«Nuestras normas contra el blanqueo de capitales están entre las más estrictas del mundo», dice el vicepresidente de la Comisión Europea Valdis Dombrovskis. Pero muchos Estados miembros de la UE son demasiado laxos a la hora de supervisar y comprobar las transacciones financieras sospechosas. Por eso, la Comisión Europea propone ahora oficialmente lo que se lleva preparando en Bruselas desde hace meses: una nueva autoridad de supervisión de la UE vigilará a los Estados miembros y controlará y auditará a las grandes entidades financieras transfronterizas.
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Sin embargo, esta futura y poderosa autoridad no será operativa hasta dentro de tres años y no será plenamente efectiva hasta dentro de cinco años. Los Estados miembros de la UE han acordado en principio la creación de esta autoridad central de supervisión, que ya existe para los bancos. Sin embargo, discuten sobre dónde debe tener la autoridad su sede.
Importante volumen de negocios «sucios»
«El lavado de dinero es una clara amenaza para los ciudadanos, las instituciones democráticas y el sistema financiero», reconoció la Comisaria de Servicios Financieros de la UE, Mairead McGuiness, al presentar las nuevas propuestas legislativas. Alrededor del 1,5% del PIB de la UE -es decir, 133.000 millones de euros- corresponde a transacciones con dinero «ilegal». «No se puede subestimar en absoluto la magnitud del problema. Hay que sellar las rendijas que pueden aprovechar los delincuentes», exigió la Comisaria de la UE. Para ello, la Comisión Europea quiere unificar en toda Europa las normas contra el blanqueo de capitales, es decir, la transferencia de dinero «sucio» procedente de actividades delictivas a operaciones de pago normales «limpias». En todos los Estados miembros habría que hacer transparente quiénes son los verdaderos propietarios de las empresas o proveedores de servicios financieros o quiénes son los propietarios de los bienes inmuebles. Las empresas anónimas, los fideicomisarios y los testaferros deberían dejar de existir pronto en la UE. Los registros de cuentas y sus propietarios de toda la UE deben aparecer en una lista unificada.
Narcotráfico, prostitución, juegos de azar, trata de personas
El constante fraccionamiento de los activos, el nebuloso fraccionamiento de los grupos empresariales y las transacciones electrónicas a través de muchas cuentas en el extranjero hacen muy difícil seguir el rastro del dinero procedente del narcotráfico, la prostitución ilegal, los juegos de azar, la trata de personas y otros delitos similares, según la Comisión Europea.
Una directiva – la número seis – contra el blanqueo de capitales, pretende dificultar los negocios de la delincuencia organizada y los financiadores del terrorismo. También se apunta a las criptodivisas, es decir, a las monedas electrónicas de creación privada, como los bitcoins, preferidas en las transacciones anónimas. En el futuro, los proveedores de criptodivisas tendrán que revelar el nombre de los titulares de las cuentas.
¿Limitar el efectivo a 10.000 euros?
La propuesta del Comisario de la UE Valdis Dombrovskis es controvertida: los pagos en efectivo deberían limitarse a un máximo de 10.000 euros. El dinero en efectivo es una puerta fácil para el blanqueo de dinero, arguye. A menudo, los ingresos en efectivo de un narcotraficante se introducen al mercado corriente a través de la facturación inflada de una pizzería, propiedad de delincuentes, por ejemplo. Y hay quienes pagan inmuebles con maletas llenas de dinero.
En algunos Estados miembros de la UE, el pago en efectivo ya está limitado a sólo 500 euros, como en Grecia. En países como Alemania o Austria, no se limita en absoluto. Alrededor del 70% de todas las operaciones de pago de los clientes finales en la UE se realizan en efectivo.
Aunque el ministro austriaco de Finanzas, Gernot Blümel, apoya la lucha contra el blanqueo de capitales, afirma que es una ilusión creer que los delincuentes solo utilizan dinero en efectivo. «Los criminales de cuello blanco usan el espacio digital y es ahí donde necesitamos mayores esfuerzos en el futuro. Creo que esto tiene más sentido que los techos arbitrarios que refuerzan la tendencia actual a la supresión del efectivo», dijo Blümel en Viena. Hay que mantener el dinero en efectivo como medio de pago sin que se necesite ayuda técnica, advierte.
Dinamarca y Estonia: el Danske Bank lava más blanco, y más silencioso
Lo que más le preocupa a Dombrovskis es la reputación y la estabilidad de la UE como centro financiero. El pasado mes de septiembre, los llamados «expedientes FinCen» revelaron que incluso grandes bancos europeos de renombre eludían las normas de la UE contra el blanqueo de capitales. En 2018, se reveló que un banco danés había estado blanqueando fondos a través de una pequeña sucursal en Estonia durante años: hasta 200.000 millones de euros. El escándalo en torno al «Danske Bank» fue el motivo de las nuevas iniciativas contra el blanqueo de capitales de la Comisión Europea, que ahora deben ser aprobadas por el Parlamento Europeo y los 27 Estados miembros.