A partir del 1 de septiembre entrarán en vigor nuevas leyes en el estado de Texas. Entre éstas, una que permite portar armas sin licencia, y otra que restringe aún más el derecho al aborto. El llamado “proyecto de ley del latido del corazón” prohíbe el aborto una vez que se puede detectar un latido fetal, es decir después de seis semanas de gestación, sin contemplar excepciones para la violación o el incesto.
Antilavado de dinero / RFI.
Con esta nueva ley que prohíbe el aborto a partir de seis semanas de gestación, Texas se une a la lista de una docena de estados con una legislación similar, que toma como referencia el periodo del primer latido de corazón del feto.
Esta nueva restricción, promulgada por el gobernador republicano Greg Abbott, imposibilita de facto los abortos, denuncia Nancy Cárdenas Peña, directora en Texas del Instituto Nacional de Latinas por la Justicia Reproductiva: “Una prohibición del aborto a las seis semanas es como una prohibición total del aborto, porque muchas personas ni saben que están embarazadas tan pronto”.
La ley texana ofrece incluso un subsidio de hasta 10.000 dólares a cualquier persona que denuncie a trabajadores del sector salud u organizaciones que ayuden a acceder a un aborto después de seis semanas. “Con esta ley, cualquier ciudadano puede empezar demandas contra las personas que están trabajando temas relacionados al aborto. Y no es sólo las personas que trabajen en las clínicas o los fondos del aborto: si un vecino, un amigo, un familiar, sospecha que una persona está en violación de esta ley, ayudando a alguien a llegar al aborto, o sólo dando información general sobre el aborto, puede hacer una demanda”, explica Nancy Cárdenas Peña.
Antes de que se aplique esta ley, “era posible abortar en Texas aunque la situación era un poco más difícil que en otros estados. Se podía tener abortos hasta las 20 semanas, pero había otras restricciones que ya existían y hacían que el proceso fuera mucho más difícil, por ejemplo, ultrasonidos mandatorios, consejos que dan antes del aborto, 24 horas de espera…”, añade.
Tarah Demant, encargada de los temas de derechos reproductivos en Amnistía Internacional Estados Unidos, estima que esta ley es inconstitucional: “Esto es exactamente el punto, llegar a la Corte Suprema que es mucho más conservadora que antes. El tribunal tiene jueces que fueron nombrados exactamente por su opinión contra el derecho al aborto. En la realidad, hay muchos lugares, muchas partes del país donde una persona embarazada no puede acceder al aborto por las restricciones, como tener que visitar dos veces la clínica antes de acceder al aborto”.
Los estados más restrictivos en materia de derecho al aborto son “Texas, Misisipi, Alabama, pero también Dakota del Sur, Dakota del Norte… Lugares donde hay personas conservadoras con poder que ponen estas restricciones. También es un problema en lugares muy rurales donde las personas tienen menos acceso a muchas cosas, incluido el derecho al aborto”, recalca Tarah Demant.
Varias ONG de defensa del derecho a abortar han anunciado que apelarán la nueva ley texana ante la Corte Suprema para suspender su ejecución.