Dentro del paquete de propuestas elaborado por la Comisión Europea para fortalecer el régimen antilavado de la Unión Europea (UE), se encuentra la creación de dos listas de países que representen un alto riesgo de blanqueo de capitales, muy parecidas a las que emite el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) contra el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
Antilavadodedinero / elconomista
De acuerdo con el proyecto de propuestas, en estas listas figurarían los países incluidos en los listados del GAFI y que cuentan con deficiencias en sus regímenes antilavado. También se agregarían naciones que la UE considere de alto riesgo.
El proyecto plantea que la UE aplicará medidas proporcionales a los riesgos que presente el país. También podrá incluir en una lista a países que no figuren en la lista del GAFI, pero que supongan una amenaza para el sistema financiero de la UE sobre la base de una evaluación autónoma.
Los dos listados del GAFI, la lista gris y negra, exhiben a los países que tienen serias deficiencias en sus regímenes antilavado y con complicaciones para aplicar las 40 recomendaciones de este organismo internacional.
Por ejemplo, en la lista gris, se encuentran los países que tienen una mayor supervisión por parte del GAFI, debido a las deficiencias detectadas, pero que también se han comprometido a resolver rápidamente las fallas identificadas dentro de plazos acordados.
En el listado gris actualmente se encuentran naciones como Albania, Barbados, Botsuana, Burkina Faso, Haití, Malta, Nicaragua, Panamá y Filipinas, entre otros.
Por su parte, en el listado negro, se encuentran las jurisdicciones de alto riesgo, que tienen importantes deficiencias estratégicas en sus regímenes antilavado. Esta lista se compone, actualmente, por dos países: Corea del Norte e Irán.
“Para todos los países identificados como de alto riesgo, el GAFI llama a todos los miembros e insta a todas las jurisdicciones a aplicar una diligencia debida mejorada, y en los casos más graves, se pide a los países que apliquen contramedidas para proteger el sistema financiero internacional de los problemas en curso”, dicen los lineamientos del grupo.
Una vez identificados a los países de mayor riesgo, se permitiría a la Unión Europea aplicar medidas para que se pueda seguir más detalladamente el entorno internacional, con la identificación de riesgos en rápida evolución.