Una docena de personas en Colombia están acusadas de lavar cerca de US$100 millones pertenecientes a grupos criminales, desde un cartel mexicano hasta un grupo narcotraficante colombiano, una mirada a los intermediarios que ofrecen servicios de lavado de dinero a una variada clientela criminal.
Antilavadodedinero / insightcrime
La fiscalía imputó a 12 personas por su participación en una estructura de lavado de dinero que usaba una red de empresarios y profesionales del sector financiero para falsificar documentos y vigilar el movimiento de cuantiosas sumas mediante documentos de exportación falsos, según un comunicado emitido por la Fiscalía General de la Nación el 19 de abril.
Entre 2017 y 2018, esa red criminal blanqueó US$98 millones del narco, usando entidades bancarias nacionales e internacionales para introducir el dinero al sistema financiero colombiano, según informó El Tiempo.
Bajo el nombre de “Los Brokers”, la estructura criminal se valía de un grupo de empresarios colombianos, también llamados “facilitadores”, que prestaban sus nombres, empresas y cuentas bancarias para recibir gruesas sumas de dinero derivadas de contratos de exportaciones falsas con empresas de papel registradas en México, Costa Rica, Panamá y Chile, explicó el general Hernán Bustamante, director de la Policía Antinarcóticos de Colombia.
Las empresas fachada pagaban los cargamentos de exportaciones ficticias mediante cheques a nombre de los “facilitadores”. Esos cheques se transferían a una serie de contadores, administradores y banqueros cómplices, quienes depositaban los fondos en cuentas bancarias de empresas y alteraban un rastro documental para dar a las transacciones la apariencia de legitimidad y evadir los controles contra el lavado de activos. A los profesionales de entidades financieras se les pagaba el uno por ciento del monto de cada cheque procesado.
Cuando el dinero ingresaba al sistema financiero colombiano, era retirado en efectivo y transferido a los agentes del mercado negro que actuaban como intermediarios entre las empresas y los destinatarios del dinero, quienes, según las autoridades, hacían parte de grupos narcotraficantes.
Esta estructura de servicio integral de lavado de dinero, llena de empresas fachada y contadores deshonestos dispuestos para la tarea, muestra el surgimiento de terceros especializados que ofrecen acceso a redes de corrupción preestablecidas para el blanqueo efectivo de activos.
Aunque su operación solo duró tres años, el mayor éxito de Los Brokers se registró entre 2017 y 2018, cuando introdujeron más de US$100 millones al sistema financiero en Colombia. Según el general Bustamante, el dinero sucio provenía de diversos grupos criminales, incluidos “Los Pepes”, cartel del Norte de Santander, en Colombia, organizaciones narcotraficantes de Cali, e incluso, el cartel de Guadalajara, México.
Aún más, las autoridades confiscaron propiedades que parecen vinculadas a otros grupos criminales colombianos, como el Ejército Popular de Liberación (EPL) y “La Oficina”, federación criminal con sede en Medellín, Colombia.
Los Brokers ofrecían una red de corrupción preestablecida que ofrecía a las organizaciones criminales la posibilidad de lavar dinero sin necesidad de crear sus propios esquemas con ese fin, y con la garantía de que profesionales financieros con toda la habilidad construirían un trasfondo que hiciera parecer legítimo el dinero.
La tercerización del lavado de dinero con un mercado negro de intermediarios es una clara muestra de la creciente centralización de servicios criminales en el país, una industria incipiente que ofrece una variedad de servicios, desde la procura de pasaportes falsos hasta el alquiler de narcosubmarinos.