La directora del Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (SENAE), Carola Ríos, ha reconocido que el contrabando se ha incrementado en el país. Cigarrillos y bebidas alcohólicas ilegales se venden en calles, comercios informales, pero también a domicilio.
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Lo dice un estudio de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) y de la Corporación Líderes para Gobernar. Para el estudio fueron realizadas más de 400 encuestas entre empresarios, representantes de los sistemas de control y de instituciones internacionales de salud y de cooperación financiera. El estudio muestra que el 88% de los cigarrillos ilegales se adquiere a través de vendedores ambulantes.
“En las calles las personas venden cigarrillos ilegales en cajetillas o en unidades por desconocimiento sobre la procedencia del producto o por necesidad, ya que no tienen empleo formal. Por lo tanto, estamos ante un problema social”, dice Tatiana Villacrés, profesora de la Universidad Católica de Ecuador e investigadora de problemáticas de contrabando.
Curiosamente, mientras que los cigarrillos de contrabando son de venta callejera en su mayoría, las bebidas alcohólicas ilegales se expende a domicilio (ver gráfico). Otros canales de venta de productos ilegales son Internet y algunas distribuidoras. Un producto es considerado ilegal cuando entra a un país sin pagar ningún tipo de impuestos de importación o sin pasar por ningún control y sin tener registro sanitario, pese a que ha sido fabricado por industrias de otros países.
El comercio ilícito de cigarrillos en Ecuador ya ha causado el cierre de varias empresas legales. La Tabacalera Andina S.A. (Tanasa), por ejemplo, decidió liquidar la planta fabricadora de cigarrillos en Quito, luego de una reducción de sus operaciones por el incremento del contrabando. Ilegalidad entre los jóvenes Las bebidas alcohólicas y los cigarrillos ilegales son más populares entre los compradores que tienen entre 18 y 25 años de edad, asegura el estudio.
La compra de productos ilegales se debe a dos factores: al menor poder adquisitivo, especialmente entre los más jóvenes, y al desconocimiento de las etiquetas fiscales así como los sistemas de control. “Con el tiempo los ingresos de las personas aumentan, por su incorporación al mercado laboral, lo que hace que en esa generación disminuya la compra ilegal” de productos, sostiene el estudio.
La compra ilegal que prima entre los jóvenes es la de cigarrillos por unidades, porque un cigarrillo cuesta USD 0,50, mientras que una cajetilla entera se vende a USD 6.00. Pero “el expendio unitario implica una doble ilegalidad, porque incumple la normativa y porque es el mecanismo a través del cual los menores de edad acceden al tabaco”, afirma Villacrés.
Norma versus ‘ley de la calle’ Pese a ello, es normal ver la venta de cigarrillos por unidades en tiendas de barrio y comercios ilegales callejeros de las principales poblaciones de Ecuador. Es más, es la norma. En tanto que la Ley Orgánica de Regulación de Control de Tabaco prohíbe presentaciones de cigarrillos de menos de 10 unidades. Sobre los sistemas de control, el estudio sostiene que el 20% de quienes compra cigarrillos ha notado la etiqueta fiscal. En el caso de las bebidas alcohólicas lo ha hecho solo el 35%.
Los sistemas de control que funcionan en el país son el de Gestión y Verificación de Etiquetas Fiscales (Sigvef), de la Aduana; y el Sistema de Identificación, Marcación, Autentificación, Rastreo y Trazabilidad (Simar), con el que trabaja el Sistema de Rentas Internas (SRI). ‘Tratar con las mafias’ Enrique Fanta, consultor del Banco Mundial, que participó en la elaboración del manual de control del tabaco de la Organización Mundial de la Salud, dice que la comercialización de cigarrillos y bebidas alcohólicas ilegales es un problema que va más allá del aspecto económico.
“En Reino Unido el comercio ilícito ha sido abordado de forma integral. Ahí dicen que es como tratar con las mafias, y tienen toda la razón”, afirma Fanta. En Ecuador, detrás de ese comercio ilícito, hay bandas del crimen organizado relacionadas con el narcotráfico y el lavado de activos, que buscan evadir impuestos, controles y ‘limpiar’ más dinero.
El principal acceso de los cigarrillos ilegales hacia Ecuador es la frontera con Colombia, donde operan varias organizaciones criminales, según Mario Pazmiño, coronel en servicio pasivo y experto en Inteligencia.
Y, para Fanta, la frontera con Perú también es crítica, por la presencia de pasos ilegales. Por eso, para luchar contra el comercio ilícito y, por lo tanto, contra el lavado de dinero que mueve ese negocio se necesita un trabajo conjunto, dice Fanta.
Agrega que no solo deben participar la Aduana y el Servicio de Rentas Internas (SRI), sino también instituciones como el Banco Central, que analiza la evolución del ingreso de divisas, lo que ofrece pistas sobre el lavado de activos.