidas actividades delictivas de esta familia se quedó la hermana de ellos, Enedina, guardando un perfil bajo. Se desconoce si contra ella pesa alguna acusación en EEUU.
Tijuana es ahora un campo de batalla entre pistoleros de los carteles de Sinaloa y Jalisco. Como consecuencia, en años recientes ha estado en la lista de las ciudades más peligrosas de México. En lo que va del año ahí han muerto de manera violenta más de 600 personas.