Altos mandos militares ecuatorianos advirtieron que no tolerarán corrupción en los miembros de las tres ramas de las Fuerzas Armadas y que los casos que se detecten serán inmediatamente trasladados a la justicia.
«Serán sancionados todos aquellos que vayan a denigrar a nuestra institución y a nuestro pueblo», dijo el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Roque Moreira, al comentar el reciente testimonio del narcotraficante colombiano Jorge Cifuentes en el juicio que se realiza contra el capo mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán, en Estados Unidos.
El contralmirante Darwin Jarrín, comandante de la Armada, también advirtió sobre las sanciones a actos de corrupción.
«Escúchenme bien, no permitiremos bajo ninguna circunstancia que sujetos inescrupulosos que, lamentablemente y por excepción, podrían estar en nuestras filas pongan en entredicho el buen nombre de la Armada y de las Fuerzas Armadas. Eso se los garantizo a cualquier costo», dijo Jarrín.
Cifuentes, testigo protegido en el juicio contra el Chapo Guzmán, afirmó que el cartel de Sinaloa involucró a militares ecuatorianos para mover droga entre la frontera entre Colombia y Ecuador, hacia alta mar y de allí a Estados Unidos o a México.
Cifuentes mencionó al exmilitar ecuatoriano Telmo Castro como el hombre al que se le pagaba 100 dólares por cada kilo de droga que cruzaba la frontera.
En octubre de 2009 Castro fue detenido por la policía de Ecuador en la población de Baeza (oriente) durante el operativo antinarcóticos denominado «Aniversario», cuando transportaba 500 kilos de cocaína en un camión pintado de verde y con logotipos falsos del Ejército.
La droga salía desde la frontera con Colombia, pasaba por Quito, Cotopaxi (centro) y Durán (costa) y finalmente iba a un barco en alta mar.
Castro fue sentenciado a dos años de cárcel, se acogió a una rebaja de penas y cumplió menos de la mitad de la sentencia.
En junio de 2013 volvió a ser detenido cuando cargaba más de 300 kilos de cocaína en una avioneta con matrícula mexicana.
Fue sentenciado entonces a 10 años de prisión, pero tras varios recursos legales terminó con 14 meses de cárcel.
En 2018 fue condenado a cinco años de prisión por lavado de activos.
El mes pasado, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, dijo que trabaja en reformas al reglamento de personal y normas de acceso a las Fuerzas Armadas para evitar el ingreso de personas corruptas y mantener la disciplina y transparencia en el personal militar.
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