l viernes, miembros de la diáspora salvadoreña y el Comité en Solidaridad con el Pueblo de El Salvador (CISPES) se reunió frente a la Embajada de El Salvador 1400 16th St NW Washington, DC 20036, para realizar una manifestación en respuesta a las recientes acciones de la Asamblea Legislativa salvadoreña para destituir a los magistrados de la Corte Suprema y el Fiscal General.
Antilavadodediero / ElSalvador
El 1 de mayo marcó el primer día de la nueva sesión legislativa de El Salvador (2021-2024) después de una importante victoria del partido Nuevas Ideas del presidente Bukele en febrero tras una temporada de campaña marcada por irregularidades, violaciones incontroladas de la ley electoral salvadoreña y un resurgimiento de la violencia política.
Armados con una mayoría en esta nueva legislatura, Bukele y sus aliados votaron ilegalmente para destituir a los cinco magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema, que actuaron durante la pandemia de COVID-19 para controlar los amplios decretos ejecutivos de Bukele y los abusos de derechos humanos resultantes. . También destituyeron al Fiscal General, quien había estado investigando cargos de corrupción contra varios miembros del gobierno de Bukele.
Los movimientos sociales en El Salvador, las organizaciones internacionales de derechos humanos y los líderes políticos estadounidenses han denunciado la toma de poder como un «golpe técnico» que amenaza la democracia al consolidar el control de Bukele sobre los tres poderes del gobierno.
CISPES se pronuncia
Por medio de un comunicado en su página web, el Comité en Solidaridad con el Pueblo condenó «categóricamente la decisión de los recién juramentados diputados de los partidos Nuevas Ideas, GANA, PCN y PDC quienes el sábado 1o. de mayo con una mayoría en el Congreso y con el respaldo del Presidente de la República, Nayib Bukele, votaron a favor de destituir inconstitucionalmente a los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia en lo que se ha denunciado en El Salvador como un golpe de estado».
Asimismo, rechazaron «la reacción del Presidente Bukele quien en un tweet sentenció que esta acción no es ‘incumbencia’ de la comunidad internacional». «CISPES no responde a gobiernos autoritarios, sino al movimiento social salvadoreño, con el que durante 40 años hemos tenido una relación de pueblo a pueblo y al que hemos acompañado en los momentos más sangrientos de las últimas dictaduras y en momentos históricos como fue la transición a una democracia.
Si bien esta democracia no ha sido perfecta, como tampoco lo es en Estados Unidos, fue resultado de una lucha popular y una negociación pluralista, no el antojo de un demagogo».