El clan Motok es largamente conocido en el ámbito de la investigación del narcotráfico. Los hermanos Manuel, Ernesto, Alejandrino, Héctor, y ahora Fernando Motok, han sido parte de organizaciones narcocriminales que traían droga desde Bolivia y la traficaban hacia el sur, desde donde ya se comprobó que también salía para países de Europa, en una red gigantesca que incluía a otros clanes familiares, como el de los Loza y el de los Castedo.
Antilavadodedinero / Pagina12
La última novedad es la desarticulación, el miércoles último, de la organización que dirigía Fernando Motok, ahora prófugo y con orden de captura. Ese día personal policial del Grupo Operativo Conjunto (GOC) NOA y la Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad (UFINAR, de la provincia) llevaron adelante varios allanamientos en la ciudad de Salta y en el norte de la provincia, en el marco de una investigación iniciada el 21 de abril pasado.
En este caso la organización era liderada porFernando Motok, que, según se informó, «logró evadir los procedimientos» y tiene orden de captura. En cambio, las otras personas que actuaban con él, entre ellas su pareja, Yanina Ordóñez, fueron detenidas e imputadas formalmente al día siguiente, con la rapidez que permite el procedimiento penal federal que se aplica en Salta y Jujuy.
Los otros detenidos son Andrés Cuevas, Ricardo Robles, Javier Martínez, Carlos Lazarte y José Ramón Lozano, y Selena Salas. Estas personas quedaron en prisión preventiva. Solo Ordóñez cumplirá prisión domiciliaria, en atención a que es madre de tres menores de edad.
En la audiencia, ante la jueza federal de Garantías Mariela Giménez, el auxiliar fiscal Jorge Viltes Monier indicó que formaban parte de una organización narcocriminal que obtenía cocaína en Bolivia, que era acopiada en Salvador Mazza, desde donde era trasladada a la capital provincial, donde se comercialización a través de vendedores locales.
La Fiscalía precisó los roles de cada participante del grupo: Motok, Ordóñez, Salas y Cuevas se ocupaban del ingreso de la droga al país, su acopio y acondicionamiento para el traslado, tarea que cumplía Robles, un fletero de Salvador Mazza. Una vez en la ciudad de Salta, Lozano, Martínez y Lazarte la distribuían.
Salas y Robles fueron detenidos en el centro salteño, en la esquina de la avenida ex Reyes Católicos y Aniceto Latorre, cuando llevaban 4.495 kilos de cocaína en un vehículo VW Suran. En Villa Belgrano se allanó la residencia de Salas y se secuestraron 454 gramos de cocaína. En la casa de Lozano, en el barrio Castañares, se incautaron 14 gramos de marihuana y 174 mil pesos.
En el barrio Tres Cerritos, en la vivienda de Lazarte, se secuestraron 575 gramos de cocaína, balanzas grameras y ocho teléfonos celulares. En la casa de Martínez, en el barrio Arenales, hallaron 399 gramos de la misma sustancia y más de 27 mil pesos.
En la audiencia de imputación hubo una discusión entre los fiscales y las defensas, sobre la prisión preventiva. El fiscal general Eduardo Villalba argumentó a favor de la preventiva sobre la base de las pruebas reunidas (que incluyen escuchas telefónicas) y atendiendo a que las personas acusadas residen en una zona cercana a la frontera y en dos casos se registraron ingresos y salidas frecuentes a Bolivia. La jueza coincidió con la postura fiscal.
«Yo estoy procesado como usted, doctor»
Ernesto, Alejandrino y Héctor Reynaldo Motok, hermanos de Fernando Motok, fueron juzgados en 2008 por la justicia federal de Salta, por un cargamento de 753 kilos de cocaína que también provenía de Bolivia y que había llegado a la provincia de Buenos Aires.
Los tres hermanos habían sido detenidos en 2005, en el marco de una investigación iniciada dos años antes.
El día del inicio del juicio oral se especulaba con que pudiera haber planteos por la participación de uno de los integrantes del Tribunal Oral, el juez José Antonio Solá Torino, porque estaba procesado acusado de haber recibido una coima para beneficiar al también narco José Miguel Farfán.
No hubo planteos formales pero Ernesto Sandalio «Moto» o «Manquillo» Motok, sindicado entonces como el jefe del clan Motok, no dejó pasar la oportunidad de restregar al camarista su condición de acusado: “Yo estoy procesado como usted, doctor”, le dijo ni bien le dieron la oportunidad de hablar.
En lo que respecta a Solá Torino, esa acusación derivó luego en una condena, y finalmente, en noviembre de 2020, en el suicidio del ya por entonces ex magistrado, cuando la Policía se aprestaba a detenerlo.
Volviendo a los hermanos Motok, Ernesto era el sucesor de Manuel Motok, el primer jefe del clan, asesinado años antes.
Por otro lado, los hermanos Motok están vinculados al clan Loza, una organización narcocriminal internacional dedicada al narcotráfico y al lavado de activos que operaba en Argentina y España. Los hermanos José, Erwin Raúl, Valdemar y Gonzalo Loza también son de la provincia, oriundos de la ciudad de Salta. Los cuatro están sometidos a procesos penales. Gonzalo fue detenido en España, Valdemar fue condenado el año pasado en Salta por el transporte de más de 1.100 kilos de cocaína y José y Erwin están siendo sometidos a proceso también.
Por otro lado, el clan Loza tuvo contactos con miembros del clan Castedo, que reúne a los hermanos Rafael, Delfín y Raúl Castedo, entre otros.