Los ministros de Finanzas del G20 aprobaron este sábado en Venecia un “histórico acuerdo sobre una arquitectura tributaria internacional más estable y más justa”, que establece un impuesto global de “al menos el 15%” sobre las ganancias de las multinacionales.
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Según confirmó el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, el pacto para respaldar el mecanismo de fiscalidad para multinacionales fue consensuado por 130 países y jurisdicciones de los 139 que forman parte del llamado marco inclusivo de la OCDE.
“Los países del G20 se han puesto aquí de acuerdo en que quieren abordar un nuevo orden tributario internacional”, dijo Scholz en declaraciones a los medios acreditados en Venecia (norte de Italia).
Los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20 se han reunido durante dos días en Venecia y han llegado a un acuerdo político para secundar este sistema, que tratará de evitar que las multinacionales evadan impuestos o desvíen sus beneficios a paraísos fiscales.
Este sistema se basa en dos pilares, uno consiste en reasignar parte del impuesto sobre la renta que pagan las multinacionales a los denominados países de “mercado”, es decir, aquellos en los que desarrollan su actividad y no en el país sede; y en la aplicación de un tipo mínimo del impuesto de sociedades de, al menos, el 15 % a las empresas con una facturación como poco de USD 890 millones.
El impuesto mínimo global afectaría a menos de 10.000 grandes empresas.
Una tasa mínima efectiva del 15% generaría ingresos adicionales de 150.000 millones de dólares al año, según la OCDE. El objetivo es evitar que las multinacionales y en especial la Gafa (acrónimo que designa a los gigantes Google, Amazon, Facebook y Apple), paguen impuestos irrisorios en relación a sus ingresos.
La cifra seguirá siendo objeto de debate, después de que países como Francia, Alemania, Argentina o Estados Unidos hayan pedido que sea más ambiciosa, por encima del 15 %.
Scholz calificó de “gran momento histórico” el acuerdo en el marco del G20 y dijo que cuando se alcanzó el consenso “se rompió en un aplauso” en la sala, porque “todo el mundo entendía que algo grande estaba pasando”.
Preguntado sobre si será posible que se sumen al acuerdo otros países reticentes de la Unión Europea (UE), como Irlanda, Hungría o Estonia, que han atraído durante años a inversión privada por sus tipos tributarios bajos, confió en que lo apoyen.
“Estoy absolutamente seguro de que habrá un acuerdo en octubre”, afirmó el ministro alemán, convencido del poder de arrastre que tiene el G20, que representa “el 90 % del (producto interior bruto) PIB global”.
“Este es el resultado de un esfuerzo común. Espero que los países que no se han sumado cambien su decisión”, declaró el ministro italiano de Finanzas, Daniele Franco.
En la Unión Europea, Irlanda, Hungría y Estonia, que han atraído durante años la inversión privada por sus tipos tributarios bajos, han mostrado sus dudas para adherirse a este mecanismo, pero el ministro italiano confió en que “cambien de opinión” porque, dijo, los países del G20 representan alrededor del 90 % del producto interior bruto (PIB) mundial y esto “es una presión para el resto”.
También la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo hoy en un encuentro con la prensa que los países del G20 intentarán entender hasta octubre las reticencias de Estados como Irlanda, Estonia o Hungría para sumarse al acuerdo global de imposición a multinacionales, pero matizó que no es esencial que todos se unan.
”Estamos intentando entender las reservas de los países que no se han adherido” al texto para esta reforma fiscal internacional consensuado el 1 de julio por 130 países y jurisdicciones de los 139 que forman parte del llamado marco inclusivo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Sin embargo, enfatizó, “no es esencial que todos los países estén dentro”.