Si nos hemos propuesto comenzar a invertir, es probable que no sepamos por dónde empezar. La jerga del sector, la complejidad de ciertos productos o el miedo a perder dinero pueden suponer un obstáculo.
Antilavadodedinero / dirigentesdigital
No obstante, hoy en día, gracias a los brókeres online y a las nuevas apps de inversión comenzar es más fácil, barato y accesible. Se puede empezar a invertir con muy poco dinero mediante brókeres online con comisiones bajas que son muy fáciles de usar.
Incluso podemos invertir en acciones que cuestan cientos de dólares desde solo un céntimo gracias a las acciones fraccionarias, invertir en un índice que refleje la economía de un país gracias a los fondos indexados o contar con la ayuda de un robo advisor, un asesor financiero automatizado que nos ofrecerá una cartera de fondos de gestión pasiva con comisiones bajas adaptada a nuestro perfil de riesgo en la que podremos empezar a invertir desde 150 euros.
Eso sí, no debemos perder de vista el riesgo que conlleva comenzar a invertir por mucho que ahora sea más sencillo y barato hacerlo. Aunque nuestro objetivo sea aumentar nuestro patrimonio y rentabilizar nuestro dinero, invertir puede generar pérdidas, más todavía si lo hacemos en productos complejos que no entendemos y sin una estrategia definida.
Si somos principiantes, es fácil que acabemos cometiendo algunos errores de novato, advierten desde el comparador de productos financieros HelpMyCash.com. El problema es que esos errores nos pueden costar mucho dinero.
1) Olvidar tu educación financiera
Antes de dar el paso y comenzar a comprar y vender acciones o cualquier otro activo debemos formarnos. Es importante comprender el funcionamiento del mercado y de los activos en los que queremos invertir, así como tener conocimientos básicos para poder evaluar con criterio una inversión antes de realizarla. Algunos brókeres permiten abrir cuentas demo con las que podremos invertir con dinero ficticio, por lo que no asumiremos ningún riesgo, pero si aprenderemos el funcionamiento del mercado y podremos experimentar con distintas estrategias y activos.
2) Invertir en productos que no entiendes
Nunca deberíamos negociar con productos cuyo funcionamiento no entendamos ni tampoco con aquellos que tengan un riesgo que no se adapte a nuestro perfil. Asimismo, apostar por estrategias demasiado arriesgadas como las posiciones cortas o el apalancamiento puede no ser conveniente si somos principiantes.
También debemos analizar la publicidad de los brókeres con un ojo crítico antes de comenzar a invertir. Algunos productos muy publicitados por Internet tiene un alto riesgo de generar pérdidas como los contratos por diferencias (CFD), alertan desde HelpMyCash. La normativa europea obliga a los comercializadores de CFD a indicar qué tanto por ciento de sus clientes minoristas pierden dinero invirtiendo en estos productos y el resultado es que la mayoría de ellos salen mal parados. En eToro, por ejemplo, el 67% de los inversores minoristas pierden dinero al invertir en estos activos. En IG el número se eleva al 71%, en Plus 500, al 72% y en XTB, al 73%.
3) Usar el dinero que necesitas para llenar la despensa
Invertir el dinero que necesitamos para llenar la cesta de la compra, pagar el recibo de la luz o hacer frente a la hipoteca es un error que debemos evitar. Únicamente deberíamos invertir el dinero que no vayamos a necesitar a corto plazo y del que podamos prescindir. Asimismo, antes de invertir deberíamos construir un fondo para futuras emergencias. No olvidemos que nuestra cartera podría registrar pérdidas.
4) Apostarlo todo a una única carta
Destinar todos los fondos a una única acción o a un mismo sector puede salirnos caro si el mercado no evoluciona como esperamos. Diversificar, en cambio, nos permite repartir el riesgo que asumimos al invertir y, por tanto, reduce el impacto que puedan tener los movimientos del mercado en nuestra cartera y, en definitiva, las posibilidades de sufrir pérdidas, explican fuentes de HelpMyCash.
5) Caer en las garras de un ‘chiringuito financiero’
La CNMV aconseja verificar que una entidad está autorizada antes de invertir y “que la empresa no ha sido objeto de advertencia por parte de la CNMV ni de otros supervisores” y recuerda que “los chiringuitos son peligrosos” e intentan engañarnos. El supervisor recomienda adoptar una actitud activa y preguntar si sospechamos que podríamos encontrarnos ante una estafa.
Algunas señales que nos pueden alertar de que nos encontramos ante un chiringuito financiero son recibir llamadas o correos electrónicos inesperados u ofertas a través de nuestros perfiles de las redes sociales que no hemos solicitado.
Si nos emplazan a invertir con urgencia y usan técnicas para que tomemos una decisión rápidamente, también deberíamos desconfiar. Por otra parte, si nos ofrecen bonificaciones o nos solicitan que captemos a otros clientes (técnica propia de los esquemas piramidales) también deberían saltar las alarmas.
La CNMV, en su decálogo para evitar chiringuitos financieros, recomienda desconfiar de las “altas rentabilidades sin riesgo” y de los productos complejos que no entendamos, así como prestar atención a las comisiones del bróker.