El pistacho es un producto caro. Pero si es ecológico, lo es aún más. En los últimos años, España ha encontrado una oportunidad de oro en la producción y comercialización del pistacho por su calidad, compitiendo así con países que apuestan, en cambio, por la cantidad. La variante ecológica se ha vuelto una baza muy importante para el desarrollo de este mercado en nuestras tierras, idóneas para el pistacho, ante la demanda de otras naciones europeas por comprar el fruto seco en su variante eco.
Antilavado de dinero / El Confidencial.
Es por eso que el sector lleva tiempo expectante ante los avances tras la llamada operación Pevera. Una investigación impulsada por el Servicio de Protección de la Naturaleza y Medio Ambiente (Seprona), en colaboración con la Europol y la Gendarmería francesa, que ha puesto la lupa sobre un presunto fraude en la venta de pistachos ecológicos —con el que los implicados se habrían estado lucrando con más de seis millones de euros, según los cálculos del Seprona—. Tras años de desarrollo, la operación resultó a finales de 2020 en varios imputados, entre los que constaban presuntos delitos de estafa, contra la salud pública, blanqueo de capitales, falsedad documental y delito relativo al mercado y los consumidores. Según la información a la que ha tenido acceso El Confidencial, el caso, que todavía sigue en fase de instrucción, tiene en el centro de la investigación a la principal procesadora de frutos secos de nuestro país: Pistachos del Sol.
Constituida en 2010, registró una cifra de negocios de 4,2 millones de euros y un resultado de 129.630 euros en 2019
La compañía tiene su sede en Torralba de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real (Castilla-La Mancha) y, según consta en el registro mercantil, cuenta con en torno a 20 empleados. Constituida en 2010, registró un importe neto de la cifra de negocios de 4,2 millones de euros y un resultado de 129.630 euros en 2019, según las últimas cuentas registradas, que también arrojaban un patrimonio neto de 2,97 millones de euros.
¿Cómo acaba una empresa de pistachos en el centro de una investigación internacional con imputaciones de hasta blanqueo de capitales? La operación, que se remonta a 2019, investiga la presunta venta de pistachos convencionales como ecológicos. Esta empresa distribuye mayoritariamente sus productos en Europa (según las pesquisas, vende los productos afectados en tiendas de Francia, Suiza y Portugal) y, en particular, a través de la francesa Agrosourcing Service. Por este motivo, el Seprona contó en 2020 con la colaboración de su homólogo en Francia, así como la propia Europol.
Según el auto del juez que autorizó en septiembre una serie de registros, las sospechas que desataron la investigación apuntaban a que, desde el año 2014, la compañía vendría mezclando pistachos ecológicos con el pistacho convencional, ocultándolo mediante el falseamiento documental y mercantil, incumpliendo los requisitos que regulan el sector ecológico, auditado por órganos certificadores, a quienes estaría presentando documentos falsificados para la obtención del certificado como operador.
Pistachos del Sol habría estado obteniendo un rendimiento de un 60 o 80% mayor del valor real, generando un margen de beneficio entre 3-4 €
Aquel registro inicial se aprobó después de que unas muestras adquiridas por mediación del denunciante inicial a Agrosourcing y otras marcas que comercializan el producto español en Francia hubiesen detectado la presencia de compuestos químicos pesticidas como “glifosato” o “clorato” —químicos incompatibles con los requisitos establecidos en la normativa que regula el sector—.
La operación se basa en la sospecha de que, a través de la supuesta venta de pistachos convencionales como ecológicos, Pistachos del Sol habría estado obteniendo un rendimiento entre un 60 y 80% mayor del valor real, generando un margen de beneficio entre 3-4 euros por kilogramo de pistacho procesado que el resto de competidores no podría obtener. Una práctica que, por tanto, supondría alterar el precio del mercado.
Además, el juzgado tenía ya entonces constancia de que, según informes de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, Pistachos del Sol fue suspendida de actividad entre mayo y noviembre de 2018 por no mantener una correcta contabilidad y registro de compras y ventas.
¿Quién está detrás de Pistachos del Sol?
La empresa es propiedad de Miguel Ángel Zamorano, quien ejerce como gerente. Entre otras sociedades en las que Zamorano figura como administrador, está Agroinversiones Livere, empresa también dedicada al cultivo y constituida en abril junto con el jugador del Atlético de Madrid, Gabriel Luis Fernández, más popularmente conocido como Gabi. El futbolero es conocido por sus vínculos con el mundo del pistacho y también figura en negocios agrarios con el hermano de Sergio Ramos, René Ramos.
La compañía compra el pistacho a los agricultores para luego procesarlo y venderlo, con gran parte de sus clientes en el extranjero
Pistachos del Sol se autodefine como “la mayor empresa dedicada al sector del pistacho en España, integrando a cientos de productores asociados y compradores internacionales”. La compañía compra el pistacho a los agricultores para luego procesarlo y venderlo, con gran parte de sus clientes en el extranjero. Según dice en su propia web, “gracias a su dominio y riguroso control de los procesos que se llevan a cabo, partiendo de la producción de manera ecológica […] ofrece un producto muy valorado en mercados internacionales, habiéndose convertido en uno de los pistachos más selectos y demandados del mundo”. Ahora, se encuentra bajo el foco de una investigación por presunto fraude en la venta del pistacho ecológico. Pistachos del Sol ha declinado hacer comentarios a El Confidencial.
El sector, en vilo
Tras el estudio de las muestras, registro de las instalaciones y las imputaciones, el caso se encuentra en fase de instrucción, pendiente de entrar en la fase oral. Desde compañías y asociaciones del sector esperan con atención cualquier desenlace. “España tiene en el pistacho ecológico una oportunidad de alto valor añadido para competir contra países como EEUU o Irán y este tipo de casos hacen mucho daño a la reputación de nuestro mercado de cara al extranjero”, explica una fuente del sector. “El peligro de este tipo de prácticas es que dejan de lado a otros competidores en la compra del cultivo, ya que para los demás es difícil competir contra una compañía que juega con la ventaja de unos márgenes mucho mayores”, explica otra fuente.
Desde Seprona y la Gendarmería tampoco amplían más información de la disponible públicamente, ya que el caso sigue abierto. Desde el Ministerio de Agricultura, se han limitado a destacar su rol en la implementación de la normativa europea y nacional sobre los productos eco en España: desde su responsabilidad en el Programa nacional de control de la Producción Ecológica hasta su colaboración con la Food Fraud Network de la UE. Sin embargo, no han hecho comentarios sobre el caso de los pistachos en concreto.
Desde Consumo, explican que, según la información que brinda el organismo liderado por Luis Planas, no hay constancia de que este producto haya llegado hasta los consumidores finales en España, por lo que no procede una intervención desde las autoridades del organismo liderado por Alberto Garzón. El ministerio no ha aclarado si esto se debe a que la investigación se enfoca en la venta de estos pistachos en el extranjero. Simplemente explica que, de haber llegado al consumidor final en España, la competencia sería, en este caso, de aquellas CCAA donde se hubiera puesto a la venta la mercancía, según establece el texto refundido de la Ley General de Defensa de Derechos de Consumidores y Usuarios.
* Fe de errores: Se elimina la denominación en la noticia de Agrosourcing como filial, al no tener certeza que esa sea la figura jurídica (solo de que, como enumera el auto del juez del caso, Pistachos del Sol distribuía sus pistachos a través de esta compañía en Francia)