El Secretario de Estado de EE.UU, Antonio Blinken, en su primera reunión oficial con el ministro de Exteriores marroquí, Naser Bourita, ha expresado su profunda preocupación por las generalizadas violaciones de derechos humanos en Marruecos. Se trata de la primera declaración de la nueva administración norteamericana de estas características.
Antilavadodedinero / ecsaharaui.
En su cuenta de Twitter, tras un encuentro con una delegación marroquí encabezada por Nasser Bourita, el secretario de estado de EE.UU ha anunciado que se ha reunido hoy en Roma con el jefe de la diplomacia marroquí al margen de la cumbre de la alianza internacional contra el ISIS.
Cabe señalar que al menos una veintena de organizaciones de derechos humanos de todo el mundo han mostrado su preocupación por la grave situación de los derechos humanos en Marruecos tras el encarcelamiento de periodistas, blogueros y activistas. Joe Biden había asegurado que, de llegar a la Casa Blanca, pondría punto y final a los “cheques en blanco” de Washington a varios países donde se violan, de forma sistemática, los derechos humanos, la libertad de expresión, y de prensa.
Hoy, Biden cumple su promesa. Al margen de la reunión de la alianza internacional liderada por EE.UU e Italia contra la amenaza terrorista del Estado Islámico (DAESH), Blinken se reunió con Bourita. Y la reunión, según Washington, se centró especialmente en las violaciones de los derechos humanos y la libertad de prensa en Marruecos.
«Buen encuentro hoy con el Ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, para revisar nuestro interés compartido por la paz y la estabilidad regionales así como los derechos humanos, incluida la libertad de prensa.
También discutimos los acontecimientos en Libia y nuestro deseo de ver estabilidad y prosperidad allí», dijo Blinken en su cuenta de Twitter. EE.UU está preocupada por las violaciones de los derechos humanos en Marruecos así como el deterioro de la situación de la libertad de prensa y de expresión, según dijo el propio Blinken en su cuenta de Twitter.
Una «derrota duradera» del Estado Islámico (EI), sobre todo atacando sus fuentes de financiación para evitar su expansión en África y Asia, es el objetivo de la reunión este lunes en Roma de los ministros de Exteriores y representantes de los 83 países integrantes de la coalición global contra el grupo terrorista, la primera en dos años, bajo la presidencia de EE.UU e Italia.
Más de 40 titulares de Exteriores, entre ellos Anthony Blinken y el secretario general de la OTAN, Jans Stoltenberg, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, debatieron sobre «las estrategias para combatir la actividad terrorista en áreas de alto riesgo de Irak, Siria, Asia Occidental y el Sahel en África», según explicó el ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio.
En este contexto, el crimen organizado en el Sahel sigue evolucionando principalmente en torno al hachís procedente de Marruecos, según denuncia un informe reciente del Panel de Expertos en Mali, creado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que apunta a la «falta de cooperación» de Marruecos en la lucha contra el tráfico de drogas, al tiempo que enfatiza la necesidad de incluir a los proveedores de drogas en la lista de personas objetivo de las sanciones de la ONU.
Según el documento, «el flujo más regular y estable de narcóticos a través de Malí sigue siendo el de resina de cannabis, o hachís, desde Marruecos, que pasa por Mauritania y Mali, luego por Níger hasta ‘en Libia».