Este miércoles se dio a conocer que el Magnate del Polvo Blanco (harinas), Adolfo “Fito” Salume, huyó del país hacia la ciudad de Madrid, en España, según confirmó el exdiputado y periodista, Raúl Belthrand Bonilla. Este hecho se dio luego que dos representantes del Bufete de Abogados de El Salvador interpusieran una denuncia penal en contra del empresario de las harinas en la Fiscalía General de la República (FGR), por el delito de lavador de dinero y activos.
Antilavadodedinero / Espectador
De encontrarse culpable, según el Código Penal, purgaría, solo por un caso de lavado de dinero y activos, este podría purgar 12 años de cárcel.
El Magnate de las Harinas habría realizado movimientos sospechosos desde una cuenta financiera que tiene en Panamá (lugar señalado de ser un paraíso fiscal) a nombre de una de sis empresas Continuum Overseas Corporation desde la cual habría comprado un inmueble por un monto de más de medio millón de dólares a pesar que la cuenta no tenía esa liquidez.
Se trataría de un apartamento que el empresario compró para entregárselo al exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia José Roberto Argueta Manzano, presuntamente para comprar su voluntad y que éste manipulara la justicia a favor del empresario.
El inmueble es un lujoso apartamento ubicado en el condominio Las Palmas ubicado en la finca El Espino, en el municipio de Antiguo Cuscatlán donde residía el exmagistrado.
Una vez la Fiscalía corrobore y confirme toda esta información el caso sería judicializado y el empresario podría ser condenado con entre ocho y 12 años de cárcel además de pagar una multa que oscila entre cincuenta a dos mil quinientos salarios mínimos mensuales para los sectores comercio, industria y servicios vigentes al momento que se dicta la sentencia correspondiente.
Este no es el único acto delictivo en el que se ve envuelto el empresario, anteriormente ya fue condenado a pagar cerca de dos millones de dólares por prácticas anti competitivas al monopolizar el mercado de las harinas entre dos de sus empresas Molsa S. A. de C.V. y Harisa entre las cuales se repartieron el 100% del mercado de las harinas a nivel nacional.
Una de las acciones que realizó para lograrlo es la manipulación de los precios de las harinas a su antojo, para afectar directamente a su competencia de ese entonces la empresa Gumarsal; sin embargo, no fue el único afectado sino la población en general por prolongados periodos en los cuales elevó los precios de ese producto.